Lucas Finocchi tiene 39 años, es guitarrista y cantante de Mostruo! pero además tiene su propio proyecto musical que lanzó a fines de 2017 y continúa presentando con banda e invitados en la ciudad. “Me sigo sorprendiendo con la calidad de las cosas que salen de La Plata y por la originalidad que tienen… la verdad que sigue siendo un gran semillero “, le contó a Pulso Noticias
Por Matías Kraber
Un Tolosano que creció al ritmo de una pelota de fútbol y la música que escuchaban sus dos viejos músicos: un mix entre folclore, Río de La Plata y Los Beatles. Un tipo sensible que escribe “para quemar los bichos” y no para de producir discos: en el verano en un ataque de ansiedad grabó canciones de referentes platenses como Poly de Sr. Tomate o el Tano Caccavo de Villelisa, pero unos meses antes había sacado La velocidad, su primer álbum solista con una gran banda que armó en el camino, y este viernes lo estará tocando en Guajira en una fecha compartida junto a Umbra desde las 21:30.
Después, nobleza obliga a hablar de Mostruo!, porque Lucas Finocchi forma un tándem con otro gran músico llamado Kubilai Medina, con el que integran la banda de rock platense que nació en 2006 y obtuvo el inolvidable elogio de Gustavo Cerati, quien los votó como mejor banda del año y disco revelación con el lanzamiento de Grosso, su primer álbum de estudio. Hoy ya pasaron 12 años y se viene el quinto disco.
En el medio siempre estuvo la velocidad. Él dice que viene de su manera ansiosa de andar: pensar mil cosas al mismo tiempo y crear pliegues que se desprenden de su cabeza artística pero que terminan de algún modo floreciendo en discos en una ciudad a la que define como “un gran semillero”.
–¿Cómo ves la escena actual del rock en la ciudad?
–La escena actual la veo padeciendo mucho el ajuste. Se nota mucho la caída de los recursos de la gente para salir. Me muevo por los circuitos por donde toco. Mucho no voy a ver, porque estuve estos años trabajando mucho y me cuesta un poco. Pero sí vi nuevos lugares que se fueron armando, muchas bandas de chicas que van teniendo más lugar y me parece muy interesante; voy conociendo más por la radio que por ir a ver a las bandas. Pero me sigo sorprendiendo con la calidad de las cosas que salen de La Plata y por la originalidad que tienen. La verdad que sigue siendo un gran semillero.
–En el verano sacaste un disco de canciones del repertorio rockero local. ¿Cómo fue que decidiste hacerlo? ¿Creés que sigue en recomposición permanente la escena de rock de la ciudad?
–Elegí al azar las canciones y me quedaron un montón afuera. Pero era un acto egoísta el modo de hacer: algo así como mi mirada sobre las cosas. Necesitaba también crear algo para matar el tiempo y fue bastante fácil llevarlo adelante porque no tenía que tomar decisiones como si fueran canciones mías. Con respecto a lo otro, de algún modo sigue en vigencia y en recomposición porque continúa habiendo gente que va a ver shows. Lo más importante que tiene la ciudad es el público: muchos piensan que son las bandas. Acá se pueden armar bandas porque hay público, hay gente que consume, hay radios que difunden. Tenemos esta burbuja que todavía genera sentido e identidad y por eso siguen saliendo bandas. Cuando uno es chico escucha la radio y escucha una banda de la ciudad, y después es uno la banda de La Plata. Y así creo que se va retroalimentando.
–¿ De dónde viene el nombre o el concepto de la velocidad?
–La velocidad, es el nombre de una de las canciones. Me cerró porque es un concepto que va redondeando toda mi vida: yo soy muy ansioso, estoy pensando muchas cosas a la vez, me acelero y trato de frenarme. En ese ir más despacio voy encontrando las cosas que puedo y quiero hacer. En mis composiciones conviven un poco de rock nacional, música uruguaya, rock inglés y folclore…. yo creo que es una mezcla de todo eso.
Cuando canta se le siente la víscera de una letra que viene casi desde el esófago. Él mismo dice que es existencial para escribir porque cuando está contento le pinta cocinar e invitar gente, pero “para matar los bichos prefiero escribir”, dice y se acuerda del momento de vomitar una de las canciones de La velocidad que se llama Asco – que canta junto a Cam Beskin- y responde a la repulsión que le causó la vuelta del neoliberalismo al país de la mano de Mauricio Macri.
–¿Cómo fue crear Asco?
–Asco es una canción que hice cuando volvimos a elegir el neoliberalismo como opción de país… una opción que yo pensé que había quedado descartada pero subestimamos un poco el poder de los ojos celestes. En realidad, yo siempre trato de no ser muy literal. No sé si trato, no me sale. Me sale más hablar de lo que me pasa y siento. Pero esta vez es como que se mezcló todo. Esta realidad política que vivimos influye mucho sobre el futuro que uno puede tener. En los afectos y en la vida cotidiana es como que algo se quebró. Hoy pienso que Asco es una mirada un poco soberbia. No sé si estoy tan de acuerdo con esa mirada, pero en ese momento no lo podía creer y lamentablemente teníamos razón. Es tremendo lo que estamos viviendo, influye en el sentido en que a veces te saca las ganas porque después todo se borra de un plumazo, pero en realidad sí tiene sentido: el arte es eso que te sirve para sacarte de la coyuntura.
–¿Qué nos podés contar del próximo disco de Mostruo!?
–Con Mostruo! terminamos la fase de grabación del disco. En realidad estamos en el proceso de mezcla y masterización. Es un disco con canciones que esta vez volvimos a componer entre todos. En otras producciones estaban hechas más por el Kubo y por mí. En esta, en cambio, buscamos más el laburo grupal. Creo que hay unas muy lindas canciones del Kubo, que hacía mucho tiempo que no hacía, creo yo. Además va a estar bueno porque lo produce Juan Ravioli y le está dando otras texturas a las canciones. También está Alfredo Calvello que se metió en la parte de la composición, y entonces todo nos indica que va a ser un disco diferente a los otros pero a la vez es un disco de Mostruo! y tiene la identidad de la banda. Un buen continuador de la saga y al unísono una buena renovación de lo que veníamos a haciendo.
Lucas Finocchi – Guitarra, voz, coros / Luis Barandiarán – Guitarra / Pablo Fernández – Bajo / Juan Miguel Carotenuto – Batería / Victor Amoresano -Teclados
Somos un medio de comunicación cooperativo que se conformó luego de los despidos ilegales en el diario Hoy y en la radio Red 92 de La Plata, sucedidos a principios de 2018.
Sin laburo y con la intención de mantener nuestros puestos de trabajo, un grupo de periodistas, correctorxs, fotógrafes, locutorxs, productorxs audiovisuales y diseñadorxs decidimos organizarnos de forma colectiva.