Los índices oficiales muestran un fuerte retroceso en la edificación de nuevos emprendimientos en todo el suelo nacional. En la región, las obras han disminuido un 20% en un año. Preocupación entre los albañiles
La crisis económica que vive la Argentina afecta a todos los sectores, destacándose sobre todo lo que sucede en el ramo de la construcción, uno de los rubros que mayor cantidad de trabajo genera a lo largo y ancho del país.
De acuerdo a los números publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) en el último Índice de Costos de la Construcción del Gran Buenos Aires, los costos para construir subieron un 4% en julio, es decir, un 0,9% más que la inflación oficial, lo que marca que levantar una casa, un edificio o un galpón para un negocio, cuesta cada vez más caro.
Los materiales subieron un 39,7% en los últimos 12 meses y 28,1% en 2018, y la mano de obra un 15,2% en el último año y un 13,7% en los primeros siete meses de este año. Estas cifras no hacen más que evidenciar el traslado de la devaluación a los bienes del sector y la pérdida de poder adquisitivo del salario de los obreros albañiles, cuyo sueldo sube un 15% frente a una inflación de casi 32%.
En el caso de los materiales, en 2018 los aumentos son superiores al año pasado. Cabe resaltar que el indicador general no alcanza un nivel mayor porque el segmento “mano de obra” tuvo una variación de 15,2% en los últimos 12 meses debido a los magros aumentos paritarios para el sector de la construcción. Para el mismo período, el aumento del rubro “materiales” alcanzó el 39,7% y los gastos generales un 30,2%.
Datos brindados por las cámaras empresariales del Gran La Plata, señalan que en la región las obras han disminuido un 20% en el último año, lo que ha significado una fuerte caída en el trabajo de albañilería, causando un incremento en la desocupación en uno de los sectores claves para el crecimiento económico.
Estos números han despertado la intranquilidad en la sede local de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), que observan “una falta de políticas activas por parte de las autoridades para poder solucionar la falencia que despierta la inflación en la obra pública y privada”.
Vale recordar que en su informe “Indicadores de coyuntura de la actividad de la construcción”, el Indec tomó la opinión de los empresarios de todo el país, donde se destacan las expectativas desfavorables con respecto al nivel de actividad esperado para el período julio-septiembre de 2018, tanto se dediquen a realizar principalmente obras privadas o públicas.
En efecto, 51,4% de las empresas que realizan obras privadas prevé que el nivel de actividad del sector no cambiará durante los próximos tres meses, mientras que el 45,9% estimó que disminuirá y un 2,7% que aumentará. Los que estimaron una baja del nivel de actividad durante los próximos tres meses la atribuyeron fundamentalmente a la caída de la actividad económica (30,1%), a la inestabilidad de los precios (22,5%) y a los atrasos en la cadena de pagos (17,6%), entre otras causas.
Entre las empresas dedicadas fundamentalmente a la obra pública, 65,6% opinó que el nivel de la actividad disminuirá durante el período julio-septiembre de 2018, 31% estimó que no cambiará y 3,4% cree que aumentará. Quienes estimaron una baja la atribuyen a la caída de la actividad económica (18,0%), a los atrasos en la cadena de pagos (16,8%) y a la inestabilidad de los precios (16,2%), entre otras razones.
Con relación a la variación estimada para los próximos tres meses de la cantidad de personal ocupado, permanente y contratado, entre las empresas que se dedican principalmente a obras privadas, 62,2% prevé que no habrá cambios, mientras que 29,7% estimó una disminución de sus planteles y 8,1%, un aumento. En el caso de los empresarios que se dedican a obras públicas, 51,7% estimó que se reducirá, 43,1% cree que no variará y el 5,2% restante opinó que aumentará.
Somos un medio de comunicación cooperativo que se conformó luego de los despidos ilegales en el diario Hoy y en la radio Red 92 de La Plata, sucedidos a principios de 2018.
Sin laburo y con la intención de mantener nuestros puestos de trabajo, un grupo de periodistas, correctorxs, fotógrafes, locutorxs, productorxs audiovisuales y diseñadorxs decidimos organizarnos de forma colectiva.