Romina Escalante tiene 33 años y necesitaba con urgencia renovar la silla en la cual se moviliza. Inició el trámite en abril y la obra social todavía no le daba respuestas. Esta tarde, tras difundir el caso en los medios, le dieron la solución
Otra vez IOMA dio la nota con una inusitada e inexplicable demora para dar respuestas ante situaciones de urgencia. En este caso, el problema ahora se manifestaba como urgente, pero si la obra social hubiera dado soluciones en tiempo y forma no habría conflicto alguno.
Romina Magalí Escalante tiene 33 años y se moviliza en silla de ruedas. Aproximadamente cada dos años y medio necesita renovar el vehículo, ya que el mismo se deteriora y le impide seguir moviéndose de forma ágil e independiente. Hace seis años que realiza este trámite en la obra social y nunca tuvo problemas para la entrega, hasta ahora.
“Necesita urgente la silla de ruedas, hace cinco meses que está el trámite en proceso y todavía no tiene ninguna respuesta. Ella la necesita para movilizarse y básicamente para todo”, explicó Milagros Escalante, hermana de Romina.
Enzo, su hermano, agregó: “Con la silla de ruedas ella se independiza mucho y puede hacer un montón de cosas, y desde abril que el trámite está en veremos. Venimos un lunes y nos dicen que volvamos el miércoles, pero volvemos a venir y otra vez no nos dan una respuesta, nos dicen que el trámite se mueve de un lugar a otro, parece que nos están tomando el pelo”.
“Quisiéramos no haber llegado a este punto, pero la verdad es que la necesita, y vamos a llegar hasta donde tengamos que llegar. Si tenemos que volver a venir lo haremos”, remarcó Milagros, y ambos afirmaron que no descartaban ir a la Justicia si IOMA continuaba sin entregar la silla.
En cuanto a las respuestas que les daba la obra social, Enzo señaló: “dicen que falta un papel de la autorización de la médica, pero ella ya entregó dos veces esa documentación, y dicen que sigue faltando”.
“Mi hermana ya no puede estar así porque la silla de ruedas ya se le rompió. Ahora no se puede mover sin ayuda. Es una falta de respeto que nos hagan esto”, indicó el hermano, remarcando que esta situación produce una lógica angustia en Romina y en toda su familia.
Según relató, ella utiliza “una silla de ruedas motorizada, que tiene un joystick con el que se puede movilizar y hacer de todo, lleva una batería. Siempre le dieron la misma silla. Nunca tuvimos este problema, no entendemos qué es lo que está pasando”.
Tras la difusión de la situación en distintos medios de comunicación de la región durante esta mañana, finalmente la obra social terminó autorizando la entrega de la silla en horas del mediodía.
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