El Encuentro Plurinacional de mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales, personas no binaries y transmasculinidades de La Plata, Berisso y Ensenada se desarrolló durante dos días en Plaza San Martín. Hubo talleres, festival cultural, feria autogestiva, asamblea abierta y una marcha por la ciudad
La cita transfeminista se desarrolló este viernes y el sábado, durante todo el día. El Encuentro fue abierto y gratuito, en la Plaza San Martín (7 y 54), con el objetivo de volver a encontrar a los feminismos de la región después de dos años de pandemia y virtualidad. Y, como se organiza en la ciudad, tuvo una fuerte impronta regional: a través de los talleres, actividades culturales, espacios de debate y movilización, se buscó denunciar los transtravesticidios ocurridos en la ciudad, la desaparición de Tehuel de la Torre, la precarización de la vida y reclamar contra el código de convivencia que impulsa el intendente Julio Garro.
¿Por qué hubo encuentros regionales?
Debido a la imposibilidad -por motivos de la pandemia- de viajar a San Luis al 35º Encuentro Plurinacional de mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales, personas no binaries, les transfeministas, colectivos, organizaciones, espacios culturales, junto con la Campaña Somos Plurinacional organizaron un encuentro regional el fin de semana largo de octubre. Esta fue la convocatoria:
“Las colectivas feministas y transfeministas reunidas hemos recogido los múltiples llamados que han surgido desde las mujeres, lesbianas, trans, travestis, campesinas, las discas, indígenas, estudiantes, trabajadoras, afrodescendientes, negras, marronas, para transformar el presente y resistir la dominación, explotación, ocupación y el despojo. Venimos forjando redes, estrategias comunes y comunitarias para demandar y construir una vida digna, libre de violencias, con el deseo de que se pueda vivir.
Desde todo el Abya Yala nos compartimos anualmente en los Encuentros (realizados en el territorio que llamamos Argentina desde 1986) e intercambiamos experiencias, vivencias, saberes, construimos consensos y coordinamos acciones colectivas. En 2019 fruto de un largo proceso y gracias a la potencia feminista, plurinacional, transfeminista, internacionalista, anticolonial y antirracista, los Encuentros avanzaron al calor de las luchas y dinámicas sociales y juntas, juntes, transformamos su identidad y su carácter para que sean Encuentros más democráticos y plurales.
En contraposición a una identidad nacional que invisibiliza la pluriculturalidad, negando las identidades que no se ajustan al origen y a los estándares sociales, económicos y culturales impuestos por el Estado capitalista, desconociendo así, el derecho a la autodeterminación de los pueblos, sus cosmovisiones, sus historias y vivencias preexistentes. Los feminismos y transfeminismos logramos reconocer y visibilizar a todas las existencias y las múltiples opresiones que las intersecciones de los colores provocan: negras – indígenas- mujeres – disidencias para transformar (nos) y hacer realidad la reparación histórica. El desafío es continuar esta construcción con la responsabilidad de desmontar el racismo y las múltiples estructuras del patriarcado colonial, dignificando nuestras existencias.”
¿Fue el único del país?
¡No! Este fin de semana se organizaron más de 15 encuentros en diferentes puntos del territorio para replicar la experiencia regional de lo que es una tradición histórica que los transfeminismos replican hace 35 años por todo el territorio. Hubo encuentros regionales en Rosario -Santa Fe-; Tandil, Tigre, CABA, Remedios de Escalada, La Plata, Berisso y Ensenada -Buenos Aires-; Resistencia -Chaco-; Ushuaia -Tierra del Fuego-; Cipolletti -Río Negro-; Villa las rosas, Córdoba capital y Capilla del Monte -Córdoba- y en la ciudad de San Luis.
Traficante de stikers. Julia no se acuerda cuando decidió convertirse en periodista, pero a los 11 años escribió un cuento: un fideo de barrio armaba una revolución en la alacena para no morir en la olla. Ella cree que ahí empezó todo, y puede que tenga razón. Nació en Bahía Blanca, una ciudad donde hay demasiado viento, Fuerzas Armadas y un diario impune.
En 2012 recibió un llamado: al día siguiente se fue a Paraguay a cubrir el golpe de Estado a Fernando Lugo. Volvió dos meses después, hincha de Cerro Porteño y hablando en guaraní. Trabajó en varios medios de La Plata y Buenos Aires cubriendo géneros, justicia y derechos humanos. Es docente de Herramientas digitales en ETER y dio clases en la UNLP y en la UNLZ.
Tiene una app para todo, es fundamentalista del excel e intenta entender de qué va el periodismo en esta era transmedia.