Estallan las apuestas y los grupos de WhatsApp. Con premios que van desde televisores hasta días libres en el trabajo, en la ciudad se viven con intensidad los partidos de las selecciones de Irán, Japón y Egipto
Por Ezequiel Franzino
Si es cierto eso de que en La Plata hay una fiebre mundialista, entonces lo que hay por el prode directamente es una endemia. En familias, entre amigos, empresas, grupos de WhatsApp, en todos los ámbitos hay propuestas que invitan a pronosticar los resultados de los 64 partidos que se están disputando en Rusia.
Para aquellos que se conviertan en el pulpo Paul y logren acertar la mayor cantidad de resultados, dependiendo los ámbitos, hay todo tipo de premios: pozos de 2.000 pesos, corderos, televisores, y hay empresas que ofrecen órdenes de compra de hasta 5.000 pesos para el empleado que resulte ganador.
Con semejante estímulo nadie quiere quedarse afuera. Ni siquiera Lucía Gil Seijo, que nunca fue una apasionada del fútbol, y sin embargo “con esto del prode me miro todos los partidos que puedo, estoy re enganchada, aunque vengo muy mal. De 600 que estamos participando vengo en el puesto 200”, asegura esta contadora de 29 años.
Tal es la excitación que hay por este juego, que en la empresa donde trabaja Lucía, los técnicos informáticos crearon una aplicación en la que los participantes revisan a cada instante su posición, los resultados de los partidos y el resto de las estadísticas. “Por ahí estamos todos callados trabajando y se escucha un grito de gol”, dice Lucía y agrega entre risas: “¡Un gol de Japón!, que alguno vaticinó que le ganaba a Colombia y con ese resultado logró sacar diferencia”.
El hecho de que hasta ahora en este Mundial no se está dando la lógica les dio posibilidades a personas que no tienen ni la más pálida idea de fútbol y que de manera azarosa arriesgaron resultados que a priori parecían imposibles: la victoria de México ante Alemania o los empates de Brasil o Argentina rompieron todos los pronósticos.
Por eso, Pablo Lippo, que compite contra 15 amigos por un pozo de 2.000 pesos, intenta no perderse ninguno de los partidos que se están disputando. “Estoy estudiando a los equipos para los próximos encuentros que se disputen. Vengo bastante bien y es muy divertido cómo se vive el minuto a minuto desde WhatsApp. Se sufre, se festeja, se mufa al rival”, dijo a Pulso Noticias este fanático de Estudiantes.
El mayor premio no es la copa del mundo
En el trabajo de la novia de Gonzalo Márquez, el prode se juega a cara de perro. Más allá de los televisores, las tablets y las pochocleras que se entregarán a los que terminen en los primeros puestos, hay un premio por el que se desvive todo el personal: el ganador será beneficiado con cinco días libres de trabajo.
Desesperados por ganarse esa especie de mini vacaciones, en esta empresa no se habla de otra cosa que del mundial. Por eso es que a Gonzalo su novia le asignó la difícil tarea de completar el fixture, aunque hasta ahora sus vaticinios no vienen de la manera esperada, y las vacaciones parece que van a tener que esperar hasta el verano: viene en el puesto 154 de 338 participantes. “Ella está muy pendiente y me escribe para avisarme los resultados, pero tampoco es que se enoja con mis errores en los pálpitos”, explicó Pablo.
“Hoy no pegué ni un resultado, me quiero morir”. dijo Gonzalo, consultado sobre cómo le había ido en el día de esta fecha. “Espero que Egipto le gane a Rusia…”, alcanzó a decir desde el teléfono antes de enmudecer durante cinco segundos: “… gol de Rusia, la puta madre”.
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