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viernes 08-11-2024

Fuera de foco: la cobertura mediática en el segundo juicio por Lucía Pérez

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¿Qué está ocurriendo durante el proceso judicial que se desarrolla en Mar del Plata? ¿Por qué no se permitió la transmisión pública de las declaraciones de los testigos?¿Qué oculta el cuestionamiento de los jueces al trabajo de los periodistas acreditados? ¿Por que el juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa y el caso de Lucas Dupuy adquirieron otros alcances en su difusión? 

Dolores, 2 de enero de 2023. La tranquilidad habitual de la ciudad ubicada en la intersección de la Ruta 63 y la Autovía 2, a mitad de camino entre Buenos Aires y Mar del Plata, se ve alterada por el inicio del juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa y una horda de periodistas (llegados en su mayoría desde la Capítal Federal) que rodean los palacios de tribunales de ese lugar.

A lo largo del juicio los movileros informan al segundo y en detalle qué dicen en sus testimonios los testigos,  los familiares del joven asesinado y algunos de los acusados. Además aclaran si los ocho jóvenes sentados en el banquillo miran para arriba, para abajo si sonríen, si no piden disculpas o si las piden ‘pero ya es tarde’. Y siguen minuciosamente a cada uno de los que ingresan y egresan de ese lugar. Hasta se transmite en vivó cuando uno de los abogados sale a comprar pastillas a un kiosco.

Desde los estudios de televisión de los medios de comunicación hegemónicos elucubran teorías y claman por una “pena ejemplar”. Analizan con caras de compunción si todos los acusados tendrán la misma pena y si irán a cárcel común o serán ‘presos VIP’. Se realizan programas especiales. No faltan los psicólogos y expertos en criminalística para sumar a la información (y, también, a la confusión). Ni Gran Hermano se animó a tanto.

Finalmente llegan los alegatos que son transmitidos en vivo y en directo por los canales de noticias. La lectura del veredicto directamente se transforma en cadena nacional.

La Pampa, 2 de febrero de 2023. En Santa Rosa se lee la sentencia por el crimen de Lucio Dupuy, de 5 años. Se declara a su mamá Magdalena Espósito Valenti y su pareja Abigail Páez, culpables por homicidio calificado en perjuicio del niño y, en el caso de Páez, de abuso sexual gravemente ultrajante. 

La sentencia adquiere la misma lógica que en el caso del juicio Fernando Béaz Sosa, con trasmisión en vivo y movileros llegados desde la capital Federal por doquier. Una escena similar ocurre el 13 de febrero cuando se dan a conocer los fundamentos y la cuantificación de la pena.

El mensaje que se transmite desde los medios masivos excede las circunstancias de los hechos. Lo que acompaña la demanda de justicia por Lucio desde los micrófonos es un discurso lesbo-odiante, intentando ligar (maliciosamente) la perversión de esa pareja y el asesinato del niño con la elección sexual.

Los padres de Fernando Báez Sosa son abordados por periodistas en Dolores | Foto: Télam

Mar del Plata, 07 de febrero de 2023. Pese a que la ciudad balnearia concentra, como cada verano, a los móviles en diversas playas con información sobre el clima, las ofertas gastronómicas, las entrevistas con famosos, el precio de los churros y un sinfin de detalles “de color”, lejos estuvieron de acercarse a los Palacios de Tribunales, en el comienzo del segundo juicio por el femicidio de Lucía Pérez.

En ese proceso, y a pesar de que la familia de Lucía había pedido explícitamente que el juicio sea transmitido de forma completa y directa, el Tribunal, sólo autorizó que se transmitan por el canal de Youtube de la Corte Suprema bonaerense las jornadas de inicio del debate, los lineamientos de acusación de la defensa, los alegatos de clausura y la lectura del veredicto, pero no las declaraciones de testigos. Y apenas seis periodistas pudieron estar presentes en una segunda sala (cuatro pisos por debajo de donde se desarrolla el juicio) para seguir por videoconferencia las audiencias. 

Dejar de ser noticia

En diálogo con Pulso Noticias, Micaela Polak, secretaria de Género del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) e integrante del Bloque Sindical Feminista, señala: “Al juicio por el femicidio de Lucía creo que no se le está dando la misma trascendencia que se les dio a los casos de Fernando Báez Sosa y de Lucio Dupuy porque, lamentablemente, ocurren todos los días los femicidios y de hecho muchísimos hechos no llegan a los medios”. “Esto es lo que tiene que preocuparnos, por qué deja de ser noticia que nos maten todos los días”, afirma.

“La falta de mediatización busca ocultar lo que está sucediendo en ese juicio, tanto la revictimización de ella, que es algo que pensamos que habíamos superado y en estos casos nos damos cuenta que no es así, que se vuelve a poner la lupa sobre la vida privada de las víctimas. Claramente, preguntar a los familiares sobre la vida privada de Lucía y no sobre su asesinato es una forma de revictimizarla y también es una manera de victimizar a quienes se ocupan de denunciar ese hecho”, resalta.

Foto: Agencia Télam

En la misma línea indica: “También se le está restando importancia a una situación que es el de amedrentamiento de una compañera periodista que estuvo en esa sala y que al tomar textuales de las declaraciones en el juicio y publicarlos luego, que es un trabajo muy similar al que hicieron compañeras y compañeros de HIJOS cuando dibujaban los juicios y tomaban los textuales, en este caso los periodistas que lo hicieron fueron reprendidos por los jueces y la verdad que eso es de un nivel de violencia institucional que no se está mostrando, que hay que denunciar”.

