Tres inspectoras de la Dirección General de Cultura y Educación condicionaron la realización de una actividad a que no se nombrara a la empresa de capitales norteamericanos. La asamblea vecinal que la organizaba señaló que la firma realiza donaciones a establecimientos educativos para “cooptar” autoridades escolares y evitar que se hable de la contaminación ambiental que genera
La Asamblea de Vecinos Contaminados de Berisso y Ensenada, que desde el año pasado se está reuniendo y generando acciones para enfrentar -entre otras cosas- la contaminación que sufren los barrios aledaños a la fábrica Oxbow Copetro, denunció que ayer tres inspectoras escolares intentaron condicionar una charla que iban a realizar en la Escuela Primaria Nº9 de Berisso.
“Al evento fuimos invitados por docentes del establecimiento, que tienen la ardua tarea de educar diariamente a aproximadamente 50 estudiantes que acuden a la escuela ubicada sobre la histórica calle Nueva York de Berisso”, explicaron a este medio integrantes de la asamblea, que se disponían a realizar ayer a las 10:30 una actividad en ese colegio, enmarcada en el proyecto “Reciclando Juegos” que tiene como base la Educación Patrimonial, Artística y Ambiental para las infancias.
Sin embargo, denunciaron que al llegar “estaban presentes tres inspectoras de la Dirección General de Cultura y Educación – Mariana Sinisi (Inspectora de Educación Artistica), Cecilia Urbiztondo (Inspectora de Educación Física) y Susana Aguirre Ponce (Inspectora en el área de Psicología), quienes condicionaron la realización de la charla a que no nombrásemos a la empresa Oxbow Copetro”.
Cabe recordar que esta firma, que produce desde hace más de 35 años carbón de coque, tiene un largo historial de contaminación ambiental, e incluso fue sancionada por la Justicia teniendo que indemnizar a vecinos del Barrio Campamento de Ensenada, uno de los más afectados por las emanaciones de la planta. A pesar de esto, las emisiones tóxicas de la fábrica nunca cesaron.
La asamblea impulsó el año pasado actividades para difundir la situación e incluso también juntaron firmas para realizar un pedido al Organismo Provincial de Desarrollo Sosteniblepara solicitarle que les conceda “los estudios de calidad de aire, sedimentables y efluentes gaseosos” de la empresa.
Según informaron, las inspectoras “con excusas y argumentos administrativos y burocráticos, nos sugirieron que intentemos darle otro formato a la charla comentando sobre la contaminación del agua y del aire de La Región sin mencionar a dicha empresa, responsable de daños comprobados a la salud de los habitantes de Ensenada y Berisso desde su instalación en la década de 1980”.
“Las autoridades mencionadas, nos pidieron que enmascaremos la realidad con un discurso más bonito y que no comprometa a la empresa en cuestión con el insólito argumento de que podía herir susceptibilidades. Ante semejante atropello a la libertad de expresión de esta Asamblea, no dispuestos a tolerar esta clase de condicionamientos, nos retiramos del lugar sin poder dar la charla”, explicaron.
Limpieza de imagen
Desde la asamblea aseguraron que este tipo de empresas multinacionales “utilizan como estrategia de ‘limpieza’ de su imagen diversos modos de vincularse con la comunidad, entre ellos, aportes económicos en salud y en educación, dos áreas sensibles en las que el Estado se encuentra cada vez más ausente”.
En ese sentido, señalaron que Oxbow Argentina “en los últimos días ‘afianzó’ su vínculo con escuelas de la Región, tal como fue publicado en el Semanario de Berisso (3 al 9 de enero de 2020), mediante donaciones de material de lectura y otros elementos didácticos, de las que fue destinataria la Escuela Primaria N° 9 de Berisso, entre varios establecimientos educativos más”.
“Una vez más, denunciamos que este tipo de aportes económicos, cooptan tanto a docentes como a autoridades educativas, condicionando el contenido de la educación e información que debería recibir la comunidad, manteniéndola en la ignorancia de las causas que la enferman”, remarcaron.
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