La agenda de la escena independiente de nuestra ciudad tiene su propia app, que permite interactuar a una gran comunidad de artistas, productores y consumidores. Pulso Noticias habló con una de sus creadoras, que contó detalles de una propuesta para decirle adiós a los eventos de Facebook
Si Facebook nació en un cuarto de Harvard como la red que vinculaba a los estudiantes de élite de un campus exclusivo y excluyente, ZAZ surgió entre centros culturales, fiestas alternativas y recitales de rock de nuestra ciudad, en la cabeza de Mariana Arocena y María de los Ángeles Gñazo, dos “amigas de la vida” que compartían esas noches y una idea en común: La Plata necesitaba un lugar donde se centralizara esa movida cultural, rica, variada y autogestionada.
La idea inicial, allá por 2013, fue centralizar la información en una página web, Agenda Cultural ZAZ, para permitir a aquellos espacios que no cuadraban con el algoritmo (y el negocio) de los eventos de Facebook posicionarse como una opción válida en la ciudad. Cinco años después, la agenda es un lugar común y compartido entre productores culturales, artistas y consumidores del circuito platense, pero ante el riesgo de quedarse en el tiempo, Mariana y María de los Ángeles hicieron una nueva apuesta: lanzaron una app para celulares y tablet que ya no sólo reúne la información, sino que busca tejer una red social cultural basada en las ideas de comunidad e interactividad.
Para entender más de la agenda, de la movida y de las luchas de quienes producen cultura, Pulso Noticias dialogó con Mariana, una de las creadoras de ZAZ, quien contó que “en un principio, la idea era mostrar en un pantallazo todo lo que se producía en los espacios y centros culturales de la región. El centro siempre fue la agenda, pero hoy tenemos nuevas herramientas y la posibilidad no sólo de ver todo el contenido, sino de interactuar con él”. Las cosas cambiaron, por eso surgió la app.
-¿Por qué la app se proyecta como una red social cultural?
-Porque es una herramienta de difusión que se potencia. Antes de la aplicación nosotras subíamos todos los eventos, ahora cada productor cultural puede hacerlo, con lo cual se vuelve más colectivo y autogestivo, y se sostiene independientemente de que nosotras hayamos visto el evento o no. Pero además, nuestra propuesta es generar una red social cultural de la comunidad de artistas y de público, donde la información circule sin algoritmos, donde entres y puedas descubrir propuestas y artistas que nunca te habrías cruzado de otra manera, o que no pertenecen a tu circuito. Así como alguna vez surgieron los medios alternativos a los centrales y masivos, en lo digital es necesario generar alternativas en redes sociales. Facebook e Instagram son importantes, nos nutrimos de ellas, pero queremos ir más allá del negocio que estas plataformas tienen.
-¿Cuál es ese negocio de Facebook e Instagram?
-Por ejemplo, la propuesta de una noche de jazz en un centro cultural y todo lo rico que eso implica, a Facebook no le interesa. Solo le interesa si compartís algo que todo el mundo quiere consumir. Entonces es un medio con lógicas diferentes a las que tenemos los espacios y artistas que producimos de modo independiente. Necesitamos Facebook hoy, pero es otra lógica. La idea de ZAZ es que quienes producen generen el contenido, y que me pueda encontrar en la agenda desde una milonga hasta la presentación de un libro y un evento de rap en un barrio. Poder generar esos cruces de gente y nuevos públicos.
-En estos cinco años de ZAZ, ¿en qué cambió el circuito cultural platense?
-La Plata tiene una historia muy rica y siempre hubo muchos espacios culturales, pero en estos cinco años hubo un boom de casas que abrieron sus puertas para que los artistas circulen por ellas. Desde 2013 se generaron tres coordinadoras de espacios culturales, los trabajadores de la cultura se organizaron, generaron movimientos, actividades, foros, cabildos abiertos donde pelearon por la reglamentación de esos espacios. Fue y es una lucha. En definitiva, fue un proceso no sólo de crecimiento y aparición de nuevos centros, sino también de organización de los artistas y de quienes los gestionan.
-¿Como acompañaron ese proceso?
-Desde la agenda hicimos coberturas, participamos e intentamos centralizar toda la información que se generaba, sistematizándola. Ya tenemos una base de datos de casi 300 productoras de La Plata que se registraron. Es un montón, y a partir de allí está pensada la app. En una parte de la agenda donde dice comunidad están los perfiles de los productores culturales, con la posibilidad de seguirlos e interactuar con ellos.
La cartografía cultural es algo complejo, porque los espacios abren y cierran constantemente, es algo móvil. Por eso la información de ZAZ puede ser valiosa, hay una comunidad donde hay perfiles y podes saber, con filtros, cuantos de música hay, cuántos de artes visuales, etc. Es una especie de mapa que genera información importante para el sector, para pensar estrategias de crecimiento, y puede aportar a las luchas y los reclamos, incluso ante el Estado.
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