Polak hace referncia a la situación relatada por la periodista de la vaca.org, Anabella Arrascaeta, la única periodista mujer acreditada en la cobertura del juicio, quien luego de publicar las declaraciones que habia tomado por parte de los familiares de Lucía y, en particular, las preguntas de la defensa de Matías Farías y Juan Pablo Offidani (los acusados) fue citada, junto a los periodistas que estaban acreditados, por los jueces del tribunal.

“Los jueces llamaron a cuarto intermedio ante las quejas de la defensora oficial María Laura Solari y del defensor privado César Sivo por la excesiva ‘textualidad’ de dicho trabajo”. detalló Arrascaeta en lavaca. “Delante del abogado y abogadas de los imputados, y las abogadas de la familia, los jueces piden que no se escriban, en las notas, las declaraciones de los testigos; piden que no haya textuales y hablan de usar el sentido común. Alegan que, caso contrario, se puede entorpecer el desarrollo del proceso”.

“Esos colegas preguntan, desorientados, cuál es el límite que quiere marcar el Tribunal; qué se puede, qué no, hasta dónde; los más habituados a coberturas judiciales confesarán nunca haber vivido algo similar”, dice la periodista. También resalta que “en una mano, el presidente del Tribunal, Gustavo Fissora, tiene impresa la nota de LaVaca”. Y agrega que lo más curioso es que “no se cuestionaba (como suele ocurrir) alguna distorsión, mala información o error, sino lo contrario: la veracidad y precisión del artículo”.

La cronista de LaVaca también recuerda que el primer juicio fue anulado por la Corte Suprema bonaerense y que “la anulación del juicio califica aquel desarrollo como subjetivo y tendencioso, prejuicioso, parcial y discriminatorio’ y plantea, entre muchas otras cosas: ‘No olvidemos que en esta instancia no se está juzgando a la víctima (como pareciera estar ocurriendo) sino a los eventuales victimarios’”.

“La decisión de los máximos tribunales no inhibió a la defensa de los acusados, que continuó con la estrategia de culpar a la víctima para salvar a los victimarios”, remarca Arrascaeta, lo que le permite concluir que “en este caso, más que la difusión de las respuestas de los testigos (lo que argumentó el Tribunal), lo que parece haber generado molestias es la revelación de las preguntas de los abogados defensores de los imputados”.

El arraigo de la violencia machista

Desde el Bloque Sindical Feminista, que integra Micaela Polak, repudiaron públicamente a la “justicia patriarcal que está poniendo de nuevo el foco en Lucía y no en sus asesinos”, reclamaron “un proceso con perspectiva de género y que la cobertura mediática esté a la altura de las circunstancias”.

“Hay todo un trabajo que tenemos por delante, que venimos llevando a cabo”, dice la secretaria de Género del Sipreba al rememorar que “no casualmente el Ni Una Menos se fundó al comienzo por compañeras periodistas que no tenían más ganas de cubrir estos hechos, porque consideraban que teníamos que decir ‘basta’ de alguna manera y, sobre todo, teníamos que tener una perspectiva de género”. 

Lucía, otro grito en medio de la injusticia

“Al poner el foco en la vida privada de la víctima nos victimizan a todas, que tenemos que estar dando todo el tiempo explicaciones, esto de cómo nos vestimos, con quién andamos, dónde estamos, qué consumimos y qué no. Todo eso sigue muy presente en la sociedad. Todo eso se nos cuestiona y no se le cuestiona a los varones, ni siquiera a los varones asesinos. Está arraigada la violencia machista en todos los niveles de la sociedad”, expresa Polak.

“Necesitamos una reforma judicial feminista”

La periodista de Página 12, Verónica Gago, describe en la nota titulada “El primer paro a Macri se lo hicieron las mujeres“ que “el 19 de octubre de 2016, como respuesta organizada e inmediata al femicidio de Lucía Pérez, por primera y en todo el país el Paro de Mujeres -así se llamó entonces- bloqueó la vida cotidiana, sacó a las mujeres de las pantallas de televisión y de cada puesto de trabajo”.

Gago manifiesta que “el paro feminista produjo una innovación política histórica: usó una herramienta de la lucha obrera para protestar contra las violencias machistas” y asegura que “explicitó, desde un acto de rebeldía, por qué se puede parar contra los femicidios y a la vez contra el saqueo de los territorios, contra los mandatos heterocispatriarcales y contra el trabajo precario y, de ese modo, desafiar al neoliberalismo en las casas y en las calles”.

Guillermo Pérez y Marta Montero, papá y mamá de Lucía | Foto archivo Pulso Noticias

Consultada acerca de si lo ocurriodo en el primer juicio por el femicidio de Lucía Pérez, y lo que se está viendo en este segundo proceso judicial, tiene que ver con un intento del poder judicial para disciplinar al movimiento feminista, Micaela Polak asevera: “Hay un permanente intento de disciplinar al movimiento de mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries. Necesitamos una reforma judicial feminista porque creo que eso es lo que va a hacer repercutir en todos los órdenes de la vida”.

Y en la misma línea argumenta: “Tenemos en el país leyes feministas, leyes que logramos en la calles, en la representaciones populares, que son muy de avanzada, que son señeras en el mundo. Sin embargo, el poder judicial luego no las hace efectivas. Eso es lo que hay que transformar para que el disciplinamiento se termine”.

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Periodista - Papá primerizo y asador de departamento.
Walter Amori nació en Villa Ramallo, en 1983, pero ya lleva más años transcurridos en La Plata que en su ciudad natal. Se recibió de Licenciado en Comunicación Social en la UNLP, lugar donde además fue docente de Opinión Pública. En la capital bonaerense trabajó en prensa institucional y desarrolló tareas periodísticas en medios privados y públicos. Desde 2018 forma parte de Pulso Noticias. Anda en eso de ver de qué se trata la vida después de empalmar paternidad primeriza y dos años de pandemia. Tiene una parrilla en el balcón con poco uso.

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