El miércoles 20/11 fue el día Internacional de la Memoria Trans y en La Plata la violencia y la discriminación a la comunidad es moneda corriente. Tras el asesinato de una compañera la comunidad realizó una radio abierta en la fiscalía para exigir justicia y que se respete la identidad de género de la víctima
El 10 de octubre de 2024, Floppy Reinaldi, trabajadora sexual trans de la zona roja platense, fue asesinada en un acto de travesticidio. El perpetrador, Jonathan Ariel Quintana, la había contratado horas antes para luego trasladarla a Ensenada, donde cometió el crimen. Este hecho no solo refleja una violencia estructural contra las personas trans, sino que también pone en evidencia las fallas de un sistema judicial que no respeta la identidad de las víctimas, como lo denuncia la activista trans Galaxia.
En diálogo con Radionauta Galaxia expresó la urgencia de visibilizar estos crímenes y el rol fundamental de la comunidad trans en la lucha por justicia. “No es el primer travesticidio en la zona roja ni en La Plata. Tenemos una lista de compañeras asesinadas, y esto habla de la sociedad en la que vivimos”, aseguró.
La comunidad trans y organizaciones afines convocaron una concentración para el miércoles 20 de noviembre, Día Internacional de la Memoria Trans, frente a los juzgados de Avenida 7 entre 56 y 57. La jornada incluyó una conferencia de prensa y radio abierta, con el objetivo de exigir justicia por Floppy y todas las víctimas de travesticidio. “Este hecho demuestra la falta de empatía hacia las causas trans y la impunidad con la que se sienten los agresores”, afirmó Galaxia.
El peso de la memoria
La memoria trans no es solo un recordatorio de las vidas arrebatadas; es un acto político. Para Galaxia, esta construcción implica no permitir que las compañeras “mueran por segunda vez”. Recordar sus nombres, sus sueños y sus luchas es fundamental: “Floppy soñaba con entrar al cupo laboral travesti trans, con tener una mejor calidad de vida. Salimos a la calle en su memoria y en el pedido de justicia por todas las compañeras”.
Sin embargo, la sociedad muestra una respuesta desigual frente a estas violencias. “Cuando ocurre un femicidio, la sociedad se conmueve; pero matan a una travesti y solo nosotras nos sentimos interpeladas”, lamentó.
Zona roja: entre el abandono y la criminalización
El contexto de la zona roja platense también expone la precarización y la violencia que enfrentan las personas trans y travestis. La reubicación de esta área, impulsada en su momento por el exintendente Julio Garro, sigue siendo una amenaza latente. “Nos oponemos a la reubicación. El Estado está ausente en políticas sociales y de protección. En estos 10 años, las que más sufrimos violencia y la inseguridad en la zona roja somos nosotras”, denunció Galaxia.
Para la activista, la solución no pasa por desplazar a las trabajadoras sexuales, sino por garantizar políticas públicas integrales que protejan a la comunidad.
Fotos: Pao Álvarez (Pulso Noticias)
Entre el orgullo y la lucha diaria
La crítica hacia las instituciones no se limita al ámbito local. Galaxia también cuestionó el rol de los funcionarios que apoyan eventos como la Marcha del Orgullo en CABA la semana pasada, pero que no aplican medidas concretas como el cupo laboral trans. “Es un pinkwashing. Aparecen para la foto, pero no están presentes en nuestras vivencias ni en la aplicación de nuestros derechos”, señaló.
En contraste, la comunidad trans de La Plata organiza la Marcha Mostri, que tendrá lugar el 7 de diciembre. Este espacio busca reivindicar las experiencias trans desde una perspectiva propia y crítica.
Un grito colectivo
El caso de Floppy Reinaldi no es un hecho aislado, sino parte de una realidad sistemática que sigue cobrando vidas. La lucha por justicia y memoria trans no solo exige el respeto por las identidades, sino también el reconocimiento de derechos básicos negados históricamente.
“Floppy no estaba sola”, afirma Galaxia. Y es esa red de compañeras, de luchadoras, la que transforma el dolor en un grito colectivo que resuena en cada marcha, en cada manifestación y en cada espacio que exige justicia.
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