Jazmín lucha por dejar atrás el apellido de su progenitor denunciado por abuso infantil. A través de su activismo y la producción del documental “Poder decir”, visibiliza la violencia y la revictimización judicial que sufren las infancias en Argentina.
En busca de justicia y reparación, Jazmín Piceda Stolfini lleva adelante una batalla legal para poder cambiar su apellido y llevar este, el de su madre, dejando atrás el de su progenitor, denunciado por abuso infantil. Esta es solo una de las muchas acciones que Jazmín ha emprendido para denunciar el sistema judicial que, en muchos casos, protege a los agresores en lugar de a las víctimas.
Una historia de resiliencia y lucha
“Estoy en la búsqueda de reparación a través de poder sacarme mi apellido paterno y usar mi apellido materno y el de mi abuela, Piceda Stolfini”, explica Jazmín en una entrevista con “Malos Perdedores” el programa que hacemos entre Pulso y Radionauta.
En 2010, Jazmín y su madre tuvieron que escapar de su hogar en Abasto, La Plata, luego de que un juez local ordenara una revinculación con su progenitor, quien había sido denunciado por abusar sexualmente de su hermanastra mayor. “Tuve que vivir escondida durante varios meses y dejar mi casa y mis mascotas e irnos a vivir a CABA“, recuerda. A pesar del trauma, Jazmín reconoce el privilegio de haber tenido una madre con un trabajo estable que pudo brindarle un hogar y acceso a un colegio que la contuvo, una realidad que, lamentablemente, no es la de la mayoría de los niños y niñas que enfrentan situaciones similares.
Activismo audiovisual contra la violencia judicial y la revictimización
Consultada sobre su activismo, Jazmín explica: “Mi activismo está relacionado con las acciones del poder judicial en causas de niños y niñas que denuncian violencia o abuso intrafamiliar. En mi experiencia, fui llamada a declarar múltiples veces, pero no me protegieron; decidieron proteger al agresor, algo que sucede con frecuencia”.
En este contexto, Jazmín se graduó como Comunicadora Social en la UBA y emprendió junto a dos colegas, Delfina Freidzon e Iván Ezquerro, la producción del documental “Poder decir”, que aborda la problemática de la violencia y la revictimización judicial en casos de niños y niñas que han denunciado a sus progenitores. “El documental cuenta la historia de cuatro personas, incluyéndome a mí. Elegimos estas historias porque representan las diferentes experiencias de los niños cuando el Poder Judicial decide no protegerlos”, afirma. A pesar de su relevancia, la obra no fue seleccionada para el Festival Internacional de Cine en la provincia de Buenos Aires, lo cual, según Jazmín, “demuestra la dificultad de visibilizar esta problemática”.
La paradoja de un progenitor denunciado y su relación con el activismo
En la búsqueda de dejar de portar el apellido de su progenitor, un ex militante, se abre una paradoja que Jazmín enfrenta: “Cuando una persona es denunciada por abusar sexualmente de un niño, debería perder todo el concepto de militante que se le pueda tener. Creo que la coherencia entre la vida privada y pública es esencial”, reflexiona. Aunque se crió en una familia que vivió de cerca la dictadura y reivindica la lucha por los derechos humanos, su experiencia personal con su progenitor no la aleja de esta causa: “Me considero familiar de Detenidos y Desaparecidos, y creo que hubiese sido necesario más empatía y protección por parte de algunos compañeros”.
Su mamá, Silvia Piceda, junto a su pareja Sebastián Cuattromo, son los fundadores de “Adultxs por los derechos de la infancia”, un colectivo que llevar por el país y por el mundo la visibilización de estas situaciones del horror. Podes leer sus historias acá.
Un camino hacia la justicia
Este miércoles, Jazmín vivió un momento muy importante: la audiencia donde convocaron a sus testigos para el cambio de su apellido. “Es una instancia que vivimos con mucha alegría”, comparte. Además, agradeció a su abogada, la Dra. Brisa Ottogalli, “sin ella esto no sería posible. Necesitamos que en el Poder Judicial quienes trabajen con estas problemáticas sean, primero, humanos”.
Con esta batalla legal y la inminente proyección del documental, Jazmín Piceda Stolfini se crece como activista fundamental en la lucha contra la violencia infantil y la búsqueda de justicia para las infancias víctimas de abuso.
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