A mediados del mes el Municipio anunció la firma de un convenio con la UNLP para avanzar en la segunda etapa del trabajo que la Universidad le había presentado en 2019 al intendente Garro. En el ejecutivo local afirman que “la gestión del riesgo es política de Estado” en la ciudad. Las víctimas de la inundación recibieron el anuncio con moderación y hablan de oportunismo político. Desde la oposición mostraron escepticismo
El 22 de octubre de 2019, cinco días antes de las elecciones que se celebraron ese año, el intendente Julio Garro (quien iba por la reelección) tenía una buena noticia para darle a los platenses. “A partir de hoy, por primera vez en su historia, la ciudad cuenta con un Plan de Reducción de Riesgos de Inundación (PRRI)”, se informó.
La noticia tuvo que ver con un programa que 70 investigadores e investigadoras de 12 facultades de la UNLP habían empezado a confeccionar nueve meses antes, respecto a los riesgos hídricos de cada barrio de la ciudad. El plan incluyó un protocolo de implementación y un manual para que toda la población sepa qué hacer ante un fenómeno climático como el del 2 de abril de 2013. Además, proponía políticas de Estado necesarias para llevarlo adelante.
El estudio logró identificar con un alto nivel de detalle los peligros existentes en cada barrio y manzana, y qué necesita la población que allí habita en caso de una emergencia. Y contó con un manual específicamente diseñado para ser enseñado en escuelas, instituciones, clubes de barrio o asambleas vecinales. La intención es que cada platense sepa las vulnerabilidades que tiene el barrio donde vive, y qué debe hacer o dónde debe acudir en caso de inundación.
También contenía propuestas a futuro. “Por ejemplo, qué hacer con las actividades frutihortícolas de la zona, o cómo organizar inteligentemente todo el espacio vacante para las nuevas urbanizaciones”, declaró en ese momento el ingeniero Pablo Romanazzi, responsable ad-hoc del proyecto. Y afirmó: “Lo mejor que nos puede pasar ahora es que este plan se convierta en un programa, en una política de Estado permanente”.
Pese a los niveles de vulnerabilidad de la ciudad, a la importancia de la herramienta desarrollada por los investigadores de la UNLP y a las demandas de buena parte de la población, el programa no fue llevado adelante.
Cuatro años después
El pasado 15 de marzo en la víspera de los 10 años de la inundación de 2 de abril (y en el inicio de un año electoral) el intendente Julio Garro anunció que la UNLP, a través de la Facultad de Ingeniería, junto con el Municipio local firmaron el convenio que efectiviza la esperada segunda etapa del PRRI, ahora denominado Plan Director de Reducción del Riesgo por Inundaciones.
Según sintetizaron en un comunicado de prensa, el mismo abarca más de 350 barrios del partido de La Plata y, entre los ejes principales, se incluyen protocolos barriales, manuales por localidad y señalización inteligente en zonas de riesgo.
Se crearán manuales barrio por barrio, la realización de talleres de participación ciudadana y nuevos programas de divulgación y capacitación para funcionarios, referentes locales y el público en general, indicaron, e informaron que el Plan se aplicará en los barrios del partido relevados en la primera etapa, incorporando y actualizando la información si fuera necesario.
Pulso Noticias dialogó con el Secretario de Gobierno municipal, Marcelo Leguizamón, para conocer detalles de cómo se avanzará en esa implementación y recogió los testimonios de referentes de víctimas de la inundación en la ciudad y del concejal Frente De Todos, Luis Arias, quienes brindaron su impresión respecto al anuncio realizado por el ejecutivo municipal.
Saber qué hacer
Consultado sobre por qué el Plan no fue realizado a partir de 2019, cuando fue presentado por el equipo que encabezó el ingeniero Romanazzi, Leguizamón señaló que “en 2020 tuvimos la pandemia y eso obviamente nos frenó”. “Ahí tanto el Municipio como la Universidad en 2020 y 2021 tuvimos un trabajo activo en los comité de crisis, en los operativos que se hacían todos los días en los barrios”, dijo el funcionario municipal.
