Un crimen cometido por funcionarios policiales hace 24 años en Miramar aún sigue impune. La justicia avanza en la búsqueda del quinto policía femicida
Un 13 de marzo, de 1985, nacía Natalia Mariel Melmann. La tercera hija de Laura Calampuca y Gustavo Melmann. “La Polaquita”, le decían de bebé. Siempre la recuerdan tan amigable y solidaria. El amor y la felicidad de toda la familia fue derrumbada en febrero de 2001 cuando un grupo de policías bonaerenses la secuestro, violó, desapareció y asesinó.
A más de 24 años del crimen, el titular del Juzgado de Garantías N° 1 de Mar del Plata, Daniel De Marco, autorizó el pedido realizado por la familia de Nati y la fiscal Ana María Caro de extraerle sangre a ocho policías. Se tratan de agentes policiales que estuvieron cumpliendo funciones en la Dependencia policial de Miramar en febrero de 2001. Todavía se esperan los resultados del ex policía y dueño de la casa donde la llevaron a Natalia por última vez, Enrique Diez.
Desde las primeras autopsias realizadas en el cuerpo de Nati se detectó que hubo participación de al menos cinco policías. En 2002 los jueces de la Cámara en lo Criminal Nº 2 de Mar del Plata condenaron a los policías: Oscar Echenique, Ricardo Anselmini y Ricardo “Mono” Suárez a reclusión perpetua por los delitos de rapto y abuso sexual seguido de homicidio triplemente agravado. Sus ADNs coincidieron con tres de los cinco hallados.
Ese mismo año, Gustavo “El Gallo” Fernández, el “civil entregador”, fue condenado a 25 años por los delitos de homicidio triplemente calificado agravado y privación ilegal de la libertad agravada, aunque consiguió el beneficio de aplicar 2×1 y sólo estuvo ocho años en prisión.

El cuarto ADN era del policía Eugenio Panadero, que en aquella época era sargento del Destacamento de Mar del Sur, un pueblo del mismo partido (General Alvarado), ubicado a unos 15 kilómetros.
La justicia en ese momento vez miró para otro lado: en 2018 absolvieron a Panadero a pesar de una prueba contundente. Había una coincidencia genética del 95% de un bello pubiano hallado en el cuerpo de Nati. La fuerza de la familia, de las pibas y de un pueblo que por más de dos décadas siguieron saliendo a las calles, lograron que en 2023 lo condenaran a perpetua por el crimen que cometió, tras 20 años de impunidad. Y van 24 de que otro policía culpable camina impunemente por las calles de alguna ciudad.
PRIMER PEDIDO DE EXTRACCIÓN DE SANGRE
El 27 de diciembre del año pasado, la Sala II de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal resolvió hacer lugar al pedido de cotejo de ADN del (ex) policía Enrique Diez, quien era el propietario de la casa ubicada en el barrio Copacabana. La casa ya no existe porque a los pocos años del crimen decidieron derrumbarla.
Así fue que el pasado viernes 10 de enero Diez se presentó en la Asesoría Pericial de Mar del Plata “a los fines de proceder a la toma de muestra sanguínea para posterior cotejo de ADN”. Allí se le notificó del procesamiento en la causa, según reconoció la fiscal Caro. “Ahora estamos a la espera de esos resultados”, indicó.
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Cabe recordar que el ex policía Enrique Diez declaró en el primer juicio, en septiembre de 2002, y aseguró: “Era frecuente que organizara asados para mis compañeros. Suarez y Anselmini eran asiduos concurrentes”. Diez fue echado de la sala por el juez Enrique Aníbal Ferraris debido a la actitud sospechosa con la que respondía las preguntas, hacía silencios interminables y reiteraba: “Íbamos a comer asado, entre hombres, sólo hombres”.
A 24 años del secuestro, violación y desaparición seguida de muerte de Natalia Melmann, la causa se mueve a pasos lentos: hay un nuevo procesado a la espera de los resultados de la Asesoría Pericial de La Plata. En las próximas semanas se llevarán a cabo la extracción de sangre de otros ocho policías.
Por último, desde la familia de Natalia Melmann están a la espera de esos resultados, alertas porque ya han recibido demasiadas amenazas en estos 24 años. Y exigen mayor celeridad en la identificación del quinto asesino. “Queremos saber toda la verdad en vida, nos quedan pocos años”, vociferaron Laura Calampuca y Gustavo Melmann.

Más conocida como “Tefa”, nació en Mar del Plata en 1989. Trabajadora de prensa, periodista y Licenciada en Comunicación Social (egresada de la UNLP). Buscadora de la aguja en el pajar: le apasiona el periodismo de investigación. Trabajó en prensa institucional, en diversos medios privados de La Plata, y colaboró en medios alternativos como ANRed. Actualmente escribe notas vinculadas a los derechos humanos, política y cada tanto entrevista a personajes de diversos territorios. También integra el área audiovisual, En Foco, como productora periodística. Siempre redactando con las gafas violetas puestas. Desde 2018 forma parte de la cooperativa Pulso Noticias, donde aprendió a vender publicidad, gestionar pautas y hasta armar un gran escritorio en madera.