Pedro Troglio brindó una charla en “Darse Cuenta”, un centro de rehabilitación para personas con adicciones. Allí estuvo Pulso Noticias y aprovechó para dialogar y conocer a uno de los residentes, Pedro Vancella, hincha del Lobo que llegó allí tras secuestrar a su propio amigo en 6 y 37 a fines de 2017
Por Lucas Mazzuca para Pulso Noticias
“Darse Cuenta” es el nombre que lleva el centro de rehabilitación para personas con adicciones a las drogas y/o el alcohol, ubicado en 60 y 167 en nuestra ciudad. Y no es casual el nombre: justamente para dejar atrás una adicción tan tremenda y dañina como lo son las drogas, el primer paso es darse cuenta de que la vida no pasa por ahí.
Allí estuvo presente nada menos que Pedro Antonio Troglio invitado por el periodista Nicolás Grassino, uno de los que pasó por allí para rehabilitarse y, hoy por hoy, tras obtener el alta (así le dicen cuando una persona se rehabilita) colabora con trabajos vinculados a gacetillas, prensa, videos y charlas motivacionales. Justamente Troglio brindó una charla en uno de los salones del enorme predio y habló, entre otras cosas, de la voluntad, el desafío de superarse y de intentar siempre, ante cualquier situación negativa, apegarse a los seres más queridos. Su charla se extendió por espacio de una hora y, tras la misma, el entrenador del Lobo recibió regalos de parte del centro de rehabilitación: un cuadro y una gorra que se puso de inmediato; pero lo más importante que se llevó fue un rotundo aplauso de todos los presentes, que lo hizo emocionar.
Tras la exposición, Troglio se dio un fuerte abrazo con un viejo conocido: el otro Pedro. Se trata de Pedro Leonardo Vancella, un fanático de Gimnasia que años atrás iba a todas las canchas con la barrabrava.
Pulso Noticias dialogó con Vancella. Muchos sabrán quién es. En diciembre de 2017 fue detenido tras tomar como rehén a un amigo en 6 entre 36 y 37. Según su propio relato, todo se desató luego de pasar varios días consecutivos consumiendo cocaína, lo que derivó en un cuadro de paranoia y violencia. Fue ahí cuando su propio hijo lo internó en un psiquiátrico ubicado en 7 y 37, pero Vancella logró escapar y de inmediato fue para la casa de su amigo. Desde allí quiso ponerse en contacto con su hijo, pero este no le atendía el teléfono. En ese momento realizó una videollamada para fingir que tenía secuestrado a su amigo, para que su hijo se asuste, recapacite y se acerque a verlo. Sin embargo, vecinos se percataron de que algo sucedía en el interior de la vivienda y de inmediato llamaron a la Policía.
Lejos de calmarse, la situación se puso cada vez más tensa y el hombre terminó detenido tras ser rodeado por decenas de policías y el grupo Halcón, en una escena cinematográfica. Tras ese incidente, Pedro pasó algunos meses en prisión y, luego de declararlo inimputable, fue trasladado al centro de rehabilitación, donde lleva ya nueve meses.
Pedro es hoy un hombre calmo, que habla despacio y piensa cada palabra que dice. Sin embargo, lo que él cuenta sobre sí mismo parece mentira para quien no lo conocía: “Consumí drogas desde los 13 años y hoy tengo 45. Pasé momentos muy bravos. La paranoia se apoderó de mí y en ocasiones creía en todo momento que las personas que me rodeaban armaban un complot constantemente en contra mío. Una vez, estaba consumiendo en mi casa y de repente se me apareció una imagen en un mueble que me insultaba y terminé rompiendo todo el mueble, sacando todo para afuera. En realidad, yo sólo escuche y vi algo, pero no pasaba nada”.
Pedro cuenta con orgullo que tiene un hijo de 20 años y una hija de 14 y que a pesar de todo lo que les hizo vivir lo siguen yendo a ver. Hoy por hoy tiene miedo de que los problemas que él generó con sus adicciones le hayan dejado alguna secuela a sus hijos. También recibe la visita de su padre, quien a sus 18 años lo echó de su casa por “vago”. Tras eso, se fue a vivir a una Unidad Básica y es por eso que hasta hoy tiene muchos contactos con políticos platenses.
Es también un hincha fanático de Gimnasia y fiel seguidor del básquet de los clubes de la región. Al Lobo lo acompañaba a todos lados, pero lamenta no haber podido aprovechar el hecho de ir a la cancha con su hijo y haber utilizado esos momentos para consumir alcohol, drogas y ponerse violento. Una situación similar le pasa con el básquet, ya que por violento sufrió una suspensión que le impide ir a las canchas. En un partido que estaba jugando su hijo, se bajó de la tribuna y, tras enojarse con el árbitro, lo golpeó ferozmente.
Pero a pesar de sus lamentos, Vancella se mostró muy contento de haber compartido un rato con Troglio, su ídolo como jugador y entrenador del Lobo: “Es una gran alegría verlo a Pedro. Sinceramente para nosotros es muy importante recibir el apoyo de personas tan importantes como el”.
El predio
“Darse Cuenta” está ubicado en 60 y 167, en Los Hornos y también hay otro situado en City Bell. El establecimiento de Los Hornos funciona hace 22 años en un inmenso predio y cuenta con el trabajo de unos 40 profesionales (operadores, médicos y psicólogas) y allí pasan sus días unos 100 residentes. Cada uno tiene funciones asignadas y una rutina que cumplir. Se cocinan su comida, limpian y tienen una granja con animales. También hay una enorme pileta ubicada en el corazón del predio. Si bien se trata de un lugar privado y llevado adelante, en la mayoría de los casos, por personas que pasaron por la misma situación, el Estado en ocasiones contribuye de alguna manera para que las personas que no pueden asumir los costos puedan rehabilitarse allí.
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