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viernes 22-11-2024

Hace siete años asesinaban a Soledad Bowers

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Este 29 de agosto se cumple un nuevo aniversario de la muerte de la joven en manos del accionar represivo del policía bonaerense Mauricio Sergio Olivera. Si bien fue condenado, recibió el beneficio de la prisión domiciliaria. Otro caso de Gatillo Fácil y en pleno centro platense. Dolor y lucha de la familia de Sole

Soledad Bowers tenía 18 años y estaba esperando para entrar a un recital en un bar de 9 y 53, pleno centro platense. El policía Mauricio Aguilera perseguía a dos ladrones y disparó en plena calle. La bala dio en la axila de Sole y eso le quitó la vida. Los ladrones ya habían huído, pero el policía decidió disparar igual.

Según difundieron desde el Colectivo contra el Gatillo fácil en redes sociales, la noche del 29 de agosto de 2013 el papá de Sole las llevó a ella y a su hermana Viviana a un recital de cumbia en un bar ubicado en 9 y 53, en pleno centro de La Plata. Mientras las chicas estaban en la fila para ingresar, dos personas intentaron robar la cafetería “Me Piace”, a una cuadra del boliche. Cuando lograron escapar del lugar, el policía Mauricio Sergio Aguilera abrió fuego igual y mató a Soledad de un disparo en el tórax.

Tras cinco años de espera, en octubre de 2019, la familia de Soledad logró llevar la causa a juicio oral, donde Aguilera estuvo acusado de homicidio simple con dolo eventual, una figura que no está prevista en el Código Penal (indica que el autor del disparo, sabiendo que podría provocar muerte con su conducta, siguió adelante sin importar las consecuencias) y que no contempla la gravedad de su accionar por ser funcionario policial. Aguilera estuvo seis años procesado, pero sólo pasó unos meses detenido y fue beneficiado con arresto domiciliario y salidas laborales durante la instrucción de la causa.

Dolor y lucha de la familia Bowers (*)

Soledad tenía 18 años y esperaba para entrar a un recital. El policía Mauricio Aguilera perseguía a dos ladrones y disparó en plena calle ¿Cómo se sigue cuando perdés una hija, una hermana? ¿Cómo se vive la ausencia?

Por Facundo Montiel

Mary empieza a hablar y el llanto le brota: a su hija la mató la policía. 

Soledad Bowers tenía 18 años y estaba esperando para entrar a un recital en un bar de 9 y 53, pleno centro platense. La banda no le gustaba tanto, pero una amiga de su hermana no podía ir y las entradas ya estaban compradas. Decidió acompañarla. A una cuadra, en Me Piace, dos ladrones escucharon la voz de alto y huyeron en una moto. El policía de la bonaerense Mauricio Sergio Aguilera los persiguió hasta la calle, corrió unos metros y disparó.  

La calle estaba oscura y llena de gente. La escena ya había pasado, la moto se había ido, pero Aguilera tiró igual. Las pericias confirmaron que fue el único disparo. La bala no fue al cielo ni al piso: ingresó cerca de la axila de Sole. Tiro a matar y mató. 

Sucedió el 29 de agosto de 2013 pero recién en octubre de 2019 se conocería la sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal nro. 1 a cargo de los jueces Hernán Decastelli, Cecilia Sanucci y Ramiro Fernández Lorenzo. Bajo la figura de homicidio simple con dolo eventual, la fiscalía pidió 10 años y ocho meses con revocatoria de la prisión domiciliaria. El abogado defensor de policías Julio Beley pidió la absolución. Acusado de homicidio simple con dolo eventual (una polémica figura que no está prevista en el Código Penal), Aguilera estuvo apenas unas semanas en una cárcel común: de manera inmediata fue beneficiado con arresto domiciliario y desde hace cinco meses es autorizado a tener salidas laborales. 

Durante el juicio se lo vio llegar solo y sin esposas. Bajó de un auto, compró en un kiosco, cruzó la calle e ingresó a Tribunales. Allí, en el estrado, Viviana Bowers recordó la noche trágica. Contó que escuchó un ruido y en ese momento Soledad le dijo: “me pegaron”. La joven cayó y Viviana vio al policía con el arma en la mano. “Hijo de puta fuiste vos, vos le pegaste”, le gritó. La bala impactó en el torax y Sole murió minutos después, en el hospital. Su papá la miraba desde la puerta de la sala de internación. No quiso entrar porque estaba desnuda. Hasta el día de hoy se arrepiente: “No quiero imaginar lo que habrá sentido, ahí solita. Si la acompañaba cuando le dolía la muela, ¿cómo no pude acompañarla en ese momento?”. 

En la familia Bowers todos se culpan. La hermana por haberla invitado, la mamá porque la dejó ir y el papá, Javier, porque la llevó. “Pero sabemos que el único culpable acá es su asesino, Mauricio Sergio Aguilera” sentencia Mary. 

“La justicia no se mendiga”

“A nosotros nos destruyó por completo. Vivimos así todos los días. Yo encerrada en mi pieza, con miedo de que a mis hijas les pase algo. Me dicen que las tengo que dejar salir, pero no quiero que anden en la calle, ni a la escuela quiero que vayan. No sé cómo sigo en pie, a veces no quiero vivir de tanto que extraño a Sole”, confiesa su mamá. 

Al poco tiempo de la tragedia Javier perdió su trabajo. Quedó muy afectado y no podía estar pendiente de las máquinas ni tener gente a cargo. Además, por aquel entonces empezó a caminar los pasillos de juzgados y tribunales. Al principio, el caso lo llevaba el fiscal Fernando Cartasegna (luego destituido por armar causas en connivencia con la policía) y el mediático Fernando Burlando se había ofrecido a defenderlos a cambio de que se queden tranquilos, de que no hagan “quilombo”. Dos años después Javier fue a la fiscalía y se enteró que ya no tenían abogado: los había abandonado y nadie les había avisado. 

No fueron las únicas trabas. “Desde el día uno, eran sus mismos compañeros de la Comisaría 1ra. los que trataban de taparlo. No intervino la Federal ni Prefectura. Yo tuve que lidiar con ellos cuando nadie me explicaba nada. Son la policía, no podes contra ellos” dice Javier y esboza un concepto interesante. Para él, “la peor estupidez es pedir justicia. Porque la justicia es algo tuyo, un derecho, algo que te mereces y que nadie tiene que dártelo. No la tengo que pedir, me corresponde. No se mendiga buscando conmover en un juzgado. Si hubiese sido por mí, no lo hubiese hecho”. 

(*) Nota publicada en octubre de 2019 en Pulso Noticias a días de conocerse la sentencia

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