Investigadores del CONICET investigan el uso de la membrana amniótica para tratar heridas complejas y problemas cardíacos. Este tejido, rico en nutrientes, ofrece nuevas perspectivas terapéuticas, desde apósitos hasta tratamientos para estimular la formación de nuevos vasos sanguíneos
Especialistas del CONICET en La Plata y Florencio Varela están investigando cómo aprovechar la membrana amniótica de la placenta para tratar heridas complejas, procesos inflamatorios y problemas cardíacos.
Este tejido, rico en factores biológicos y nutrientes, ha demostrado ser efectivo en la cicatrización y no presenta riesgos en su obtención.
A través de la Asociación Civil Para el Progreso de la Tecnología Médica de Tejidos (AMNIOSBMA), se están desarrollando nuevos productos derivados de la membrana amniótica, como apósitos y parches, que simplifican su aplicación y almacenamiento.
Estos productos han mostrado resultados positivos en pacientes con diversas afecciones, desde patologías oculares hasta úlceras por presión.
Además, la investigación también explora otras posibles aplicaciones de la membrana amniótica, como su capacidad para estimular la formación de nuevos vasos sanguíneos y modular la respuesta inmunológica, lo que podría abrir nuevas perspectivas en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y procesos inflamatorios.
La explicación de los cientìficos
“La membrana amniótica trae un recorrido largo en el campo terapéutico a nivel mundial, principalmente en oftalmología, donde se utiliza para tratar lesiones en la superficie ocular, pero también en heridas complejas”, relata Griselda Moreno, investigadora en el Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (IIFP, CONICET-UNLP-asociado a CICPBA). Ademàs agregò que “lo más extendido es el uso de la membrana criopreservada, lo cual implica mantener una cadena de frío y el ingreso al quirófano para la colocación. Nuestras investigaciones apuntan a llevar esas aplicaciones a un plano más factible de la mano de otros formatos que requieran un procedimiento menos complejo, como son los apósitos, parches e insertos”.
Mientras tanto, la ONG AMNIOSBMA funciona físicamente en el predio del Instituto de Tecnología Industrial (INTI), en el partido bonaerense de San Martín, se dedica tanto al procesamiento y provisión de membrana amniótica como al desarrollo de nuevos productos biológicos, y en el medio los provee sin costo a quienes lo necesiten. De hecho, el 65 por ciento de la producción se destina a hospitales públicos donde hay profesionales –habilitados por INCUCAI o la autoridad regulatoria provincial correspondiente– que lo solicitan para tratar pacientes.
Alejandro Berra, director de Investigación, Desarrollo e Innovación de la ONG explicò: “En lugar de criopreservación, el proceso que utilizamos es el de liofilización, un tratamiento de deshidratación por el cual pasa de líquido a sólido. Así, el producto se integra al lecho de la herida porque se hidrata y libera los factores biológicos propios de la membrana más otros como ácido hialurónico y colágeno, que actúan sobre las células implicadas en la regeneración del tejido”
Quien ademàs es investigador del CONICET en el Centro de Medicina Traslacional (CEMET, HEC), también resaltò que “estamos innovando en la transformación de un procedimiento que hasta ahora era únicamente quirúrgico y que requería transporte y almacenamiento a 80 grados bajo cero, a un método que se puede aplicar en el consultorio y, en un futuro cercano, en el propio hogar”, relata el experto. Cabe mencionar que las placentas empleadas como insumos provienen de donantes de distintas maternidades y hospitales provinciales y nacionales.
Finalmente, para Flavia Michelini, investigadora del CONICET en el CEMET: “Mi experiencia se concentra en virus que pueden desencadenar inmunopatologías, como los adenovirus, el Zika, el Herpes, o aquellos responsables de la bronquiolitis, frente a los cuales el organismo despierta una respuesta inmune que lo termina dañando. Para tratar dicha reacción se utilizan corticoides, el antiinflamatorio por excelencia pero que tiene muchos efectos adversos. La membrana amniótica podría ser una alternativa en estos casos”.
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