La concejala Yanina Lamberti y el concejal Guillermo Cara hicieron un duro descargo ante un proyecto del oficialismo que pretendía investigarlos por presuntas vacunaciones vip en La Plata. El bloque de Juntos por el Cambio pateó la pelota para otro lado
La primera sesión del Concejo Deliberante platense del 2021 tuvo un cruce entre oficialismo y oposición que dejó en claro que el año electoral no se transitará de forma tranquila en el recinto de calle 11.
Lejos quedó ya el discurso de apertura de sesiones del Intendente Julio Garro, realizado la semana pasada, que llamaba a “terminar con la grieta”. De hecho ya sonaba extemporáneo en el mismo momento que lo pronunció: mientras por un lado se decía eso, por otro la bancada de Juntos por el Cambio presentaba un proyecto para crear una comisión investigadora que evaluara el accionar de dos integrantes de la bancada del Frente de Todos (Guillermo “Nano” Cara y Yanina Lamberti) por haber propiciado presuntamente la vacunación de personas de su entorno contra el Covid-19.
El intento del oficialismo platense por asociar el escándalo político sucedido a nivel nacional, que propició la renuncia del Ministro de Salud Ginés González García, con dos ediles locales terminó echado por tierra a las pocas horas, cuando la concejala y el concejal mencionados difundieron la información de que las personas a las que se aludía formaban parte del personal de salud, y se habían inscripto a través de la aplicación Vacunate de la Provincia de Buenos Aires.
De todas formas, el proyecto no se dio de baja y este mediodía entró en tratamiento en el recinto. Esto motivó un duro descargo de ambos concejales, con respuestas luego del oficialismo, que duró dos horas y media en un tono visiblemente caldeado.
Guillermo Cara 
La concejala Yanina Lamberti. Imagen de Archivo / Foto: Nicolás Braicovich (Pulso Noticias)
“En primer lugar quiero aclarar que ni siquiera estoy vacunada yo todavía, y que debería estarlo porque soy personal de salud y soy docente. Y quiero aclarar que no vacuné a nadie que no estuviera dentro de la turnera oficial del vacunate”, explicó Lamberti.
Luego, realizó un extenso raconto de las actividades sanitarias en el marco de la pandemia llevadas a cabo por la Provincia y la Universidad en la ciudad, y de las falencias de la gestión Municipal, entre las que destacó el nulo aporte para garantizar la vacunación en la ciudad y la cancelación de los comités de crisis a pesar de que la situación pandémica no terminó.
En ese marco, afirmó que el bloque de Juntos por el Cambio realizó “un uso político de una situación penosa” y calificó al proyecto como “un mamarracho”. “No me van a amedrentar. Nosotros no estamos para hacer este tipo de ventajismos”, concluyó.
También en un tono alto, el concejal Cara se refirió al proyecto como “una chicana política” y recordó que el primer twit que difundió la información falsa pertenecía a una cuenta que luego fue cancelada por Twitter. “¿Así quiere cerrar la grieta el Intendente?”, remarcó responsabilizando al Jefe comunal por la operación política.
Romina Marascio
A la hora de las respuestas por parte del oficialismo, la estrategia fue concreta: tirar la pelota para otro lado. Primero habló la concejala Romina Marascio, quien apenas se limitó a decir que la única intención del proyecto era dilucidar si se había respetado el “orden de prelación” en la aplicación de las vacunas, aunque no explicó por qué si era esa la intención se apuntaba a investigar a un concejal y una concejala de la oposición, en vez de proponer auditar el sistema de vacunación.
El resto de las intervenciones de los concejales del bloque de Juntos por el Cambio ni siquiera se refirieron al proyecto concreto, todos los discursos apuntaron a hacer leña del árbol caído en referencia al ex Ministro González García.
Tras este arranque altamente confrontativo de la sesión, en la que no faltaron chicanas de todo tipo, luego siguieron otros temas polémicos que tendrán réplicas en las próximas reuniones: la causa judicial que investiga un presunto desvío de fondos destinados a cooperativas municipales, y la polémica gestión de recolección de residuos de la empresa ESUR.
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