A 31 años del secuestro, asesinato y desaparición forzada del joven changarín platense, Andrés Nuñez, reconstruimos su historia a través de la voz de Mirna Gómez, su compañera. Mirá el informe especial en nuestro canal de Youtube
El 27 de septiembre de 1990 efectivos de la Brigada de Investigaciones de esa maldita Bonaerense entraron a la casa de la familia Nuñez, en 117 y 78, Villa Elvira. Allí vivía Doña Isabela (mamá de Andrés) con su marido Walter Di Pietro, y también Andrés con su compañera Mirna Gómez, y su beba recién nacida.
Andrés “El Gallego” era un joven que hacía changas de arreglos de electrodomésticos, le gustaba jugar al fútbol y andaba con su bicicleta por toda la ciudad. La noche del 27 de septiembre, los policías Pablo Martín Gerez (prófugo), Luis Raúl Ponce, Víctor Dos Santos y Alfredo Gonzalez llegaron a la casa de Andrés en un Fiat 147 gris para detenerlo. El Gallego no estaba en la casa, tardó varias horas en llegar, las cuales fueron vividas como un calvario por toda la familia.
“Nos vamos a quedar acá hasta llegue”, “destapá ese wisky”, le decían a Mirna mientras revisaban toda su casa con amenazas, principalmente hacia la niña que tenía apenas un año y cuatro meses, y dormía en la habitación.
Cuando llegó Andrés los agentes policiales lo golpearon en el fondo de su casa, y luego se lo llevaron detenido. Esa fue la última vez que lo vio su familia. Desde ese día comenzó el calvario de la familia, recorrieron comisarías y hasta se dirigieron a la ex Brigada de Investigaciones, ubicada en calle 61 entre 12 y 13, donde le negaban la presencia de Andres en ese lugar, sin embargo, se sabía por testigos que Andres estaba allí.
En ese lugar fue torturado, reconocieron haberle aplicado el método de “submarino seco”, luego trasladaron su cuerpo al campo de Gerez, en General Belgrano, y fue hallado cinco años más tarde. Mirna recorrió todas las comisarías, los pasillos de los Tribunales y hasta se movilizó en diversas ocasiones exigiendo la aparición con vida de su compañero.
Con el paso del tiempo, el policía José Ramos, se quebró -para conseguir su beneficio individual- se “quebró” y contó lo que habían hecho con el joven: lo icineraron en un tanque y enterraron. Luego de ello, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó los restos en el campo, justamente, de la familia de Gerez. El primo (no buscado) de Eduardo Duhalde.
Veinte años más tarde, en 2010 se dictó la sentencia para los cuatro responsables materiales, pero casualmente, Ponce y Gerez -con mayor jerarquía policial- estaban prófugos en ese momento. A Ponce lo detuvieron en 2012, en San Carlos de Bariloche por una confusión con un genocida de Santa Fe. En 2017 fue condenado a reclusión perpetua, pena que apeló el expolicía pero fue confirmada por la Suprema Corte bonaerense el año pasado.
Un recorrido por la maquinaria de la impunidad
El primer juez de la causa fue Amilcar Vara, destituido en 1998 por encubrir a los policías involucrados en el caso de Andres, en el de Miguel Bru y otras 25 causas. Vara murió en 2008 sin ser condenado.
Mirna y su familia tuvieron que esperar unos veinte años para escuchar las condenas del primer juicio, sin embargo, al día de hoy Gerez -primo del exgobernador Eduardo Duhalde- continúa prófugo.
Con total impunidad, el exoficial inspector de la Policía Bonaerense realizó presentaciones judiciales bajo el patrocinio de Natalia Nasenzo, en las cuales solicitaron la prescripción del hecho. Sin embargo, esos pedidos fueron rechazados rapidamente por su calidad de profugo, y porque además en mayo de 2013 la Suprema Corte bonaerense señaló que el caso de Andres Nuñez es imprescriptible por la gravedad de la violación de los derechos humanos. Es decir, se trata de un delito de lesa humanidad.
Con el correr del tiempo, los detenidos han pretendido conseguir mayores beneficios de salidas transitorias. Gonzalez solicitó el año pasado la libertad condicional la cual fue negada.
Pasaron 31 años y sólo hay dos detenidos, y la querella espera la confirmación de la fecha del tercer juicio que involucra a cuatro expolicías que presenciaron las torturas que llevaron a la muerte a Andrés. Ellos son Pedro Costilla, Ernesto Zavala, César Carrizo y Gustavo Veiga.
“Tenemos la expectativa real y efectiva que en el menor tiempo posible estemos juzgando a los otros responsables y que en ese juicio se debata cuál es el grado de su responsabilidad porque nosotros pensamos que la omisión de evitar las torturas a partir de la prueba que se produzca en el juicio puede transformarse en una imputación por torturas seguidas de muerte en carácter homicidio”, remarcó el defensor oficial de Mirna, Manuel Bouchoux.
Por último, Mirna Gómez remarcó: “31 años sin Andrés sigo pidiendo justicia y el tapa boca a mi no me va a callar. Sigo luchando por Andrés y por todas las causas que hay. Hay un prófugo en la causa que no lo quieren encontrar porque hay mucho poder. El poder lo puede todo en Argentina”.
“Vamos a seguir luchando. No voy a bajar los brazos. Andres Nuñez siempre presente”, aseveró su compañera guerrera.
Una producción de Camila Gallo, Paola Álvarez y Estefanía Velo
Más conocida como “Tefa”, nació en Mar del Plata en 1989. Trabajadora de prensa, periodista y Licenciada en Comunicación Social (egresada de la UNLP). Buscadora de la aguja en el pajar: le apasiona el periodismo de investigación. Trabajó en prensa institucional, en diversos medios privados de La Plata, y colaboró en medios alternativos como ANRed. Actualmente escribe notas vinculadas a los derechos humanos, política y cada tanto entrevista a personajes de diversos territorios. También integra el área audiovisual, En Foco, como productora periodística. Siempre redactando con las gafas violetas puestas. Desde 2018 forma parte de la cooperativa Pulso Noticias, donde aprendió a vender publicidad, gestionar pautas y hasta armar un gran escritorio en madera.