El domingo se cumplió un año del inicio de las revueltas populares en Chile y hubo movilizaciones en distintos puntos del país. Piñera reprimió y encarceló a más de 500 personas. En La Plata, se realizó una concentración en Plaza San Martín organizada por el Colectivo Chaneques Pillanes. La próxima semana es el plebiscito para decidir sobre la Asamblea Constituyente y también votarán lxs chilenxs residentes en Argentina.
Por Radionauta Fm
Un año atrás Chile despertó. El 18 de octubre de 2019 se inició un estallido social que buscó cuestionar el modelo político, económico y social en su totalidad. Si bien lo que desencadenó las revueltas fue un aumento de 30 pesos del boleto de transporte público en Santiago, lxs movilizantes pusieron el foco en que el conflicto tenía como objetivo cuestionar un sistema sumamente desigual, racista y represor, bajo el lema “No son 30 pesos, son 30 años”.
Durante este año de revueltas populares, las imágenes de la wenufoye (bandera mapuche) flameando en lo alto de la Alameda o del grupo feminista Las tesis cantando “el Estado opresor es un macho violador” se convirtieron en un emblema de lo que se estaba gestando en Chile. La renuncia del presidente, Sebastián Piñera, y el avanzar en un proceso constituyente, con el objeto de transformar las bases institucionales sentadas por Augusto Pinochet fueron las exigencias centrales.
El elemento singular en el marco de las protestas fue el surgimiento de instancias organizativas populares que comenzaron a regular aspectos de la vida común más allá del Estado. “Lo que se crea son organizaciones de base donde se reúne la gente, fundamentalmente en las poblaciones (barrios populares y asentamientos). En estos cabildos populares y asambleas territoriales, el pueblo debate sobre educación, salud, sobre cómo garantizar los derechos básicos. El pueblo toma la política en sus manos”, dijo Patricio Lagos, integrante del Colectivo Cheneques Pillanes de Argentina. Y agregó que estas organizaciones de base están siendo claves en el marco de la pandemia para organizar la solidaridad y resolver necesidades acuciantes con un estado ausente.
“La pandemia solo modificó la forma de la revuelta, el trasfondo de la revolución de octubre sigue vigente y con su impronta feminista intacta”, agregó Camila Baracat Vergara, de la Coordinadora Feminista 8M. “El rol de las mujeres y las disidencias sexuales es señalado como clave para el sostén de la protesta desde hace un año y también para el sostén de la vida en el marco de la situación de crisis sanitaria”, agregó.
Desde el inicio de las revueltas, la respuesta por parte del gobierno chileno fue la de reprimir y criminalizar a les manifestantes. Así, al día de hoy, se contabilizan un saldo de 36 muertes, más de 2500 preses políticos y más de 11 mil detenciones, según el Instituto de Derechos Humanos de Chile (INDH). “Con la pandemia la violencia de Estado y la violencia institucional se ha ido incrementando, con miles de personas procesadas, detenidas sin condena y alrededor de 700 ya condenadas y presas. En el día de ayer, Piñera salió en cadena nacional defendiendo la represión; si sigue habiendo impunidad, las manifestaciones en las calles no van a parar”, agregó Baracat Vergara.
A principios de octubre, durante una movilización que estaba siendo reprimida por carabineros, un policía arrojó de un puente a Anthony Araya, un joven de 16 años, quien sufrió heridas de gravedad. Lxs manifestantes y rescatistas fueron quienes socorrieron a Araya, mientras las fuerzas policiales continuaban reprimiendo. La exigencia principal fue la renuncia del titular de Carabineros, Mario Rozas, así como también la disolución de esta fuerza represiva.
Si bien la crisis sanitaria produjo un descenso en las movilizaciones, este primer aniversario del levantamiento mostró que el proceso de protesta continúa, y se encuentra en debate frente al gran saldo político del proceso: la Asamblea Constituyente. Según Patricio Lagos, dentro del movimiento popular hay diversas posturas: “hay sectores que van por la Asamblea y otros que plantean que hay que construir nuestro propio proceso constituyente”, y agrega: “creemos que hay que votar pero seguir organizándonos y en las calles”.
Justamente el 25 de octubre se llevará adelante un plebiscito -el cual en un primer momento estaba previsto para el 26 de abril, pero fue aplazado por causa de la pandemia por el COVID-19- en el que la sociedad chilena determinará si está de acuerdo con llevar a cabo el proceso constituyente. También se definirá cuál es el mecanismo más conveniente para realizarlo: si a través de una convención mixta (integrada en partes iguales por miembrxs elegidos popularmente y parlamentarixs en ejercicio) o una convención constitucional (conformado únicamente por miembrxs elegidos popularmente).
Para poder votar, lxs chilenxs residentes en Argentina deben estar previamente inscriptos en el padrón y tienen que concurrir a votar al consulado chileno ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
*Para escuchar la entrevista completa a Patricio Lagos: https://radionauta.com.ar/2020/10/19/primer-aniversario-de-la-revuelta-popular-chilena/
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