Hay cuatro manzanas afectadas por bajones y subidas repentinas de la tensión desde hace más de un año. Se acumulan los reclamos y la empresa no da respuestas. Para colmo, la suba y baja de tensión gasta más energía
La ciudad de La Plata es en gran parte los barrios que se fueron construyendo en la periferia con el paso de los años. Y esto es algo que tiene claro Edelap ya que es la única empresa habilitada para darle el suministro de luz a toda la región. Es también esa empresa que si no pagás, enseguida te hace llegar un camión para cortarte la energía. Sin embargo, las respuestas no son tan rápidas cuando el servicio falla. A veces no pueden y otras veces dan la sensación de que no quieren.
Tal es el caso de un barrio en una zona de Romero donde desde hace más de un año vecinos y vecinas sufrieron las consecuencias de subas y bajas de tensión repentinas con la quema de artefactos eléctricos y registraron los correspondientes reclamos en la empresa concesionaria del servicio.
El problema no sólo no se solucionó si no que empeoró con el paso del tiempo y nadie se hace cargo de nada: la energía oscila entre la baja tensión, alcanzando picos de 130 voltios; y la alta tensión, llegando a los 273. Debería estar estabilizada en 220v.
El sector afectado alcanza alrededor de cuatro manzanas ubicadas entre las calles 173 a 175 y de 32 a 530. “Acá nunca hubo ni alta ni baja tensión. En esta zona pasan las líneas de electricidad que van para el hospital de Melchor Romero. Acá pasó algo en marzo del año pasada y todavía no lo vienen a arreglar”, explicó Fátima Pérez una de las vecinas del barrio a Pulso Noticias.
Tiene reiterados reclamos registrados en Edelap. Se comunicó vía whatsapp, por la red social Twitter y también de manera presencial pero allí un tal Facundo que ni siquiera quiso darle su apellido como representante de la empresa le respondió que la solución debería venir de arriba aunque no se sabe quién es “arriba”. La empresa sigue sin solucionar el problema.
PELIGROSA DEMORA DE EDELAP ANTE PROBLEMAS DE TENSIÓN EN ROMERO
A esta vecina se le quemó el motor de la bomba de agua. Sí, otro de los problemas que tiene es que no llega bien el agua y, como la red se hizo hace poco, los vecinos más viejos de la zona tienen bomba de agua para lo cual necesita sí o sí energía eléctrica.
Pero si las bajas y altas de tensiones persisten, se le volverá a quemar: “Tuve que comprar protectores de tensión para poner en todos lados. La heladera ya no me prende por la baja tensión”, aseguró. Esos protectores cortan cuando hay tensión por debajo de los 190v o cuando superan los 230v.
“Hay gente en el barrio que se quedó sin conectividad. Porque las antenas satelitales, al tener baja o alta tensión, tienen que apagarlas”, explicó Pérez y advirtió sobre el peligro que implican estas oscilaciones. En invierno las estufas que funcionen a baja tensión pueden ser causantes de un incendio ya que recalientan.
Para peor, a pocos kilómetros en los countries de City Bell, una localidad ubicada más lejos que la ciudad origen de la empresa, todo funcional en perfectas condiciones: “Para esa zona, lo que me dicen es que tienen chips los medidores, que al toque si hay un problema se arregla. En los country son todas casas electrodependientes”.
En el medio, Fátima vive con esta problemática que le atraviesa su vida constantemente a punto tal que no puede enfocarse en sus proyectos personales y sociales. En su propia casa tiene más de una fase y el protector de tensión que adquirió le va cortando todo.
El colmo de toda esta situación es que en la última boleta de luz le vino $32.000 a pesar de las subas y bajas de tensión que en ocasiones la deja sin energía eléctrica. Es justamente por esta variable que los artefactos gasten más energía, no por un uso excesivo. Y ya proyecta que la próxima boleta rondará los $50.000.
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