Miguel Osvaldo Etchecolatz murió a las 5.30 en una Clínica de San Miguel. Tuvo 9 condenas: en 1986, 2004, 2006, 2014, 2016, 2018, 2020, 2021 y la última en 2022 en el juicio Garachico. Estaba internado con custodia policial, desde el 27 de junio. Aquí apenas un pasaje por diferentes momentos de su horrenda vida. Y una poesía para pasar el trago amargo
El genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz murió a los 93 años. No habrá nota posible para englobar todo lo que generó y genera este personaje que dedicó su vida al horror.
En su faceta profesional y laboral, llegó a ser el Director de Investigaciones de la Policía Bonaerense y mano derecha del general de brigada Ramón Camps durante la última dictadura cívica, eclesiástica y militar. Allí coordinó grupos de tareas y fue responsable de una gran cantidad de centros clandestinos de detención en la zona.
“Muchas veces son los familiares quienes explicitan o piden dónde están los y las desaparecidos, dónde están los pibes apropiados. Recuerdo a ‘Chicha’ Mariani pidiendo que digan de una vez dónde está Clara Anahí. En el caso de Etchecolatz, la pregunta fue: ¿Dónde está López?”, dijo esta mañana Guadalupe Godoy, abogada de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.
Pulso Noticias viene realizando un arduo trabajo de transmisión y cobertura de juicios de lesa humanidad, en colaboración con La Retaguardia. En una de esas jornadas vimos en vivo una de las indagatorias donde Etchecolatz realizó una de sus defensas. La podés ver acá.
Etchecolatz estaba siendo juzgado en dos juicios actualmente: El juicio unificado de Brigadas de Quilmes, Lanús y Banfield, y el juicio por el Hogar Casa de Belén.
“Que no descanse en paz. Son viejos, ancianos, pero son genocidas, asesinos. Él tenía muchas cuentas para dar a la Justicia: dónde está Clara Anahí, dónde está mi hermano y los chicos de La Noche de los Lápices y dónde está Jorge Julio López”, expresó Marta Úngaro, hermana de Horacio Úngaro, uno de los pibes secuestrados y desaparecidos en La Plata durante la “Noche de los lápices”.
En su declaración hace 16 años, 3 meses previos a su desaparición, Jorge Julio López describió los fusilamientos de los que fue testigo en el Pozo de Arana, donde Etchecolatz y su patota asesinaron a Patricia Del Orto, Ambrosio De Marco y Norberto Rodas. “Un día pensé, y si un día salgo y lo encuentro a Etchecolatz yo lo mato, y después digo, puta y si lo mato, qué voy a matar una porquería de esas: Un asesino serial. No tenía compasión, él mismo iba y los pateaba así. Él personalmente, le digo a todos los que están presentes, dirigió la matanza esa”. La declaración completa de Lopez el 29 de junio del 2006 lo podés ver acá.
El 24 de octubre de 2014, el represor y otros 14 exmilitares fueron condenados por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino La Cacha.
Mientras se leía esa sentencia, Etchecolatz tenía en sus manos un papel donde se leía el nombre de Jorge Julio López, una imagen que resultó escalofriante a más de dos décadas de retornada la democracia y en el marco del avance de los juicios de lesa humanidad.
Para cerrar: una poesía
Benedetti: Obituario com hurras
Vamos a festejarlo
Vengan todos
Los inocentes
Los damnificados
Los que gritan de noche
Los que sufren de día
Los que sufren el cuerpo
Los que alojan fantasmas
Los que pisan descalzos
Los que blasfeman y arden
Los pobres congelados
Los que quieren a alguien
Los que nunca se olvidan
vamos a festejarlo
vengan todos
el crápula se ha muerto
se acabó el alma negra
el ladrón
el cochino
se acabó para siempre
hurra
que vengan todos
vamos a festejarlo
a no decir
la muerte
siempre lo borra todo
todo lo purifica
cualquier día
la muerte
no borra nada
quedan
siempre las cicatrices
hurra
murió el cretino
vamos a festejarlo
a no llorar de vicio
que lloren sus iguales
y se traguen sus lágrimas
se acabó el monstruo prócer
se acabó para siempre
vamos a festejarlo
a no ponernos tibios
a no creer que éste
es un muerto cualquiera
vamos a festejarlo
a no volvernos flojos
a no olvidar que éste
es un muerto cualquiera
vamos a festejarlo
a no volvernos flojos
a no olvidar que éste
es un muerto de mierda.
Somos un medio de comunicación cooperativo que se conformó luego de los despidos ilegales en el diario Hoy y en la radio Red 92 de La Plata, sucedidos a principios de 2018.
Sin laburo y con la intención de mantener nuestros puestos de trabajo, un grupo de periodistas, correctorxs, fotógrafes, locutorxs, productorxs audiovisuales y diseñadorxs decidimos organizarnos de forma colectiva.
Es melómano y amiguero. También es periodista, docente, trabajador cultural y militante. Nació y se crió en Necochea y ahora hace más de 15 años que corta por diagonales.
Su vicio lo lleva a la sección Cultura de Pulso, pero también se puede mover por Política, Interés General y Derechos Humanos. Hace trabajos radiales para la cooperativa y da una mano para la cuestión de recursos, suscripciones, cocinar para todxs o lo que pinte. Su moto y su ansiedad lo llevan a ser de lxs más puntuales del emprendimiento.