Profesionales de la salud y el personal que trabaja en ese nosocomio se encuentran peleando desde el viernes último para resistir el cierre que pretende llevar adelante el gobierno. En “Malos Perdedores” dialogamos con Nadia Jausken, jefa de demanda espontánea del hospital
Las y los trabajadores del Hospital Laura Bonaparte iniciaron un reclamo el viernes por la tarde en los alrededores del edificio, debido a los anuncios de recortes en los servicios de internaciones y guardia impulsados desde el gobierno nacional.
Según se supo, el ejecutivo estaría dispuesto a cerrarlo esta semana bajo el argumento de “baja productividad”. Sin embargo, la institución que se especializa en el tratamiento de la salud mental, actualmente tiene pacientes hospitalizados, muchos de ellos niños y adolescentes.
En ese contexto las y los trabajadores del hospital decidieron en asamblea general permanecer en sus puestos de trabajo y llamaron a todos los ciudadanos, usuarios, familiares, profesionales y a distintas organizaciones de la comunidad a sumarse en la lucha y defensa del hospital y la salud pública. Y lograron durante el fin de semana construir fuertes lazos solidarios y sostener el nosocomio en funcionamiento.
Desde “Malos Perdedores” (programa radial coproducido por Pulso Noticias y Radionauta FM) dialogamos con Nadia Jausken, trabajadora del Hospital Bonaparte, quien relató lo sucedido en los últimos días, se refirió al intento de cierre y a la importante tarea que allí se desarrolla.
“La verdad es que no hay antecedentes de un cierre de hospitales en democracia. Hace dos semanas hubo un anuncio en una conferencia de prensa de (el vocero presidencial Manuel) Adorni, en el que manifestaba la intención de pasar a todos los hospitales nacionales a sus respectivas jurisdicciones y nombró especialmente a este hospital indicando la intención de que lo absorba la ciudad de Buenos Aires”. señaló Jausken en el comienzo de la charla
“Llamó bastante la atención que nos nombre, especialmente porque hay otros hospitales nacionales. Después de eso hubo una aparente calma durante aproximadamente una semana y media, y si bien obviamente todos los trabajadores y trabajadoras estábamos en un estado de alerta, el viernes nos tomó totalmente de sorpresa esta situación”, indicó.
En la misma línea, la profesional de la salud contó: “Alrededor de las dos de la tarde informaron que tenían que cerrar las internaciones. Así que en ese momento, apenas nos enteramos, nos organizamos entre todos los trabajadores que estábamos ahí, vinieron por supuesto todos a medida que se fue corriendo la voz y ese mismo día decidimos empezar una permanencia en la institución para evitar, como pasó en otras instituciones, llegar en el día lunes y que esté vallado, que esté cerrado, que no podamos ingresar y sobre todo para garantizar la atención de los pacientes que estaban internados”.
“Así que bueno, hicimos muchas actividades culturales, el día sábado y domingo donde hubo una concurrencia espectacular, no sólo de la comunidad, sino de organizaciones que nos vinieron a bancar en esa movida y mucha presencia de los medios de comunicación que creo que eso hizo que se visibilizara mucho el conflicto”, resaltó Jausken.
–Muchos familiares de pacientes se acercaron, mostrando solidaridad y agradecimiento a los y las trabajadoras del hospital, también expresando su preocupación porque son personas que en general tienen familiares adolescentes o niños en esa institución y se quedarían totalmente sin atención
“Sí, eso habla también de cómo funciona la institución, un poco en contra de este relato que se quiere armar de que es un hospital que no tiene eficiencia. Por suerte recibimos el apoyo de muchos pacientes que asisten a la institución y de sus familiares que estuvieron acompañándonos durante estos tres días, la verdad que fue muy emocionante todo el amor y todo el apoyo que recibimos. Es muy reconfortante porque la verdad que es un trabajo sinceramente a destajo que hacemos todos los trabajadores y trabajadoras del hospital, entendiendo que la salud mental está en un momento muy complejo donde el sistema está totalmente desbordado. Y bueno, en un intento de recorte feroz no solo de la salud, sino obviamente de muchos puntos que creo que la sociedad argentina no fácilmente está dispuesta a ceder, como fue hace unos días la marcha por la Universidad y ahora empieza la arremetida con salud, así que nos toca pelear en esa también”
-¿Cuántos trabajadores hoy están afectados al servicio del Laura Bonaparte?
“Somos 612 trabajadores. Quiero destacar que. por supuesto, un hospital no se sostiene solamente con profesionales de la salud, cuando nosotros hablamos de un hospital hablamos también de todo el personal administrativo, del personal de mantenimiento de cocina. Para que tengamos una noción de esos 612 profesionales de las distintas disciplinas que atienden son un poquito más de 300. Se está diciendo que somos 612 profesionales para atender a 40 personas internadas, eso me parece muy importante aclararlo”.
– ¿Cómo es el enfoque desde donde laburan esta temática de la salud mental y la cuestión de las adicciones?
“El hospital empezó a llamarse así, ‘Hospital Nacional en Red Laura Bonaparte’ en el 2013, anteriormente se llamaba CENARESO eso que quiere decir ‘Centro Nacional de Reeducación Social’, en ese momento no existía la Ley de Salud Mental que se aprueba en 2010, entonces el hospital solo atendía consumos problemáticos. Porque en ese momento el concepto de consumo problemático de adicción estaba como separado no del resto de las problemáticas de salud mental. A partir de la implementación de la ley se empieza a incluir el consumo problemático dentro del resto de las problemáticas de salud mental. Para nombrar algunos cuadros y que la gente entienda, cuando hablamos de salud mental podemos estar hablando de un cuadro de ansiedad, puede ser un cuadro de depresión, puede ser un cuadro de descompensación psicótica”.
-Se trabaja con una perspectiva interdisciplinaria
“Es muy amplio el campo y nosotros trabajamos desde una perspectiva interdisciplinaria como marca la ley, esto quiere decir que un problema complejo como es el de la salud mental requiere una respuesta compleja. Esto quiere decir que no es solo el psiquiatra, no es solo el psicólogo, no es solo un trabajador social, sino que es la construcción interdisciplinaria de cada caso. El trabajo es interdisciplinario y desde una perspectiva de disminución de riesgo y daño en lo que concierne al consumo problemático”.
-¿También ha habido una ampliación de los servicios y las atenciones que brinda el hospital?
“Desde la implementación de la ley, que también marca el camino a trabajar sobre la desmanicomialización, es que nosotros también empezamos a ampliar y hoy el hospital cuenta con un departamento de salud integral, donde tenemos desde ginecología, obstetricia, organización para la población diversa, laboratorio, odontología, o sea, vamos en camino de ampliar porque como dice la ley ya no se pueden construir más hospitales monovalentes. El impulso de la ley era poder pensar a un sujeto de manera integral, donde no separamos la cuestión de la mente del cuerpo, porque hay cierto estigma en lo que tiene que ver con la locura, entre comillas. Pero bueno, vamos en camino, nos faltan muchos pasos para poder llegar a eso”.
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