Lo resolvió el Juzgado de Familia N°8, ante el pedido de la Comisión Provincial por la Memoria. El espacio actual no reúne las condiciones mínimas de habitabilidad. Debería estar preparado para alojar niños y niñas frente a situaciones de violaciones a sus derechos
El miércoles pasado el Juzgado de Familia N°8, a cargo de Mauro Cerdá, resolvió instar a la Municipalidad a que en 45 días informe sobre el nuevo lugar al que deberá mudar la Casa Municipal de Abrigo. Al mismo tiempo, la gestión de Julio Garro deberá dar cuenta esta semana de las medidas urgentes que tomará en el actual establecimiento, que no reúne las condiciones mínimas de habitabilidad.
Estas acciones fueron adoptadas ante el pedido de la Comisión Provincial de la Memoria (CPM), que en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, realizó una inspección en el edificio y detectó “un pésimo estado edilicio, sobrepoblación, un régimen de vida que no se ajusta al pleno ejercicio de derechos, la desatención de la salud mental y situaciones de malos tratos”.
A raíz de los resultados de aquella inspección el organismo había presentado un informe ante el mencionado juzgado, en el marco de un Habeas Corpus Colectivo que había formalizado previamente, donde constaban las vulneraciones de derechos registradas. En función de esa presentación, se realizó la audiencia del miércoles.
Rodrigo Pomares, Coordinador del Área de Justicia y Seguridad Democrática de la CPM, explicó a Pulso Noticias: “En la audiencia hubo consenso de que ese lugar no es un lugar en el que puedan permanecer los jóvenes con las condiciones mínimas de habitabilidad, que no es un lugar apropiado para garantizar ni condiciones materiales ni condiciones de régimen de vida como por ejemplo el esparcimiento y otro tipo de cuestiones que debieran ser garantizadas”.
“Por ese motivo nosotros insistimos con el planteo de que debe ser cerrado ese lugar y se debe habilitar un lugar nuevo, con las condiciones necesarias para que los chicos estén en las condiciones en las que deben estar”, remarcó y agregó: “el juez en función de eso resolvió darle 45 días al Municipio para que informe sobre el nuevo lugar que se va a adoptar para el traslado de los niños, de los jóvenes y cinco días para que informe las medidas urgentes que va a tomar hasta tanto se resuelve el traslado de los niños”.
Foto: Agencia Andar 
Foto: Agencia Andar
El lugar en el que actualmente se encuentra la Casa de Abrigo debería estar preparado para alojar niños y niñas de entre 12 y 18 años frente a situaciones de violaciones a sus derechos. Pero está en ruinas.
“Ventanas rotas, habitaciones sin puertas que garanticen cierta privacidad ni muebles para las pertenencias de los chicos y chicas, escasez de ropa de abrigo, calefacción insuficiente, un sólo baño en muy malas condiciones para los 20 jóvenes, sin grifería y con el lavabo caído al piso y un comedor con espacio insuficiente para todos y sin calefacción. Conforme estándares internacionalmente reconocidos, el lugar se encuentra sobrepoblado”, describió la Agencia de noticias Andar, de la CPM.
Según expresó Pomares el Juzgado pidió además que, hasta tanto se consiga el nuevo edificio, en un plazo de cinco días “se garanticen cosas mínimas, tales como: acceso a una alimentación adecuada; reparación de algunas ventanas que están rotas, mobiliario; arreglo del baño que tiene dificultades muy concretas de grifería; que se garantice también la forma en que va a implementar salidas más habituales, porque uno de los problemas detectados es la falta de acceso a actividades cotidianas de recreación y educativas; las cuestiones siniestrales básicas, que tienen que ver con los cambios de los matafuegos, que estaban todos vencidos; medidas para evitar el acceso a la terraza”, entre otros puntos.
Por su parte, el Director de Niñez y Adolescencia del Municipio, Esteban Sánchez Bataglia, informó que la comuna está realizando gestiones para alquilar un espacio y mudar la Casa de Abrigo.
En la audiencia no sólo se abordaron las cuestiones estructurales edilicias, sino también las referidas al régimen de vida. En ese sentido, el referente de la CPM detalló: “Es un régimen muy restrictivo de acceso a actividades educativas, recreativas, y de posibilidad de garantizar actividades que vayan encaminadas a su autonomía. Hay falta de intervenciones destinadas a garantizar la revinculación con sus contactos, familias, y por otro lado está la ausencia de una planificación desde la Dirección que implique, de manera más regular, el funcionamiento de esa casa. Y eso incluye la carencia o la ausencia de personal específico para llevar adelante esas tareas, que tiene que ver con lo cuantitativo, es decir, falta personal, y a la vez con lo cualitativo, es decir, falta personal especializado en algunas materias, como por ejemplo psicología. Ese es uno de los requerimientos que se hicieron para ser resueltos a corto y mediano plazo”.
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