Un hombre de 27 años asesinó a su hijastro de diez, le disparó a su pareja, y después de pasar nueve horas atrincherado en una habitación se dio un tiro en la cabeza. Murió mientras una ambulancia lo trasladaba al hospital
Si la hubieran escuchado, este horror podría haberse evitado. El año pasado Soledad Marcos se acercó hasta la Fiscalía Nº 13 para denunciar violencia por parte de su pareja, Juan Cruz Chirino. Pero la causa se archivó por falta de testigos y porque la víctima no fue a constatar las lesiones con el cuerpo médico. Hubo otra presentación, en el Juzgado Nº5, con la que se determinó una restricción perimetral para salvaguardar la integridad física de la mujer. Pero no alcanzó. Un año más tarde, después de que ella le comunicara la decisión de terminar definitivamente la relación de siete años, hoy Chirino le respondió matando a uno de los hijos de Soledad, la hirió de bala a ella, y después de estar nueve horas atrincherado en una casa de 116 entre 529 y 530 se dio un tiro en la cabeza con el que se quitó la vida.
El espanto comenzó cerca de las siete de la mañana. La tranquilidad de Tolosa se interrumpió con los sonidos de una sirena que algún integrante de esta familia activó. Adentro de la casa se vivía un caos. Chirino llamó al padre biológico de Ciro, su hijastro de diez años de edad, advirtiéndole que se venía un desastre. Le dijo que le iba a matar a su nene. Y lo hizo a sangre fría: le dio al menos 16 puñaladas en el pecho y un tiro en la cabeza. También efectuó un disparo en la cara a Soledad, hiriéndola en un pómulo.
Sin conocer todavía la trágica noticia, el padre del nene asesinado salió a toda velocidad en su camioneta, tratando impedir algo que ya era irreversible. En el camino, a bordo de una Peugeot Partner, en 140 y 521 chocó contra un New Beatle que era manejado por un juez de Lomas de Zamora. El padre quedó internado en observación en el hospital de Gonnet, en estado de confusión, sin saber lo que ocurrió con su hijo.
Mientras tanto en Tolosa se desplegó un importante operativo policial, que incluyó personal de la Comisaría Sexta, Comando de Patrullas, Grupo Halcón y también personal del SAME. Una ambulancia trasladó a Soledad al Hospital San Martín, donde permanece internada pero fuera de peligro.
Los tres hijos de la pareja quedaron al resguardo de familiares, en una vivienda cercana. Mientras tanto, en una de las habitaciones de esta casa que pertenece a la madre de Soledad, Chirino se atrincheró junto al cuerpo de Ciro.
Cerca de las nueve y media de la mañana, consciente de lo que había hecho, el asesino empezó a averiguar con su abogado cuál podría llegar a ser su pena. Preguntó si podía caberle perpetua o 25 años. “Le dije que desconocía el tenor de lo que había pasado. Le pedí que se quedara tranquilo, que pusiera actitud y que íbamos a evaluarlo juntos. No fue un diálogo muy coherente, muchas preguntas consecutivas”, explicó a Pulso el abogado de Chirino, Eduardo Gutiérrez, que se hizo presente en el lugar para intentar mediar en la negociación.
Durante nueve horas se mantuvo atrincherado. Alrededor las tres y media de la tarde, el Grupo Halcón consiguió ingresar en la vivienda. Al notar esta presencia, antes que se metieran en la habitación, Juan Cruz Chirino decidió darse un tiro en la cabeza. Todavía vivo, el hombre de 27 años fue trasladado en una ambulancia del SAME, pero murió camino al hospital.
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