Familiares de Lucas Fernández se presentaron en Fiscalía para reclamar justicia por su asesinato. Por el hecho están apuntados al menos dos efectivos policiales pero solo una está detenida. Una nueva batalla contra la impunidad uniformada
Por David Barresi
Lucas Fernández tenía 26 años, un hijo de 7, vivía en Arturo Seguí y, entre otras cosas, le gustaba jugar al fútbol. El domingo pasado después de terminar un partido, se fue a la casa de uno de sus amigos, Marcelo Galván (39), que vive a tres cuadras de la suya. Pasada la medianoche, mientras estaban en la puerta junto a otras personas, apareció un auto marca Volskwagen Vento del que bajaron cuatro personas que primero los increparon, luego empezaron a forcejear, hasta que sacaron un arma y dispararon. Dos eran policías, estaban de civil, fuera de servicio, violentos, y creían tener impunidad.
Según se pudo reconstruir después, previo a este episodio Daniel Alejandro Pérez (28), otro vecino de Arturo Seguí, había sido asaltado en la zona. Le robaron su bicicleta. Le contó lo sucedido a su hermana, Camila Pérez (26), policía de la ciudad de Buenos Aires, quien junto a su pareja -también policía pero de la Bonaerense- salieron en el auto a buscar los asaltantes, a quienes aparentemente conocían del barrio. Estaban fuera de servicio, pero llevaron al menos una de sus armas reglamentarias.
Se equivocaron de casa. Bajaron, preguntaron por un tal “Dieguito”, quien presuntamente había robado la bicicleta, y al no obtener las respuestas que buscaban de este grupo de jóvenes, se pusieron violentos y luego efectuaron varios disparos, a quemarropa. A Fernández le dieron dos veces, por la espalda, y a Galván un tiro en la pierna.
El hecho sucedió en 155, entre 416 y 417. A Lucas lo trasladó un vecino en auto una parte del camino hasta que llegó la ambulancia, que luego lo llevó al Hospital de Gonnet, pero murió al llegar al centro de salud.
La oficial Pérez fue apresada momentos más tarde y se le secuestró su arma reglamentaria, una pistola calibre 9 milímetros. En tanto, también fue detenido su hermano, pero en las últimas horas habría sido liberado. El policía bonaerense, pareja de Pérez, todavía no fue detenido. Testigos aseguran que del auto bajó una persona más, que también formó parte del hecho.
“Vengo a pedir justicia por mi hijo”
Andrea Gómez, mamá de Lucas, se presentó hoy en la Fiscalía junto a los hermanos del joven, con el apoyo de Rosa Bru e integrantes de la Asociación Miguel Bru, que la están patrocinando. En horas de la tarde iba a ser recibida por el fiscal Álvaro Garganta.
“Queremos saber qué novedades tiene el fiscal desde el lunes hasta hoy. Vengo a pedir justicia por mi hijo, y que las cuatro personas que estuvieron en el vehículo y que bajaron cumplan una condena, sin ningún beneficio. Vamos a venir las veces que sean necesarias”, remarcó Gómez con firmeza.
“La policía no puede andar así con el arma reglamentaria, de civil, en un horario que ya no es su trabajo”, señaló y agregó: “Se equivocaron de casa, se arrebataron, bajaron del vehículo, y actuaron de esta manera, empezaron a los tiros”. No dudó en calificar la situación como “gatillo fácil”, y señaló que además hirieron a un perro y pudieron haber lastimado a niños.
Gómez aseguró que tienen testigos que indican la presencia de una persona más y que además pueden relatar la violencia y la saña de los efectivos policiales. “Cuando ya estaba en el piso herido le apuntaban con el arma y le gritaban: ‘querés más hijo de puta?’”, graficó.
Por su parte, Rosa Bru, apuntó que “esta situación no se dio en el marco de un operativo policial, eran policías que estaban fuera de servicio”, y afirmó: “estoy acá para apoyar, como antes hubo que a apoyar otros casos, y esperemos que este sea el último”.
Según informaron, el miércoles que viene la familia del joven sería recibida por el Ministro de Seguridad de la Provincia, Sergio Berni. Entre otras cosas, reclaman la inmediata detención de todos los implicados en el asesinato, uno de los cuales también es un efectivo policial, que todavía, a cuatro días del hecho, se encuentra libre.
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