En ese sentido resaltó que “más allá de eso, el equipo a cargo del ingeniero Romanazzi siguió puliendo los distintos protocolos. Por ejemplo, el Casco Urbano estaba tomado como una sola unidad y a partir de que se siguió trabajando se tomó cada plaza del Casco como una unidad distinta y hoy hay más de 30 unidades en el Casco Urbano con sus propios protocolos. Porque se empieza a notar con el cambio climático las diferencias que tenemos entre dos lugares con 10 cuadras de diferencia”.
“En 2022 iniciamos nuevamente el trabajo con la UNLP pero en ese momento la Universidad se encontraba con el cambio de autoridades. Iniciamos el proceso administrativo de la firma del convenio para llevar de una vez por todas esta etapa a los distintos barrios. Y hace unos días entre el intendente Garro y el rector López Armengol se firmó el convenio del inicio. Hoy la Universidad pone en cabeza del ingeniero Pablo Romanazzi este trabajo”, explicó.
Respecto de cuándo y cómo se realizará la bajada a los 350 barrios a los que se apunta alcanzar por el medio del programa, el secretario de Gobierno indicó: “Ya tuvimos varias reuniones operativas con la gente de comunicación nuestra para empezar a trabajar las piezas comunicacionales que vamos a bajar a los barrios, para ver cómo va a ser la dinámica de las distintas reuniones, con distintas instituciones, con las escuelas, con vecinos. Y esta semana ya tendremos la primera reunión entre los equipos de la Universidad y los equipos del Municipio para analizar cómo va a ser esa bajada territorial”.
“El equipo de trabajo va a ser mixto entre gente de la Universidad, con responsables de distintas facultades y desde el Municipio ponemos a disposición todos nuestros equipos, pero estamos esperando que Romanazzi nos cuente cómo piensa él esta bajada territorial y definiendo en qué fechas”, agregó.
En la misma línea subrayó que “el convenio tiene la duración de un año, entonces la idea es que durante 2023 lleguemos a la mayor cantidad de vecinos posibles”. “Este es un plan que los vecinos inundados reclamaban y ahora tenemos claro que no nos sirve tener el plan en una caja, guardado o en una computadora, lo que queremos es que cuanto antes la mayor cantidad de vecinos de La Plata sepan lo que tienen que hacer, cómo actuar ante un evento climático”, aseguró Leguizamón.
Expectativa moderada
Cuando se conoció la noticia de la firma del convenio entre la UNLP y el Municipio, desde las organizaciones de víctimas de la inundación eligieron la moderación, expresaron beneplácito porque se decida avanzar con el Plan de Reducción del Riesgo, pero al mismo, tiempo advirtieron que lo mismo había sucedido en 2019 y remarcaron que otra vez se realiza este anuncio en un año electoral.
“Es algo que venimos reclamando desde que se finalizó el PRRI en 2019, desde el mismo momento en el que el ingeniero Romanazzi le entregó al intendente los planos de los 350 barrios con sus grados de peligrosidad y vulnerabilidad. Lo que faltaba es lo que se necesita, que cada uno de nosotros tengamos esa información, porque le permite al vecino del partido de La Plata tener una percepción del riesgo. La ciudad de La Plata es una ciudad inundable, hay que asumir esa realidad y actuar en consecuencia”, manifestó a Pulso, Alejandro Albano, referente del espacio Inundados La Plata.
“En esa primera instancia el intendente hizo un uso político de este tema. Desde ese momento, en 2019, hasta hoy no hizo más nada. De hecho en mayo del año pasado se aprobó la ordenanza de la Emergencia Climática y no se hizo absolutamente nada. El intendente hace un uso político de los temas vinculados a la inundación pero no va al fondo”, aseveró.
Además, interrogó: “¿Hay asignación presupuestaria? Cuando se envió el Presupuesto 2023 no figuraba, ¿de dónde van a surgir los fondos necesarios para hacer todo ese trabajo?”.
Desde el Espacio Inundados La Plata se elaboró y presentó en mayo de 2022 un proyecto que impulsaba la creación del Consejo Social para la Gestión del Riesgo. Se propiciaba la creación de un órgano para canalizar la formulación e implementación de planes y programas de gestión del riesgo de inundaciones y fenómenos naturales asociados.
