Poli, Natalia Napolitano, habló con Pulso Noticias sobre la fecha que compartirá con Carinhosos da Garrafa el próximo martes en esta apuesta novedosa de mixtura. Además habló sobre sus inicios musicales en la ciudad y su sociedad con Maxi Prietto, con quien acaba de sacar un disco de boleros y canciones
Por Matías Kraber
Cruzar fronteras todo el tiempo porque, al fin y al cabo, son mentales. Hablar de géneros en la música suele ser una trampa para cerrar, en lugar de abrir, el camino a nuevos sonidos que nos liberen y transformen. “Que la creatividad no tenga techo”, dice ella.
Poli, Natalia Napolitano (44), cantante y compositora de Sr. Tomate, es un claro ejemplo del mestizaje permanente en la música y así lo volverá a demostrar el próximo martes 26 de junio en el Rincón de los Amigos cuando se suba al escenario a cerrar el ciclo: Carinhosos da Garrafa feat. Indie Platense. “La verdad que nunca en mi vida toqué con una banda de música brasilera, pero me encantó la propuesta, dije que sí de una, sin pensarlo. Vamos a armar dos canciones y yo estoy re copada, porque me encanta la música brasilera y además explorar por un nuevo paisaje”, dice Poli.
Natalia Napolitano cruzó del campo a la ciudad: de Oriente, Provincia de Buenos Aires, a Tres Arroyos, donde terminó la secundaria y después probó con Bahía Blanca: “En Bahía no me encontré y me vine para La Plata”, dice sobre su llegada a la ciudad de las diagonales en 1994, cuando la escena explotaba con un rock potente gobernado por bandas como Peligrosos Gorriones, Las Canoplas y Los Estelares a los que ella iba a ver fascinada por haber encontrado su lugar en el mundo.
-¿Cuándo fue que empezaste a cantar?
-No me di cuenta de que me gustaba cantar hasta que me vine a la ciudad de La Plata. Me costó bastante cantar en público. Empecé a escribir canciones pero lo hacía más que nada para mí, no encontraba el momento de poder compartirlas. Poco a poco, a lo largo de todos estos años que vivo en la ciudad y hago música, fui rompiendo el hielo, porque no es fácil la exhibición, ponerte enfrente de alguien y cantar, pero de repente me encontré con que la música era algo que estaba muy adentro mío, y no me había dado cuenta nunca: que me hace bien, me hacía bien y creo que me va a hacer bien siempre.
-Entonces llegaste a La Plata y empezaste a flashear con toda una movida en la que fuiste encontrando tu lugar
-Cuando vine me anoté en Diseño y Comunicación Visual de la Facultad de Bellas Artes. Ahí arrancó una nueva vida para mí, porque encontré un lugar de contención increíble. Me crucé con gente con la cual me identificaba un montón. De repente me empecé a hacer amigos y amigas, y empezamos a hacer movidas. Después entré a tocar en una banda: Círculos de Medianoche, en la que primero empecé a recitar, y luego ya tocaba el bajo y cantaba.
Poli tenía 20 años y estaba alucinada: podía ir a una peña a escuchar folclore y comer empanadas, meterse en una fiesta electrónica o en un tugurio en el que sonara blues o rocanrol. Todo le fascinaba, cuenta.
-¿Creés que toda esta mixtura que te ofreció la ciudad fue determinante en tu manera de componer o concebir la canción?
-Creo que la música que empecé a componer tiene que ver con todo eso. Con encontrar en la variedad una riqueza increíble, porque es ahí cuando la creatividad no tiene techo. Nunca me gustó mucho atarme a ningún género, tuve la suerte de siempre hacer la música que me gusta, de escribir lo que siempre sentía que tenía que escribir. Nunca sentí que debí hacer algo porque era lo que tenía que hacer. Esta ciudad con el abanico de pensamientos, siendo tan cultural y con un movimiento político tan importante, siempre está en constante ebullición. Yo creo que aproveché mucho eso, porque lo necesitaba. Necesitaba explotar eso.
-Pasaron los noventa, y llegó Sr. Tomate, ¿cómo fue el armado de la banda?
-Después de Círculos de Medianoche armé Sr. Tomate. Primero fue un demo: unas canciones grabadas de manera muy casera en mi casa con una compu. A ese disco lo llamé Sr. Tomate y lo repartí entre gente con la que también nos juntábamos a tocar la guitarra en mi casa. De repente lo empezamos a tocar y ese demo se convirtió en el grupo. Con los chicos hace 15 años que estamos componiendo, grabando, viajando, a veces un poco más y otras menos, porque la vida nos atraviesa con un montón de cosas. Pero siempre estamos activos: ahora acabamos de terminar un EP que saldrá más adelante y en septiembre volvemos a tocar en público.
Alianzas de oro
Fueron bandas emergentes que entendieron que la salida a la crisis, o al menos su anestesia libertaria, era crear canciones y salir a tocar. En esa nueva generación se cruzan Santiago Barrionuevo (Motorizado), Shaman Herrera, Natalia Poli y Maxi Prietto, de Los Espíritus. Todos cruzándose en salas, centros culturales, pasillos o casas en las que se grababan discos. Así fue como Poli conoció a Prietto en la casa de Shaman, y mucho más tarde grabaron un disco de boleros juntos que salió a principio del mes de junio con el nombre de Boleros y canciones (ver más abajo).
-¿Qué sucedió cuándo te encontraste con Prietto?
-Fue en la casa de Shaman y obviamente lo primero que me llamó la atención fue su manera de cantar. Nos cruzábamos mucho porque en ese momento Prietto venía mucho a La Plata a tocar, entonces estábamos siempre en los mismos lugares. Un tiempo más adelante, entre Shaman y Los Hombres en Llamas, Sr. Tomate y Prietto viaja al Cosmos con Mariano, decidimos grabar un disco en conjunto con las tres bandas que se llamó Elesplit. Esa fue la primera vez que compartimos un trabajo: una grabación y vernos un poco más. Después, mucho en recitales. Luego, pasó mucho tiempo sin cruzarnos, pero siempre hubo un acercamiento desde el lado musical que es recíproco.
-¿Qué sienten que los une?
-Hay algo que tenemos en común, no sé bien qué es, pero pasó desde la primera vez que nos escuchamos. Será la manera de ver la música o la canción o el sonido. En su momento me acuerdo, en 2008 o 2009; estar conversando sobre música que nos gustaba y yo le dije: “A mí me gustaría en algún momento grabar un disco de boleros”, y el año pasado me mandó un mensaje preguntando si quería grabar un disco de boleros. Le dije que sí de una y así fue. Nos juntamos a fines de 2017, primero nos pasamos un par de canciones que nos gustaban a cada uno, empezamos a ensayar con el cuarteto de él, y después se sumó la cuerda de la Fernández Fierro, que fueron a un ensayo y se coparon. Fue todo muy rápido y salió todo rápido. Hicimos una tocada el año pasado, juntamos guita y grabamos el disco que terminamos hace muy poquito y hace unas semanas lo subimos a la web. Quedamos todos muy contentos, la verdad que no esperábamos hacer un disco así. Se laburó un montón, se armó un equipo lindo y nos entendemos mucho entre nosotros: somos gente tranca, ya estamos flasheando más canciones.
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