Araceli Rea es abuela de un niño que padece un tipo de epilepsia denominada síndrome de West. Gracias al aceite que produce en base a la planta ha podido disminuir sus convulsiones. Esta mañana la policía allanó “por error” su vivienda en Parque Sicardi y la detuvo por más de cuatro horas en el Destacamento de Barrio Aeropuerto. La liberaron pero le incautaron el material vegetal. Piden que se lo devuelvan
Araceli Rea tiene su casa en Parque Sicardi, donde cultiva cannabis para producir aceite medicinal y poder tratar con el mismo a su nieto, que padece un tipo de epilepsia refractaria denominada Síndrome de West. Desde que emplea el tratamiento en base a la planta, logró disminuir sus convulsiones. Esta mañana la policía irrumpió en su casa, se la llevó detenida y le incautó todo el material vegetal. La mantuvieron durante cuatro horas en el destacamento de Barrio Aeropuerto. Fue liberada, pero aún no le devolvieron la medicina.
Según explicaron desde el Colectivo de Salud Comunitaria y Cultivo de Cannabis “La Semilla”, el allanamiento -que en teoría tenía la intención de buscar un celular, un chip y armas utilizadas en un supuesto robo- no estaba dirigido a su vivienda. Sin embargo, entraron allí de forma “accidental” y de “casualidad” encontraron las plantas.
Federico Pelagatti, un trabajador social que integra la mencionada organización, explicó a Pulso Noticias que este tipo de accionar del Estado y sus fuerzas de seguridad se deben a la criminalización que pesa sobre la actividad, que cada vez tiene más adherentes en la ciudad y en el país. “Hay un vacío legal. Los usuarios de cannabis claramente no somos narcotraficantes, no tenemos nada que ver con el narcotráfico. Todos llegamos al cannabis por alguna patología crónica, por un familiar, por un tratamiento paliativo para una madre, o situaciones similares”, indicó.
En ese sentido, señaló que la abuela tiene documentado a través de una historia clínica la eficacia del uso de cannabis medicinal para el control de las convulsiones de su nieto. Este informe médico fue reunido junto a otros de otras personas cultivadoras de la región, a raíz de un amparo colectivo que presentaron el año pasado junto a la Defensoría del Pueblo bonaerense con la intención de no tener problemas legales a la hora de cultivar.
“No es una opinión de Araceli que esto le hace bien a su nietp, hay una historia clínica. Hay un juez que tuvo conocimiento de esto. Pero además hay jueces que han avalado la importación de aceite e incluso el cultivo de cannabis con la mera demostración de que los niños efectivamente dejan de convulsionar”, remarcó Pelagatti.
Asimismo, señaló que tanto esta detención, como otras que ocurren sistemáticamente, “tienen que ver con que los usuarios de cannabis terapéutico, hoy en Argentina, la única ley que los media es Ley de Drogas, por lo tanto la policía si ve una planta de marihuana que está considerada como estupefaciente actúa en consecuencia”.
El Estado en contra de la medicina
El integrante de la organización que promueve el uso del cannabis medicinal, señaló que la acción legal presentada el año pasado no prosperó. “Solamente en Argentina han avanzado tres amparos de este tipo: en Salta, Río Negro, y Santa Fe”, detalló, pero en esos casos fue el propio Estado el que apeló las resoluciones.
“Es un problema muy grande que no se pueda avanzar en un tema cada vez más instalado en la sociedad, sobre el cual cada vez hay menos prejuicio para hablar. Cada vez es más gente la que tiene en claro lo que significa el cannabis terapéutico. No es que estamos pidiendo una ley para empezar a cultivar. La gente ya está haciendo uso del cannabis con fines terapeuticos y el Estado en vez de legislar e involucrarse para darle forma a lo que está sucediendo, no hace nada”, señaló.
A nivel local, si bien se aprobó en mayo en el Concejo Deliberante la adhesión municipal a la Ley Nacional de Cannabis Medicinal, la misma promueve la investigación científica y médica, pero no protege a los usuarios que se abastecen a través del autocultivo, quienes quedan expuestos a detenciones arbitrarias como la que ocurrió hoy.
“La ley nacional contempla la creación de un registro solo para los casos de epilepsia refractaria y no incluye al cultivo de cannabis”, puntualizó Pelagatti. Para tener una dimensión de lo que esto implica, afirmó: “Los usuarios en La Plata son, al menos según yo conozco, entre 500 y 600 personas. Son en su mayoría adultos mayores, en particular mujeres con patologías vinculadas a dolores neuropáticos, dolores crónicos, dolores por enfermedades terminales y tratamientos paliativos. También hay un porcentaje de niños y niñas, la mayor parte con autismo y una menor porción con epilepsia refractaria”.
“Entonces, crear un registro solamente para este último grupo y solamente para permitir importar aceite, no para cultivar, es un gran problema. Del total de la población usuaria organizada, todos acceden vía autocultivo. Ninguno accede por aceite importado. Hay que preguntarse qué hace el Estado con eso. ¿Lo niega? ¿Lo desconoce? ¿O busca sancionarlo?”, preguntó.
En ese marco, aseguró que quienes utilizan este tipo de medicina en general “vienen de fracasar con la medicina tradicional, con el uso de fármacos para controlar determinadas patologías, sufriendo los efectos colaterales y secuelas que tienen muchas de las drogas que se utilizan y teniendo pobres resultados clínicos”. Por eso, al comenzar a utilizar el aceite de cannabis y obtener buenos resultados a un costo irrisorio, es muy difícil que quieran abandonar esta práctica.
“Esta es la respuesta del Estado Provincial para quienes no tolerar ver colapsar a un nieto, la gobernadora es responsable de este vacío legal que es utilizado para amedrentar a abuelas como Araceli que se negaron ver sufrir a sus nietos y familias”, remarcaron desde la organización y tras la liberación se encuentran en estos momentos reclamando “la inmediata restitución de toda la materia vegetal secuestrada y la inmediata convocatoria de la Provincia a una mesa de trabajo para evitar que situaciones como estas se repitan”.
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