Así lo afirmó a Pulso Noticias, el líder de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Juan Grabois. Además, reflejó los puntos clave de la movilización de mañana por San Cayetano a Plaza de Mayo, y lanzó duras críticas al Grupo Clarín
Por Rafael Tossi
La situación social en la Argentina se resiente día a día, y eso puede verse en las cientos de movilizaciones que recorren todos los puntos del país reclamando mejores condiciones de vida. Mañana, como cada 7 de agosto, organizaciones sociales marcharán desde la Basílica de San Cayetano en Liniers a Plaza de Mayo bajo el lema “Pan y Trabajo”, en donde denunciarán el complicado panorama que atraviesan y advertirán al gobierno nacional por las consecuencias que traerá a los más pobres el acuerdo conseguido por el presidente Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En diálogo con Pulso Noticias, el líder de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Juan Grabois, remarcó los puntos clave de la movilización de mañana, a la vez que le advirtió al Poder Ejecutivo que de seguir con la política económica actual, las “consecuencias sociales” pueden ser “impredecibles” de cara al futuro. Además, criticó con dureza el blindaje mediático que viene teniendo el gobierno de Cambiemos por parte de los medios de comunicación hegemónicos, principalmente del Grupo Clarín.
– Mañana realizan una movilización a Plaza de Mayo junto a otras organizaciones sociales en el día de San Cayetano, en donde le pedirán al gobierno de Mauricio Macri que tenga en cuenta los problemas que viven los sectores más pobres de la Argentina. ¿Cuáles son los principales reclamos que llevarán a la plaza?
– Nosotros marchamos contra el modelo económico que plantea el macrismo y el reclamo histórico que tenemos que es Tierra, Techo y Trabajo, que tiene una traducción en términos de política pública que estamos intentando que se vaya concretando que es el salario social para los trabajadores de la economía popular, donde pasa por ejemplo que cuando se arranca con una cooperativa todavía no se tienen ingresos que se acerquen a los salarios de convenio, entonces lo que nosotros estamos planteando es que todo trabajador de la economía popular debe tener un salario complementario que sea del 50% del Salario Mínimo, Vital y Móvil para poder conformar un ingreso que le permita vivir con algún nivel de dignidad. Cuando hablamos de Tierra hablamos de una reforma agraria, de la protección de los campesinos y los pueblos originarios, de los pequeños productores; y cuando hablamos de Techo hablamos de integración urbana de los barrios populares, y el acceso a la vivienda de los trabajadores que es seguramente uno de los problemas sociales más graves que tenemos.
– Desde el gobierno nacional dicen que llevan adelante una marcha opositora que no tiene en cuenta los problemas reales del país, ¿qué le contesta a los funcionarios que piensan así?
– Nosotros marchamos a partir de las 8 de la mañana desde Liniers a Plaza de Mayo con una consigna que por la situación que vive la Argentina está más vigente que nunca, que es “Pan y Trabajo”. En nuestro país el trabajo escasea y el pan para los sectores sociales se ha convertido en un bien de lujo por el precio que tiene la harina, y lo que antes era normal que era tomar un café con leche con pan, ahora ya cada vez es menos normal. El gobierno intenta desprestigiarnos con acciones como esta, pero la verdad es que a nosotros nos importa seguir cumpliendo con los intereses de los que menos tienen. Nos atacan por la propia incapacidad que tiene este gobierno de resolver los problemas de la gente, y cree que atacándonos a nosotros puede quedar bien con una parte de su electorado que busca invisibilizar los problemas de la gente.
– Hoy la Argentina vive una gran crisis de empleo, con un alto crecimiento del trabajo informal, de la economía popular, lo que hace que la situación se agrave en los sectores más vulnerables de la sociedad. ¿Cómo vive esta situación?
– A esto lo venimos advirtiendo al gobierno de Macri desde el mismo día en que empezó. Lamentablemente en las últimas rondas de negociación con el gobierno, no solamente tuvimos que reclamar el aumento del salario social, sino que estamos pidiendo alimentos secos porque los comedores están cada vez más llenos de gente, sobre todo en la harina y el aceite que en las últimas semanas se han puesto muy caros y en los más de 8.000 merenderos y comedores que tienen las organizaciones sociales cada vez hay más demanda y menos posibilidades de poder conseguir esos alimentos para la mayor cantidad de gente que se acerca para poder comer un plato de comida.
– El acuerdo logrado por el gobierno nacional con el FMI hace que se lleve adelante un ajuste muy fuerte que impacta con mayor fiereza en los que menos tienen, ¿cómo viven ustedes, desde la economía popular, este achicamiento del Estado en los sectores más vulnerables?
– Es todo muy terrible lo que está pasando hoy en los barrios. Nosotros creemos que se está repitiendo la película del gobierno de la Alianza, donde lo que tenemos hoy es algo muy parecido al blindaje y el megacanje de Cavallo, con un plan económico calcado a aquel que se implementó con los pactos que se hicieron durante el gobierno de De la Rúa con el FMI. Hay una diferencia que es lo que sostiene todavía cierta estabilidad en la Argentina, que es que hay hoy una red de seguridad social más amplia, fundamentalmente producto de políticas implementadas durante el gobierno anterior como la AUH o la inclusión jubilatoria, que afortunadamente y gracias a la lucha que vienen sosteniendo los movimientos populares, se sostiene. Eso sumado a las políticas de empleo que no han podido recortar porque hay una resistencia muy fuerte de nuestros compañeros, que es lo que de alguna manera mantiene algún nivel de subsistencia, pero la cosa se va deteriorando cada vez más, y ese deterioro nos lleva por un camino que no sabemos cómo va a continuar pero que sabemos que va a ser malo.
