Pablo Grillo está internado en terapia intensiva. Miles de personas se volcaron durante el miércoles en apoyo a la lucha de los jubilados y recibieron una feroz represión
La Ciudad de Buenos Aires fue escenario de una represión brutal el miércoles, cuando cientos de efectivos de distintas fuerzas policiales se desplegaron en las calles para reprimir una manifestación.
Entre las víctimas de la violencia estatal se encuentra el fotógrafo Pablo Grillo, quien se encuentra internado en terapia intensiva con una fractura de cráneo tras recibir un disparo de bala de goma en la cabeza.
La Red de Medios Digitales (de la que Pulso forma parte) emitió un comunicado en el que denuncia la agresión y advierte sobre la creciente hostilidad del Gobierno hacia la prensa.
“Desde el primer día, Javier Milei, Patricia Bullrich y sus funcionarios se han encargado de deslegitimar a la prensa y violentar periodistas, llevándonos a jornadas como la de hoy, donde la represión se volcó sobre los y las trabajadoras de prensa y sobre jubilados/as”, señala el texto.
Según la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), el operativo desplegado fue “desproporcionado”, con miles de efectivos de Gendarmería y Policía Federal reprimiendo desde el inicio de la movilización. La represión incluyó gases lacrimógenos, balas de goma y golpes, además del uso de tanques hidrantes para desalojar la Plaza del Congreso. La CPM contabiliza cientos de heridos, incluyendo dos personas en estado de gravedad.
También se registraron ataques a periodistas y equipos de monitoreo de derechos humanos, en un despliegue represivo que califican como “el más violento y extenso de la era Milei”.
La protesta que fue reprimida se desarrolló en un contexto de profunda crisis económica. Argentina atraviesa la peor recesión de las últimas dos décadas y los jubilados, uno de los sectores más afectados, han visto sus ingresos deteriorados por el ajuste, el recorte de medicamentos y el vaciamiento del sistema de salud pública.
En este marco, la protesta pacífica fue respondida con una represión desmedida.
Imágenes de la jornada muestran a efectivos policiales disparando a quemarropa contra manifestantes y trabajadores de prensa.
Las redes sociales se inundaron de testimonios y videos que evidencian el operativo violento, en el que se utilizaron gases lacrimógenos, balas de goma y detenciones arbitrarias.
Fotógrafo que lucha por su vida y la liberación
El caso de Pablo Grillo es un eslabón más en una cadena de ataques contra el derecho a la información y la libertad de expresión. Desde distintos sectores del periodismo y organismos de derechos humanos se exige una investigación urgente y se responsabiliza al gobierno de Milei y Bullrich por el accionar policial.
Al finalizar la jornada de ayer conocieron más de 114 personas detenidas que eran llevadas a distintas comisarías de CABA y Provincia.
Sin embargo, durante la madrugada, la jueza Andrade ordenó la liberación de todos y todas, por las irregularidades que tuvieron las detenciones, y expresó que no hay acreditado que estuvieran cometiendo algún delito cuando fueron arrestados.
“Ante semejante contexto, el cinismo y la violencia jamás podría ser una respuesta si hubiera una voluntad de querer cuidar al pueblo argentino. A la luz de los hechos, la voluntad del Gobierno es otra: callar con represión salvaje las voces de protesta legítima de los miles de perjudicados”, concluye el comunicado de la Red de Medios Digitales.
Mientras Pablo Grillo lucha por su vida en terapia intensiva, la sociedad civil y el periodismo cooperativo y alternativo alza la voz contra una escalada represiva que amenaza con profundizarse.
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