El evento organizado por el municipio con bandas de cumbia tuvo su costado oscuro: la nueva policía municipal denominada “Guardia Urbana” desplegó una violencia inusitada hacia los jóvenes que se acercaron. Un estudiante de Bellas Artes y su familia fueron salvajemente golpeados por tener dos latas de cerveza. Relataron lo sucedido a Pulso Noticias
Por Ramiro Laterza
Tres jóvenes que acudieron durante el martes 6 de marzo al carnaval organizado por la Municipalidad en La República de Los Niños denunciaron haber sido agredidos salvajemente por personal de la Guardia Urbana de Prevención, por estar tomando dos latas de cerveza. Se trata de la nueva fuerza policial creada por el municipio, aprobada por el Concejo Deliberante en octubre pasado y formada por el Ministerio de Seguridad.
Todo comenzó cuando Daniel, junto a su compañera Estefanía y la sobrina de él, decidieron acudir a dicho evento municipal durante la tarde del martes. En comunicación con Pulso Noticias, Daniel, todavía sin poder respirar correctamente, resaltó: “Nosotros somos de los carnavales populares, de las murgas y las bandas emergentes, pero se nos ocurrió asistir ahí convocados por la presencia de Jambao y Los Charros”. Daniel toca el bajo en un grupo de cumbia emergente local y estudia la carrera de música popular en Bellas Artes de la UNLP. Estefanía es maestra de primaria.
Cuando comenzó el recital de Los Charros, Daniel, su compañera y sobrina estaban sentados en el pasto, con una guitarra, las mochilas y dos latas de cerveza. “Se nos abalanzó la gente, agarramos todo rápido pero no me di cuenta que me había quedado mi bolso con mi documentación”, explicó Estefanía en Facebook. Allí se pusieron a buscar entre la gente pero de pronto personal de seguridad de la Guardia Urbana se acercó y, según detallaron, “con violencia y prepotencia nos dijeron que no se podía beber, nosotros les contamos que estábamos buscando mi cartera pero no nos escuchaban, nos prepoteaban y yo tiré las latas adelante de ellos”, agregó.
A partir de ahí la escena se tornó distinta. “Me agarraron de los pelos, a Dani le pegaron una piña, entre varios nos aprehendieron a mí, a mi compañero y a su sobrina. Nos llevaron detrás de un castillo oscuro y nos pegaron”, contó Estefanía. Los guardias de “Prevención” le dejaron a Daniel la cara destrozada, tal como lo prueba la imagen que subió a las redes, y además le robaron la guitarra; mientras que a ella, personal femenino le apretó el cuello y le tiraron del pelo.
“El momento de violencia se desató por las latas de cerveza entre la multitud. En ese momento me dejaron inmovilizado y yo les quería hablar, pero me llevaron a un lugar oscuro, donde no había gente. Ahí eran un montón y me llevaban con la cabeza para abajo hacia un lugar que nunca supe, me venían pegando piñas en la cara”, contó Daniel a Pulso con una voz lenta, y con dificultades para respirar por la nariz. “Físicamente estoy bien, por suerte no fueron heridas de gravedad más allá de las lesiones que se ven en el rostro. En el lugar me miró el SAME y solo me mandaron a tomar ibuprofeno, pero fuimos a la guardia y me hicieron puntos y me mandaron a hacer estudio. Tengo que ir a ver a un cirujano plástico”, agregó.
“Cuando estábamos cerca de la gente me sentía seguro porque había testigos pero cuando me llevaron a otro lugar me desesperé y le mordí el brazo a uno de ellos, ahí me empezaron a pegar más piñas en la cara y luego entre cuatro o cinco me sacaron la guitarra, que yo no quería soltar, me bajaron al piso y me daban patadas en la cara, me pisaban la cabeza”, detalló como si fuera una sesión de tortura, o una cárcel de máxima seguridad.
Finalmente acudió al lugar personal de la Policía, allí los hicieron levantar y los pusieron contra la pared para revisarlos. “Yo apenas podía pararme, y en ese momento los de Guardia Urbana se fueron corriendo. Ninguno de los oficiales nos garantizó que alguien dé la cara, no nos ofrecieron ayuda para hacer la denuncia tampoco”, agregó Daniel.
El lamentable debut de la Guardia Urbana de Prevención
A pesar de la gran convocatoria que hubo en la República de Los Niños, de la cantidad de niños y niñas divertidos con sus espumas y de las familias que convocan los diferentes grupos de cumbia tropical, muchas opiniones circularon en redes sociales de la violencia que se vivía por la tarde de Gonnet, con una gran cantidad de efectivos deteniendo gente, golpeando jóvenes por llevar alcohol, tirar agua o estar sin remera. También se criticó mucho la oscuridad del lugar, y la falta de cestos de basura.
Lo cierto es que golpear a tres personas de manera tan salvaje como ilustran las fotos y como relatan las víctimas, por estar bebiendo en un evento donde no estaba permitido, es de una bestialidad tan grande que el municipio debería al menos investigar, respecto a la responsabilidad de la Guardia Urbana y el encubrimiento de la Policía.
La Guardia de Urbana de Prevención (GUP) fue aprobada en octubre del año pasado en el Concejo Deliberante, impulsada por el Ejecutivo. Antes de la sesión, integrantes de la Comisión Por la Memoria se habían acercado a las Comisiones del Concejo para advertir la “falta de precisión a la hora fijar el alcance y la finalidad que tendrá el dispositivo creado, habilitando amplios márgenes de discrecionalidad para su ejecución, generando la condición de posibilidad de vulneraciones a derechos humanos fundamentales como la libertad, la integridad y la no discriminación”.
La otra cara de la cultura
Por otro lado, los diferentes centros culturales y murgas que de manera autogestiva y consiguiendo los avales municipales realizaron más de 25 carnavales en los distintos barrios de la ciudad durante febrero y marzo, finalizaron el día de ayer con un gran festejo en Plaza San Martín, con grupos en vivo, bebidas y espuma sin ningún tipo de violencias.
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