Se trata del exsargento Alfredo Gonzalez que se encontraba con libertad condicional desde fines de 2022. El viernes fue detenido en su casa de La Plata luego de que la Jueza Lasaga confirmará dicha orden. Conoce cuál fue su rol en el secuestro, asesinato y desaparición del joven Andrés Núñez
A casi 33 años de uno de los mayores delitos contra la violación de los derechos humanos en democracia, cometido por la maldita Policía Bonaerense que mantiene los resabios de la última dictadura civico militar. Alfredo Jorge Gonzalez fue parte del grupo de tareas que comandó el actual prófugo Pablo Martín Gerez –quien merece un capítulo aparte-; secuestró, torturó y estuvo al tanto de todos los delitos cometidos contra Andrés Núñez. Desde hace años, el policía solicitó reiteradamente beneficios para salir en libertad y así se lo concedieron en noviembre de 2022. El viernes 8, la misma jueza de Ejecución Lasaga confirmó su detención y ese mismo día volvió a la Unidad 9 de La Plata.
A fines del año pasado, la Jueza Laura Lasagna, titular de la sala II de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal, de manera unipersonal concedió la libertad condicional solicitada por Alfredo Jorge Gonzalez condenado a prisión perpetua por violación de los derechos humanos. Ante ello, el representante legal de Mirna Gómez, Manuel Bouchoux, apeló dicha medida, mientras que en paralelo, afuera de los Tribunales, se realizó una manifestación de familiares y amigues de Andrés para impedir que liberen a uno de los asesinos, que además estuvo prófugo por 15 años.
En marzo la Sala II de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de La Plata revocó la medida de la jueza que permitía la libertad condicional de Gonzalez. Meses despues, debido a los interpuestos judiciales, el 29 de agosto pasado la Sala V del Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires, integrada por los jueces Daniel Carral y Ricardo Borinsky, rechaza el recurso de la defensa y confirma su revocatorio que otorgó la libertad condicional. Ahora, la Jueza de Ejecución Laura Lasaga avala dicha medida y libra la orden de detención.
En la resolución de los jueces Carral y Borinsky, a la que tuvo acceso este medio, señalan que no resulta ser menor la información que se destaca de la evaluación psicológica del penado, de la que se desprende que: “…En cuanto a los motivos para su detención, supimos brevemente que en el marco de cumplir su función de policía bonaerense, se suscitan los motivos a los que enlaza a la presente pena. Lleva detenido 11 años, sostiene no haber cometido el hecho, vivenciando con injusticia y hastió el proceso penal. Se escucha marcado distanciamiento afectivo y rigidez para abordar de forma genuina las vicisitudes de los acontecidos y sus implicancias. Las interpretaciones y elaboraciones pueriles que brindo, solo depositan en los otros los motivos y efectos de su privación de libertad; se sostiene en una posición enaltecida carente de conflictos…” .
Quién es Alfredo Jorge Gónzalez
Alfredo Jorge Gónzalez tiene 68 años, nació en La Plata, y actualmente está detenido en la Unidad 9 de nuestra ciudad. La noche del 27 de septiembre de 1990, el ex sargento Gónzalez puso su propio auto, un Fiat 147 verde, para ir a la casa de Andrés Núñez en el barrio de Villa Elvira. Allí estuvieron unas cinco horas esperando a que llegara el joven; mientras tanto, hostigaban a su esposa Mirna quien estaba en la casa junto a su beba, la mamá de Andres y al rato llegó el padrastro a quien lo confundieron con Andrés, lo metieron en el auto, lo golpearon y después lo largaron.
A Andrés lo buscaban por un supuesto robo de bicicletas, pero claramente tenían la decisión de practicarle todo tipo de torturas repitiendo lo que hacían a fines de los ´70. En ese momento, Gonzalez formaba parte del grupo operativo N° 5 de “robos y hurtos” (de la Brigada de Investigaciones) junto a Pablo Gerez, Eduardo Fraga, José Ramos y Gustavo Veiga.
Los comandados por Gerez, Gónzalez, Ponce, Dos Santos y Ramos (el policía que se quebró) llevaron detenido a Andrés Núñez a la ex Brigada, ubicada en calle 61 entre 12 y 13, y allí fue la última vez que se lo vio con vida. Al “Gallego”, como le decían sus amigos, lo torturaron con “submarino seco” y quisieron hacer desaparecer su cuerpo quemándolo en un campo de General Belgrano.
El cuerpo de Andrés apareció luego de que la esposa del expolicía Ramos se quebrara y contara todo lo sucedido; y rápidamente él mismo confesó dónde lo habían enterrado y así consiguió su beneficio personal. El hallazgo fue realizado cinco años después gracias al trabajo realizado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Desde el momento del secuestro, su familia junto a amigos y organizaciones de derechos humanos se movilizaron por el centro de la ciudad exigiendo la aparición con vida de Andrés y castigo a los responsables. Sin embargo, la justicia no avanzaba, el difunto Juez destituido Amilcar Vara acomodó todos los papeles para beneficiar a los integrantes de la fuerza policial.
