Control Ciudadano intentó impedir que pudieran comercializar su producción pero lograron instalarse en Plaza Moreno. En 20 y 50 se vivieron momentos de tensión cuando un móvil municipal atropelló a un joven productor. Reclaman mejoras para las zonas en las que producen. “Vinimos a vender, no a robar”, dijeron
Por David Barresi
Llegaron por la mañana al centro de la ciudad desde los barrios de Olmos, Poblet, Romero, Etcheverry y Abasto. Eran alrededor de 1000 productores y productoras del cordón frutihortícola dispuestos a realizar nuevamente un feriazo para poder comercializar mano a mano, sin intermediarios, su producción. En ese marco, buscaban difundir su reclamo por mejoras para los caminos rurales, por la construcción de más escuelas y jardines, y por la ampliación de políticas públicas para el sector.
Sin embargo, desde que pusieron sus pies en el casco urbano, los móviles municipales de la Secretaría de Convivencia y Control Ciudadano quisieron impedir la instalación de la feria. “Desde un principio nos negaron el permiso. Estamos haciendo ferias en Constitución, Retiro, Liniers, y ahora nos tocaba La Plata. Lamentablemente no nos querían dejar vender nada”, afirmó Zulma Molloja, una de las referentes y voceras de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT).
La intención de los productores era instalarse en tres plazas: Moreno, Italia y San Martín. Finalmente decidieron concentrarse en el parque central de la ciudad, frente a la Catedral. Pero cuando llegaron ahí un móvil municipal intentó incautarles un camión, lo que generó una extensa discusión con los inspectores, que tras observar que no había nada que no estuviera en regla, liberaron el vehículo. De todas formas, sí terminaron incautando otra camioneta, que fue llevada a la sede de 20 y 50.
Mientras comenzaban a desarrollar la feria y ya una multitud se empezaba a abalanzar sobre los productos frescos a bajo costo, otro sector de la UTT fue a recuperar no sólo el coche si no la mercadería que tenía en la caja, también incautada. Allí, bastaron unos minutos para que la tensión escalara al máximo: un inspector de Control Ciudadano salió apresuradamente del edificio situado en la esquina de Plaza Malvinas y atropelló un joven productor, dándose luego a la fuga. De inmediato los productores ingresaron a la sede municipal, pidiendo una ambulancia y rodeando su camioneta con intenciones de recuperarla.
Minutos después llegó el SAME, que asistió al productor y lo llevó al Hospital Rossi. Al mismo tiempo decenas de efectivos policiales del Grupo GAD se instalaron en el lugar. La situación no pasó a mayores, aunque sí hubo algunos forcejeos, y tras ingresar un grupo de referentes a dialogar con las autoridades, la camioneta fue devuelta, y los productores volvieron al feriazo. De todas formas, aclararon que realizarían la denuncia en la Comisaría 4ta por su compañero atropellado.
“Vinimos a vender, no a robar. Ellos quieren sacarnos, quieren amedrentarnos, pero no lo van a lograr, somos gente laburadora, trabajadora. Se equivocaron con nosotros”, sintetizó Molloja y remarcó: “Vinimos a hacer un feriazo pacíficamente”.
Producción y condiciones de vida
En La Plata se encuentra uno de los cordones frutihortícolas más grandes del país, que reúne a entre 5.000 y 9.000 productores familiares que alimentan a alrededor de 14 millones de personas. Sin embargo, desarrollan su labor en condiciones totalmente precarias.
Sandra Estrada, otra de las productoras de la UTT, afirmó a este medio: “El objetivo de la protesta es por más políticas públicas por parte del gobierno. Estamos abandonados prácticamente en el ámbito de salud, educación y trabajo sobre todo. Vivimos de una manera muy indigna”.
“En Poblet cuando llueve se destruyen los caminos y los maestros no dan clase porque no pueden llegar. Además los colectivos escolares que llevan a la escuela a los chicos, pasan a la hora que quieren y terminan llegando tarde”, enumeró y remarcó la necesidad de que se aumente la cantidad de instituciones educativas en los barrios en que viven.
Por otro lado, señaló que “en la salita no hay insumos, hay discriminación hacia la gente norteña o boliviana, no tenemos una atención humanizada como merecemos”, y luego puntualizó en el problema de la comercialización: “En las quintas cuando vendemos la producción los intermediarios te pagan cuando quieren o como quieren. Por eso venimos acá. Le sirve al consumidor por el bajo costo, y nos sirve a nosotros que podemos establecer un precio justo”.
Si bien el Municipio comenzó a desarrollar ferias junto a un sector de productores, las referentes de la UTT afirmaron que no están incluidos en ese canal de comercialización. La necesidad de este tipo de eventos queda plasmada en la inmensa afluencia de consumidores que se da en cada feriazo. En este caso, los productores ofrecían lechuga, brócoli, albahaca, zapallito, tomate, morrón y también frutillas. Cada artículo por 10 pesos, por lo que con 100 pesos se podían llevar un bolsón con diez variedades.
Los pequeños productores rurales vienen denunciando el desmantelamiento sistemático de los programas de asesoramiento y asistencia , así como también la eliminación del monotributo social agropecuario y la ausencia de políticas públicas que les permitan enfrentar el aumento sostenido de las tarifas de los servicios y de los precios de los insumos. “Todas las medidas puntan a destruir a los principales productores de alimentos del país”, afirmaron, al tiempo en que reforzaron su intención de no bajar los brazos y seguir peleando por sostener su producción y mejorar sus condiciones de vida.
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