Son alrededor de 300 familias que desde hace tres años comenzaron a montar un barrio en un sector de un terreno baldío, en la zona de Puente de Fierro. La Justicia tiene previsto un desalojo para dentro de un mes, a raíz de una denuncia que hizo el Municipio. No quieren que les regalen nada, pero quieren acceder a las tierras para no quedar en la calle. Hoy le presentaron un pedido al Intendente Julio Garro
A metros del árbol de navidad montado frente a la Municipalidad, un grupo de vecinos del barrio Evita -ubicado en la zona de Puente de Fierro de Altos de San Lorenzo- busca pasar las fiestas en paz, con la tranquilidad de saber que sus familias no van a ser desalojadas por la fuerza del humilde lugar en el que viven. Hoy movilizaron a las puertas de la comuna con la intención de dejarle una nota al Intendente Julio Garro, en la que expresan su necesidad de acceder a las tierras que ocupan y poder lograr la tan ansiada vivienda digna.
Hasta el momento, la situación es para ellos preocupante. El pasado miércoles 5, a raíz de una denuncia realizada por el Municipio, estaba previsto el desalojo de los terrenos en los que desarrollan sus vidas desde hace casi tres años. La movilización de las familias y la intervención de la Defensoría del Pueblo hizo que finalmente el Juez Guillermo Atencio postergara por más de un mes el accionar policial, y abriera una mesa de negociación, ya que la dueña del predio estaba dispuesta a evaluar la posibilidad de una compra de las tierras.
Se trata de cerca de doce manzanas ubicadas en un terreno mucho más grande que en total abarca la zona de calle 90 a 604 y de 26 a 30. “El Municipio tenía algo así como un comodato con la dueña, pero era para que se utilice la tierra. Y la tierra no se está utilizando. Son 50 hectáreas, nosotros sólo estamos utilizando sólo 15. El resto es una mugre, hay víboras, animales, está destruido el lugar”, sintetizó a Pulso Noticias Pedro De Olivera, uno de los vecinos, y agregó: “La parte donde estamos es la que intentamos mantener limpia y ordenada”.
Por su parte, otro de los habitantes del denominado barrio Evita, José Oliveira, explicó: “Somos más 300 familias que no tenemos dónde estar, no tenemos dónde ir. Todas familias laburadoras. Desde el principio pedimos que se haga un barrio, no una villa, y esa es la idea. Estamos haciendo todo lo posible y de hecho ya está consolidado el barrio”.
Sin embargo, la amenaza de desalojo sigue vigente. “Estamos viendo que el Municipio está tratando de frenar las negociaciones, da la sensación de que quieren hacer un negocio con esas tierras. Nosotros somos pobres. No queremos que nos pasen por arriba. Queremos un hogar propio y no queremos que nos regalen nada, si tenemos que pagar lo pagamos, siempre que sea de acuerdo a nuestras posibilidades. Somos todos laburantes, changarines, hay personas que trabajan en cooperativas o cobran un plan social”.
Además de presentarle el pedido al Intendente, hoy tuvieron otra mesa de negociación pero todavía no alcanzan un acuerdo, y volverán a reunirse en cinco días. “No queremos venir a armar ‘quilombo’ ni nada de eso, pero la única forma de hacernos escuchar es esta”, afirmó De Olivera en relación a la protesta pacífica que desarrollaban frente al Municipio, mientras esperaban que les recibieran la nota.
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