Leé toda la investigación sobre el caso
Gonzalez estuvo prófugo desde el momento de la desaparición forzada seguida de muerte hasta fines de octubre de 2005 que lo detienen en un taller mecánico de la provincia de Córdoba. En 2010, veinte años después, se llevó adelante el primer juicio oral y público en el cual fueron condenados Gonzalez y Dos Santos a la prisión perpetua por el delito de “privación ilegal de la libertad y torturas seguidas de muerte”. Mientras que otro de los ex agentes involucrados, Luis Ponce, estuvo prófugo durante 22 años hasta que fue capturado en 2012 en Neuquén y condenado a reclusión perpetua en 2017. Y el jefe del operativo Pablo Martín Gerez -primo de Duhalde- continúa prófugo de la justicia hasta el día de hoy.
Qué rol jugó Gonzalez
Gonzalez no sólo fue un agente que respondió a sus mandos, como él quiso instalar en el juicio oral. En el fallo del 10 de diciembre de 2010, de los jueces de la sala II de la Cámara de Apelaciones y Garantías Departamental, presidida por María Elia Riusech, junto a la jueza Lasaga y Dalto dejaron establecido que Gonzalez cometió dos delitos en el mismo día: detuvo ilegalmente a un adolescente -conocido de Andrés, en otro punto de la ciudad-, lo torturó, y logró salir vivo de la ex Brigada. Horas más tarde hizo lo mismo con Nuñez, pero a este lo “cortaron y quemaron”.
“Era la tarde cuando se acerca un Fiat 147 verde. Los que iban adentro lo llaman y se lo llevan. Afirma que lo encapucharon, que le pegaron dentro del coche con las manos en su cabeza, costillas, en definitiva, en todo su cuerpo”, expresaron en dicho fallo. “No le preguntaron nada, ni le pidieron que se identificara”, resalta la jueza.
Según declaró Gonzalez en su indagatoria, ese 27 de septiembre desde que oscureció hasta las 1 de la mañana aproximadamente estuvo en la casa de Andres, y luego, alrededor de las tres de la mañana se fue a la casa de su hermana ya que supuestamente estaba festejando su cumpleaños. Sin embargo, con los testimonios de otros policías y testigos que declararon en el juicio echaron tierra a su declaración. Fue un armado de Gonzalez para salvarse en ese momento, hasta su hermana, ex cuñado y ex esposa mintieron en su declaración.
También confesó -en su indagatoria- que hizo desaparecer el auto luego de que Andrés perdiera la vida en la ex Brigada de Investigaciones. A su vez, relató el cambio que hizo en su aspecto físico: se cortó el pelo y se afeitó. Sabía que estaba cometiendo un delito, sabía que no existía ningún registro de la detención de Andres; hubo una deliberación explícita de rehacer los libros de guardia, y sostuvo que él rehizo su parte.
En otra parte de su declaración afirmó que “por esta causa fue pasado a disponibilidad y mientras duró siguió percibiendo el mismo sueldo sin sus descuentos, que lo retiraba del estudio del doctor Casal, que tenían poder para ocultar todo”.
En tanto, la esposa de Ramos en 1990, Alicia Laura Visconti declaró que su esposo llegó y le contó lo sucedido. Ella repitió los dichos de Ramos: “al boludo del flaco se le fue la mano con la bolsa”, y se “les había quedado”, “que le dijimos… que no apretara tanto, refiriéndose al flaco Gonzalez”.
Claramente el ex sargento tuvo un grado altísimo de responsabilidad en la desaparición forzada seguida de la muerte del joven Andrés Núñez. Hace 32 años que su familia exige justicia, mientras que los responsables pretenden caminar libremente sin haber cumplido su condena en una cárcel común. En tanto, Pablo Martín Gerez sigue prófugo de la justicia pero hace pocos años presentó un escrito firmado de puño y letra por él mismo; qué se espera para capturarlo y hacer justicia real.
Grave violación a los derechos humanos
La corte provincial ha considerado el caso de Andres como una grave violación de los derechos humanos y aplicando los criterios y la doctrina del caso bulacio, entre otros, considera que este episodio, la accion penal es imprescriptible. Por eso la situación actual, espera el juicio por los encubridores y la búsqueda y captura del prófugo Gerez.
En 2014 la Suprema Corte de la Provincia confirmó que el caso de Andrés Núñez constituye una grave violación a los derechos humanos, basados en los casos precedentes: “Bulacio” y “Buenos Alves” de la Comisión Interamericana de los Derehcos Humanos (CIDH). En ese marco, para el letrado Bouchoux es improcedente acceder a la libertad condicional de Gonzalez: “porque se trata de un delito gravísimo”.
Más conocida como “Tefa”, nació en Mar del Plata en 1989. Trabajadora de prensa, periodista y Licenciada en Comunicación Social (egresada de la UNLP). Buscadora de la aguja en el pajar: le apasiona el periodismo de investigación. Trabajó en prensa institucional, en diversos medios privados de La Plata, y colaboró en medios alternativos como ANRed. Actualmente escribe notas vinculadas a los derechos humanos, política y cada tanto entrevista a personajes de diversos territorios. También integra el área audiovisual, En Foco, como productora periodística. Siempre redactando con las gafas violetas puestas. Desde 2018 forma parte de la cooperativa Pulso Noticias, donde aprendió a vender publicidad, gestionar pautas y hasta armar un gran escritorio en madera.
