Otra vez de forma exprés y a fin de año, el intendente Julio Garro impulsa la modificación de indicadores urbanísticos. Se vienen nuevas construcciones en zonas rurales o inundables. Las consecuencias: beneficios para desarrolladores, riesgo hídrico y desplazamiento de la producción hortícola
Cuando se rezonifica un sector de la ciudad, es decir, se le cambian los indicadores urbanísticos permitiendo edificar en sectores donde antes no se podía hacerlo, rápidamente se valorizan exponencialmente las tierras.
“A los productores les termina conviniendo vender su terreno, en vez de seguir produciendo. Sectores inmobiliarios compran suelos rurales, después eso se rezonifica, cambian los indicadores, y la plusvalía que generó es altísima (…) Esto se denomina extractivismo urbano”, explicaban hace un año los arquitectos e investigadores Juan Carlos Etulain e Isabel López a Pulso Noticias, tras presentar su trabajo “Territorios vulnerables y paisajes emergentes”, en el que analizan, entre otras cosas, las consecuencias del “crecimiento urbano irracional” que tiene nuestra ciudad.
Este diciembre no va a ser la excepción en el Concejo Deliberante platense. Otra vez la gestión de Julio Garro impulsa la aprobación exprés de rezonificaciones de áreas rurales en las que de ahora en más se podrá edificar. Esto trae jugosos beneficios para desarrolladores inmobiliarios y profundiza las consecuencias negativas en términos ambientales y de sustentabilidad urbana.
Se trata de una película repetida. Los últimos fines de año suelen traer este tipo de ordenanzas que modifican el Código de Ordenamiento Urbano y Territorial a las apuradas en las últimas sesiones. El bloque de Juntos cuenta con mayoría dentro del cuerpo legislativo como para poder aprobarlas en la próxima reunión que será el jueves 15 de diciembre.
Los proyectos que buscan sancionar modifican los indicadores urbanísticos de aproximadamente 130 hectáreas. El bloque del Frente de Todos ya anunció su voto en contra, denunciando el riesgo de inundación, el negociado inmobiliario, la baja plusvalía urbana que la Municipalidad recibirá y la afectación de terrenos que estaban destinados a la actividad productiva.
Precisamente, la investigación mencionada de los profesionales de Centro de Investigaciones Urbanas y Territoriales (CIUT) de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo alertaba sobre las consecuencias de este proceso de extensión de la “mancha urbana” sobre zonas rurales u otras inundables, que viene desarrollándose en la ciudad desde hace más de diez años -durante distintas gestiones de gobierno- sin freno alguno.
Los proyectos
Uno de los proyectos que se busca aprobar involucra otra vez a un barrio privado. Entre los problemas de la extensión de este tipo de urbanizaciones está su escasa densidad poblacional para la ocupación del suelo que ostentan. Sobre todo en una ciudad como esta en la que las posibilidades de acceso a la tierra para vivienda son escasas y los alquileres altos.
En este caso, se trata del barrio San Efren, ubicado en 438 y 141. La oposición denunció que los terrenos ya se están loteando y vendiendo, antes de que la ordenanza esté sancionada, y lógicamente el valor de la tierra es mucho mayor a cuando los desarrolladores adquirieron las mismas.
En ese sentido, la bancada Frente de Todos volvió a plantear la necesidad de que se posterguen los expedientes hasta tanto haya una nueva ordenanza de “plusvalía urbana” que eleve la tasa que tienen que pagar los “brokers” inmobiliarios por la altísima rentabilidad que obtienen con este tipo de maniobras.
El oficialismo, por su parte, se justificó diciendo que el expediente fue ingresado hace cinco años y ya tiene trámites realizados en la Provincia. La ganancia estimada, según la oposición, para quienes se benefician de esta modificación ronda los “11 millones de dólares”.
Otro de los proyectos busca rezonificar un predio ubicado en 137 y 94, en Altos de San Lorenzo. El problema ahí, señalaron desde la oposición, es que se trata de una zona con alto riesgo de inundación, según un informe presentado por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). El oficialismo, por su parte, se escuda en que el convenio prevé la realización de obras hidráulicas.
Por último, hay un proyecto más, para cambiar los indicadores urbanísticos en el barrio Los Porteños, en terrenos ubicados entre las calles 447 a 467 y 141 a 144. Allí, el Frente de Todos denuncia que la zona está protegida por otra ordenanza, porque se trata de un área donde hay producción frutihortícola. Si los indicadores cambian, los terrenos de toda esa región tenderán a aumentar su valor y la tendencia a desplazar los productores y productoras seguirá su curso.
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Periodista y Licenciado en Comunicación Social. Sagitario en casa diez, ascendente en Piscis y luna en Capricornio. Buena mano para el mate. Trabajó en Infoanpress; diario Hoy; Agencia La Provincia; revista Avanzada Sindical; revista La Tecla y colaboró en ANRed. Escribe en secciones como Política, Derechos Humanos, Interés General y Socio Ambiental. Un poco sindicalista. No es tímido, nomás le cuesta entrar en confianza.