Este miércoles organizaciones socioambientales y políticas realizarán una charla en el Concejo Deliberante que renovará el reclamo. Alertan que la empresa británica sigue obteniendo permisos y oportunidades de negocios en el país, a pesar de sus antecedentes de daño ambiental
El miércoles 15 de enero cuando se cumplan 26 años de la catástrofe ambiental más grande causada por la industria petrolera en la historia argentina, distintas organizaciones socioambientales y políticas de la región se darán cita a las 19hs en el SUM del Concejo Deliberante de Magdalena para volver a reclamar justicia.
En la convocatoria recuerdan que aquel derrame “dañó una reserva de biósfera, impactó sobre el ecosistema costero, afectó directamente los medios de vida de recolectores de juncos, pescadores, emprendedores y comerciantes, limitó por largo tiempo el acceso al río para la población. La causa sigue abierta 26 años después. Seguimos esperando justicia”.
“La Nación y la Provincia de Buenos Aires nunca aplicaron multas o demandaron a la empresa. En 2003 la Municipalidad de Magdalena ganó en soledad un juicio contra Shell, anulado en 2007 por la Corte Suprema de la Nación. En 2009 se firmó un acuerdo extrajudicial con la petrolera por 9,5 millones de dólares, que nunca se pagó”, señalaron.
Aquel acuerdo, que fue criticado por lo bajo del monto (y que de todas formas continúa impago), le permitió a la empresa eliminar demandas y quedar exenta de toda responsabilidad mientras que los proyectos de desarrollo local que iban a ser financiados por el resarcimiento jamás se concretaron.
Las organizaciones que se congregarán este miércoles difundieron un documento en el que detallan la historia de injusticia de estos 26 años. El informe denuncia que, mientras el derrame de Magdalena sigue impune, “Shell continúa desarrollando proyectos extractivos en territorios sensibles como Vaca Muerta y la Cuenca Argentina Norte”. Estas actividades, señalan, “ponen en riesgo la biodiversidad y reproducen un modelo energético que prioriza el lucro sobre la vida”.
Para peor, se trata de una empresa que registra varios antecedentes contaminantes en otros países “como el caso del Delta del Río Níger, en Nigeria, un proceso emblemático a nivel internacional por el que la petrolera fue condenada en 2021 por su responsabilidad directa en derrames de petróleo que afectó a ese territorio y sus habitantes, obligándola a indemnizar a las víctimas y reparar el ambiente”.
El desafío de las nuevas generaciones
A 26 años del desastre, el documento concluye que “el reclamo por justicia ambiental sigue siendo una tarea pendiente”. Desde los colectivos se insta a las nuevas generaciones a “mantener vivo el grito de ‘Shell es responsable'” y a trabajar por “un modelo energético soberano, democrático y sostenible”.
Como sintetiza uno de los párrafos finales: “La lucha por justicia ambiental en Magdalena no es solo una causa local; es un llamado a repensar las prioridades políticas y a enfrentar el extractivismo que amenaza nuestro futuro”.
Esta declaración conjunta busca “recuperar la memoria de la lucha de Magdalena y construir colectivamente un horizonte de justicia y reparación”, dejando claro que “la historia no está cerrada y que es posible transformar el presente”.
Lée el documento completo acá:
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