El líder de centro izquierda arrasó en las urnas y quebró la hegemonía de los partidos conservadores. AMLO obtuvo más del 50% de los votos y prometió “cambios profundos” en la segunda economía de América Latina
Las primeras estimaciones confirmaron lo que ya reconoció el actual presidente de México, los líderes mundiales y hasta el vecino incordioso del norte, Donald Trump: Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha ganado las elecciones presidenciales con cerca del 53% de los votos, imponiéndose con su coalición de izquierda Morena a los partidos tradicionales que históricamente se repartieron el poder en el país azteca. 30 puntos por debajo del ganador figuran Ricardo Anaya (PAN) y José Antonio Meade (del gobernante PRI), quienes reconocieron la derrota incluso antes de conocer los resultados oficiales.
La paliza electoral fue tal que el partido de AMLO se habría impuesto en cinco de los nueve estados en disputa, Tabasco, Chiapas, Morelos, Veracruz y Ciudad de México, siendo la primera vez que la capital y la presidencia del país estarán gobernadas por un mismo signo político. Además, los mexicanos eligieron 500 diputados y 128 senadores.
AMLO y el fin de la hegemonía conservadora
“Una transición ordenada y eficiente”. Eso prometió el saliente presidente de México, el millonario Enrique Peña Nieto al saludar a su sucesor. Minutos después, López Obrador dio un discurso frente a su búnker en la Ciudad de México, arengando: “Amigas y amigos, es un día histórico y una noche memorable. Los ciudadanos han decidido iniciar la cuarta transformación de la vida política del país. Agradezco a quienes dieron los votos para comenzar este proceso de cambio verdadero”. Además, llamó a la “reconciliación”.
Calmo, AMLO se mostró consciente de la ruptura al status quo que implica su triunfo. Es el primer candidato que llega a la presidencia sin haber usado como plataforma al PRI o al PAN, los dos partidos hegemónicos que han gobernado la nación durante décadas. En ese bipartidismo conservador irrumpió Morena, el partido creado por el líder de centro izquierda. Este fue el tercer intento por la presidencia de López Obrador, pero apenas la segunda elección de Morena, que ya ha logrado al menos cinco gobernaciones de Estado, incluyendo la populosa capital.
La apelación a la hegemonía histórica de los dos partidos conservadores fue clave para el triunfo. En su campaña, López Obrador llamó a rechazar lo que llamó el PRIAN, la alianza de conservadores que se alterna para gobernar pero que lo hace con la misma receta. La idea caló hondo entre los electores, más aún debido a que la actual administración comenzó su mandato, allá por 2012, con el Pacto por México, un programa de reformas constitucionales acordado entre Peña Nieto y la oposición del PAN. Morena siempre rechazó esas reformas, y ha prometido cambios “profundos”. El hartazgo de la gente ante la violencia y la corrupción hicieron el resto para el arrollador triunfo de una nueva fuerza política.
Las reacciones
Con casi 89 millones de electores y la segunda economía de América Latina, México es sin dudas una parada importante en la política internacional, siempre marcada por los conflictos y los acuerdos con su frontera norte. Por eso, uno de los primeros gobiernos en pronunciarse fue el norteamericano. “Felicitaciones a Andrés Manuel López Obrador por convertirse el próximo presidente de México. No veo el momento de trabajar con él. Hay mucho para hacer que beneficiará tanto a Estados Unidos como a México”, escribió Donald Trump en Twitter.
Mucho más cercano a su signo político, el presidente de Bolivia, Evo Morales, festejó los resultados en su red social, donde señaló: “Nuestra más calurosa felicitación al hermano presidente electo López Obrador por su contundente victoria en las elecciones de México. Estamos seguros que su gobierno escribirá una nueva página en la historia de dignidad y soberanía latinoamericana”. Otros gobiernos del mundo también saludaron los resultados, en tanto la Argentina envió un reconocimiento a través de su cancillería.
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