Desde mañana comenzarán a darse temperaturas elevadas que continuarán, por lo menos, durante el fin de semana
El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que incluye entre otras ciudades a La Plata, experimentará a partir del jueves su primera ola de calor de este verano, que llega más tarde por el efecto del fenómeno de El Niño, según remarcaron este lunes desde el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
La comunicadora meteoróloga del SMN, Cindy Fernández, explicó que “para que haya ola de calor tiene que haber tres días consecutivos en que los que la temperatura mínima sea superior 22° y las máximas, superiores a los 32,2°”.
La máxima para este lunes girará en torno a los 30°, con lo cual ya no va a cumplirse uno de los requisitos, aunque mañana podrían darse ambos porque se espera una mínima de 23 y una máxima de 34. “Como el miércoles será igual y el jueves tendremos entre 25 y 36°, ese mismo día se declararía la ola de calor, por la noche”, señaló la especialista.
Asimismo, la ola de calor proseguiría viernes, sábado y domingo. Si bien entre el jueves y el domingo “puede haber algunas lluvias” en virtud de un aumento de la humedad y la cercanía de un frente de tormenta -“que pueden llegar a generar algún chaparrón aislado o tormentita puntual”-, su probabilidad de ocurrencia “es muy baja”.
El fenómeno El Niño y un leve alivio que no disimula el cambio climático
Este año es particular dada la presencia de un fenómeno de El Niño moderado. Al respecto, Fernández explica que “éstos son veranos en los que suele haber más pasajes de frentes fríos, más lluvias, más días con nubosidad y entonces, si bien hace calor, no se llega a valores extremos porque no hay una sucesión de días de sol que dé tiempo a las temperaturas a llegar a valores tan altos”.
Y si bien “suben las temperaturas porque es verano”, los procesos de crecimiento de los valores térmicos “se cortan rápido y no tenemos estos períodos extensos con temperaturas en ascenso como vamos a tener ahora, que va a ser una semana completa de cielo despejado y poca nubosidad”.
No obstanto, el aparente alivio que trae El Niño no implica que el cambio climático esté cediendo su efecto. “Para nada, de hecho, cuando uno mira la tendencia de los últimos 30 ó 50 años, ve que los veranos tienden a ser cada vez más cálidos, aunque cada tanto hay alguno donde se produce un fenómeno como éste, que ayuda a que las temperaturas se mantengan un poco más bajas”, señaló.
Esta situación se diferencia a la del último verano, que fue extremadamente cálido dado a que se estaba en presencia del efecto opuesto, el de La Niña, que produce sequía y pocas lluvias.
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