Fue el sábado en La Caipo, en 9 entre 58 y 59, cuando aún no habían cortado la calle y estaban armando un importante evento. Junto a otros espacios habían elevado un petitorio al municipio pero no tuvieron respuestas.
Cualquiera que vive en La Plata hace más de 5 años sabe perfectamente que febrero y marzo en la ciudad son días de calor, pero también de espuma, latitas de cerveza y carnavales. Ya sea con las murgas que ensayan durante todo el año en las plazas, o con comparsas y diferentes estilos de percusión y baile, la juventud en un amplio sentido de la palabra, visita los carnavales de cualquier espacio que los organice: los municipales, en meridiano V, en Tolosa, en los centros culturales del centro o donde sea que un grupo de activistas lo organicen.
Durante la terrible ola de calor que azota la región, este año también hubo y hay carnavales de todo tipo. Incluso algunos espacios culturales se organizaron para articular sus carnavales en diferentes fechas para que “no se pisen”, y para poder tener todo organizado y que nada “agüe la fiesta”.
Así pasaron varios fines de semana con una importante participación, alegría y baile. Sin embargo el fin de semana le tocó a uno de los espacios, cerca de plaza Rocha, de sufrir la llegada del equipo de Control Urbano municipal.
Se trata del espacio La Caipo, de calles 9 entre 58 y 59, frente a las oficinas de Anses. Lugar conocido por diferentes actividades con grupos de música popular y percusión y talleres. Las dos artistas que gestionan el lugar, Juli y Mile, habían sido parte de la articulación con otros espacios, donde se presentó una carta al municipio, a través de la mesa de entradas de la Dirección de Registros Culturales que funciona en el Pasaje Dardo Rocha. Allí se daba a conocer el cronograma de varios carnavales, con una solicitud y aviso para hacer el corte de calle y realizar allí el festejo.
Desde febrero todos los carnavales funcionaron con normalidad, sin embargo, cuando tocó el Carnaval de La Caipo, este pasado sábado 4 de marzo, hubo que suspenderlo.
“Era el último sábado que se podían hacer carnavales en el marco de los centros culturales de La PLata”, explica Milena a Pulso Noticias. “Teníamos todo armado, las cosas en la calle, con la música muy baja y todavía no habíamos cortado la calle, solo el armado previo; fue ahí que llegó Control Urbano”, relató.
Tal como vienen denunciando los centros culturales desde hace años, no hay una relación y articulación comunicativa entre las decisiónes de la Secretaría de Cultura y Control Urbano, que ahora está bajo el organigrama de la Secretaría de Seguridad local. En La Caipo los agentes aseguraron que llegaron a través de una denuncia vecinal y pidieron un permiso para realizar el carnaval, y las artivistas le mostraron y explicaron sobre la carta con la petición presentada al municipio, que este último no respondió en ningun momento. “Les explicamos la situación y le mostramos este petitorio, que teniamos en el celular”.
Sin embargo, los agentes les labraron un acta, que firmó una de las chicas, y pidieron que no realicen el carnaval: “Bajo la amenaza de que si volvían a pasar y el carnaval estaba en marcha, lo iban a levantar”, recordó Milena.
“Nunca habíamos tenido un problema ni con Control Urbano ni tampoco nunca tuvimos con los vecinos, hemos hecho carnavales años anteriores siempre con normalidad”, agregó la percusionista y agregó que el carnaval de este año no fue reprogramado para otra fecha: “Tuvimos que decidir eso para no arriesgar el trabajo de nadie”.
Hasta ahora La Caipo fue el único carnaval que tuvo que suspenderse ante la amenaza de Control Urbano y el silencio del municipio.
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