Dicho órgano estaría conformado por asambleas de inundados; entidades de bien público deportivas culturales y sociales con fuerte arraigo en los barrios; ONGs; Colegios profesionales; las asociaciones de empresarios comerciales, industriales o de prestadores de servicios; la Universidad de La Plata y representantes del departamento Ejecutivo y del cuerpo deliberativo. La propuesta no logró avanzar en la Comisión de Medio Ambiente del Consejo local.
Por su parte, José Rusconi, referente de la Asamblea Vecinal Barrio Norte, expresó que “para nosotros es un triunfo que luego de tanto batallar Garro tenga que poner sobre la mesa este tema, pero lo recibimos con reserva porque sabemos que lo hace a pocos días de los 10 años de la inundación, en un año electoral y después de haber tenido cajoneado desde 2019 este proyecto. Entonces sabemos el oportunismo que hay detrás de todo esto”.
“El PRRI fue cajoneado cuando ganó las elecciones Garro. Había un equipo muy grande de más de 60 profesionales de distintas disciplinas que también quedó un poco desconcertado porque habían llegado a un punto bastante avanzado, faltaba la etapa de poner a prueba las conclusiones y hasta la página que se había establecido para publicar los resultados se dio de baja”, puntualizó Rusconi.
De la misma forma, recordó: “Había gente que estaba relacionada con las asambleas que trabajaban en sus equipos y realmente no entendían nada. O si, fueron entendiendo que cumplido el objetivo electoral no había intención porque del mismo PRRI surgían cuestiones que ponían entre la espada y la pared al propio intendente. Entonces se sacó de escena”.
Contrapunto político
En el terreno de la política, en 2022 el concejal del Frente de Todos Luis Arias, presentó un proyecto para implementar por ordenanza el Plan de Reducción del Riesgo y generar una adecuada señalización de las zonas con mayor vulnerabilidad y de los centros de evacuación.
En relación a esa propuesta legislativa, el edil de la oposición reveló a este medio que “el proyecto está cajoneado”. “Lo que pretendía es que tuviera fuerza legal, que además se señalizaran los postes de nomenclatura de las calles con distintos colores, verde y rojo, para saber la peligrosidad, para que la población se familiarice con esa información, sepa cuáles son las zonas inundables y cuáles no. Y resaltar correctamente cuáles son los puntos de encuentro, los lugares de evacuación”, explicó.
“La forma de prevenir el riesgo es esta: primero tomando conciencia de que somos vulnerables. Hay que prevenir porque las obras pueden mitigar pero no solucionan el problema. Y fundamentalmente la prevención tiene que ver con la planificación, no se previene firmando un convenio, sino trabajando día a día y planificando para mitigar el riesgo de inundación”, consideró Arias.
Sobre esta iniciativa del Frente de Todos, que buscaba que el PRRI quedará garantizado por ordenanza, con fuerza de ley, Marcelo Leguizamón apuntó: “Lo puedo llegar a entender como una chicana política, porque no es que queda en las ganas o no ganas de Garro. Garro mostró siempre la decisión política de trabajar en la gestión del riesgo. De hecho trabajamos durante muchos años en obras que no se ven, que van por debajo de la tierra”.
“Lo tendrían que haber garantizado cuando gobernaron la ciudad. La Universidad de La Plata en el año 2008 presentó un informe diciendo lo que iba a pasar y no se le dio bolilla”, cuestionó.
A diferencia de lo señalado por el funcionario municipal, para Arias “lo se que ve es otra cosa, lo que se ve es que se ocupan las cuencas altas de los arroyos”. “Si vos impermeabilizas las cuencas altas de los arroyos lo que sucede es que el agua no se absorbe y al impermeabilizar, al poner cemento, el agua escurre a mayor velocidad” dijo, y alertó que ante un fenómeno similar al ocurrido en abril de 2013 “Tolosa, Villa Elvira, La Loma, El Rincón, todas zonas vulnerables, se van a inundar más rápido y con mayor caudal con esto que se está haciendo”.
Zonas de tormenta
Uno de los aspectos a tener en cuenta será, sin dudas, el grado de actualización que tenga el estudio desarrollado por los especialistas de la Universidad luego de los años transcurridos desde que se realizó el trabajo y, fundamentalmente, a partir de los cambios que se introdujeron en el Código de Ordenamiento Urbano y Territorial y con las rezonificaciones.