– ¿Por qué cree entonces que el gobierno hace oídos sordos a todos los reclamos que vienen planteando las organizaciones sociales?
– En esto hay como dos partes, la primera es que para darle alguna cuota de optimismo, algunos reclamos por más que no quieran, los tienen que escuchar. Cuando hay movilización, cuando hay lucha, cuando hay resistencia, se consiguen revertir algunas cosas, y desde la CTEP hemos logrado que el salario social complementario aumente ahora en una paritaria social corta por seis meses en un 26,6%, que anualizado sería el 52%, pero desde luego la orientación general es repetir viejas recetas fracasadas, y eso se hace porque los intereses que ellos están defendiendo son los intereses del capital financiero concentrado, los intereses del complejo agroexportador que ha logrado que se sostengan estos incomprensibles beneficios impositivos que reciben, el sector de las grandes cadenas de supermercados que siguen jugando con los precios sin el más mínimo control por parte del Estado; y la explicación que podemos dar es que con la voracidad que tiene el capital, quieren generar ganancias en momentos de crisis, y esto se ve muy claro con los intereses que pagan por las Lebac, las Letes, los Botes y todos estos títulos de deuda leoninos que ha sacado el gobierno, y cuando termine el gobierno ellos se van a volver a sus countries, se van a ir a volver a vivir al exterior, y los que vamos a tener que quedarnos a remarla de nuevo somos el 99% de los argentinos que no podemos o no queremos abandonar nuestro país o encerrarnos en una burbuja en un barrio privado.
– Usted recién hablaba del gran proceso de concentración económica que vive la Argentina y Latinoamérica en su conjunto. Desde los medios de comunicación se ve un proceso de concentración cada vez en menos manos, y se puede observar cómo desde esos medios hegemónicos se trata de invisibilizar la protesta de las organizaciones sociales y están emprendiendo un ataque permanente contra los movimientos sociales y sus dirigentes, usted entre ellos, ¿cómo ve esta situación?
– Es efectivamente así. Nosotros vemos que hay cinco sectores que son los grandes beneficiarios del gobierno de Macri y que hay que visibilizarlos como cómplices, autores y partícipes de este proceso. El sector financiero, el sector del comercio y las grandes cadenas de supermercados, la mafia del Poder Judicial, el sector agroexportador, y desde luego una parte de los medios de comunicación, principalmente el Grupo Clarín, que irradia hacia otros grupos más pequeños, pero el león es el Grupo Clarín que con su fusión con Telecom, totalmente ilegal y que viola cualquier tipo de estándar antimonopólico de cualquier país democrático, y que hegemoniza la comunicación en la Argentina, que tiene capacidad de disciplinar a los otros medios de comunicación para que sigan su propia línea editorial, y que sin dudas una de las próximas tareas de un gobierno democrático y popular, va a ser lograr descentralizar la concentración del sistema de medios y terminar con este monopolio que no solo manipula la información, sino que también se está quedando con la infraestructura de telecomunicaciones y que el día de mañana va a poder decidir si se hace efectiva esta fusión con Telecom, cuánto pagamos por internet y qué contenidos vamos a recibir y en qué lugares del país vamos a poder tener esos servicios. Es un poder que ningún país serio le da a este tipo de empresas.
– Justamente desde esos medios se lo ataca mucho y hablan más que nada de sus cercanías con el Papa Francisco para atacarlo no solo a usted sino también al Sumo Pontífice a quien califican como el “Papa piquetero”, ¿cómo recibe usted estos ataques a su persona y a Francisco?
– Es una cosa desagradable. Con todo esto se da un fenómeno que se resume en la frase de Goebbels que decía “miente, miente, que algo quedará”, pero también está la contraria, que es que de tanto mentir todo el tiempo la gente ya te deja de creer, ya que no se le puede mentir a todo el mundo, todo el tiempo como pretenden estos medios de comunicación. La verdad es que con semejante nivel de mentiras, van perdiendo efecto sus agresiones, y esas agresiones que puede sufrir un militante o una figura pública no tienen que afectarle porque uno tiene que estar más preocupado por lo que sufre la gente a la que uno representa y que no tiene la posibilidad de defenderse en una entrevista porque está peleando todos los días por la supervivencia y no por una pavada que diga algún mercenario del periodismo, así que me resbala.
– Los movimientos sociales han venido trabajando en los últimos tiempos en forma conjunta con el sindicalismo organizado, entre ellos la CGT, ¿cómo ve al movimiento obrero y al Triunvirato de la CGT?
– Nosotros creemos que la dirigencia sindical va adoptando distintas estrategias para afrontar la situación, y en general a mí no me gusta opinar de las decisiones de quienes están al frente de la mayor central obrera de la Argentina, que hace poco hizo un paro general por demás contundente. Nuestra posición es tratar de conseguir la unidad del movimiento obrero y de los trabajadores en una sola central que nos cobije a todos, donde siempre va a haber posiciones diversas, algunas posiciones más movilizadoras, otras posiciones más pasivas, y que no responde a que uno sea mejor que otro, sino que en general hay distintas estrategias, donde siempre hay algún que otro alcahuete y por el otro lado alguno que se la da de piromaníaco y que después no pone el cuero cuando hay que ponerlo.
– ¿Cree que la dirigencia sindical en su conjunto defiende los intereses reales de los trabajadores?
– En líneas generales la dirigencia sindical y social, intenta con buena voluntad defender los intereses de los trabajadores, pero desde luego que hay mucha gente que está usurpando una representación que no le corresponde. Nuestra apuesta es conseguir la unidad, y que con esa unidad también nazca la derrota del neoliberalismo.
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