En ese sentido, en diciembre de 2018 fueron aprobados en el Concejo Deliberante, con un tratamiento exprés, 35 desarrollos inmobiliarios, muchos de ellos ubicados en zonas de riesgo hídrico. De la misma forma, a fines del 2020 se avanzó con un expediente que modificaba 1.032 hectáreas, cuestionado por la oposición que denunció “un negocio fabuloso” para sectores inmobiliarios.
Y a fines de 2021 y 2022, los concejales y concejalas de Juntos volvieron a utilizar su mayoría para avalar rezonificaciones en distintos sectores de la periferia de la ciudad cambiando indicadores de zonas que pasarán de ser rurales a ser urbanas.
Desde el Frente de Todos se denunció en esas oportunidades el riesgo de inundación, el negociado inmobiliario, la baja plusvalía urbana que la Municipalidad recibirá y la afectación de terrenos que estaban destinados a la actividad productiva.
Para Alejandro Albano, del espacio Inundados La Plata, “lo que hizo la Universidad fue una foto de 2019. O sea que lo primero que van a tener que hacer los profesionales de la Universidad es decir ‘lo que analizamos en el 2019 lo tenemos que actualizar ahora’”. “Se están mandando rezonificaciones de manera permanente y escandalosa, que saben que pasan porque tiene mayoría. Ahora, ¿el Municipio va a dejar de utilizar esa mayoría para hacer un uso del suelo de acuerdo a su conveniencia?”, reflexionó.
De la misma forma, Luis Arias infirió que, a partir de las modificaciones introducidas por el Municipio en los últimos años, “el plan, el informe que presentó la universidad, es letra muerta” y se refirió a los “negocios inmobiliarios”. “La ciudad de La Plata se mueve al influjo del negocio inmobiliario, lo que provoca una depredación urbana tremenda”, sostuvo.
“Estos se vio reflejado en la causa de la ‘Gestapo Sindical’, no fue una mesa judicial, fue una mesa empresarial, porque allí estaban sentados los empresarios del sector, donde la ciudad de La Plata es la única que tiene una Cámara de desarrolladores urbanos, estaban las inmobiliarias y los empresarios de la construcción. ¿Qué hacía el intendente en medio de un conflicto entre empresarios y gremios? Estaban para destruir a los gremios. Lo que se estaba definiendo ahí es la rentabilidad de las empresas, no estaban discutiendo un plan de prevención de riesgo hídrico, o cómo las empresas iban respetar el medioambiente, las zonas inundables, o cómo iban a desarrollar los barrios populares de La Plata que son más de 200”, argumentó el concejal.
En tanto, Leguizamon indicó: “En todas las rezonificaciones, empezando por el 2018 donde había 35 barrios que eran de gestiones anteriores, que no estaban autorizados pero donde había gente viviendo, Garro envío al Concejo Deliberante para tratar esas rezonificaciones, pero también dispuso que la misma gente que venía trabajando el Plan de Reducción del Riesgo de la Universidad sea quien establezca la situación de cada barrio y de ahí había uno o dos que tenían situación crítica de riesgo y donde se debía hacer algún tipo de obra”.
“Después, más allá de la discusión o de la chicana política de la oposición, tenemos un equipo en el área de Planeamiento que para nosotros es un orgullo. Para nosotros la gestión del riesgo es política de Estado, cada ordenanza, cada proyecto que se establece, se trabaja con seriedad y ninguno evade su tratamiento, ni ningún estudio”, afirmó. Y añadió: “El ser concejal, muchas veces el ser funcionario o ser víctima de una situación no te convierte en experto del tema”.
Periodista - Papá primerizo y asador de departamento.
Walter Amori nació en Villa Ramallo, en 1983, pero ya lleva más años transcurridos en La Plata que en su ciudad natal. Se recibió de Licenciado en Comunicación Social en la UNLP, lugar donde además fue docente de Opinión Pública. En la capital bonaerense trabajó en prensa institucional y desarrolló tareas periodísticas en medios privados y públicos. Desde 2018 forma parte de Pulso Noticias. Anda en eso de ver de qué se trata la vida después de empalmar paternidad primeriza y dos años de pandemia. Tiene una parrilla en el balcón con poco uso.