La mujer está presa desde hace un mes a la espera de que el juez Damián Véndola resuelva su situación. Desde la organización feminista Futura exigen el sobreseimiento inmediato y aseguran que “es un caso de legítima defensa de terceros establecido en el Código Penal”. Mañana concentran a las 11 en las puertas del Juzgado de Garantías Nº 4 de Berazategui
Una vez más, la Justicia patriarcal condena a una mujer por defenderse de las violencias perpetradas por sus parejas o exparejas. Así sucedió por ejemplo con Noelia Benítez –la joven del barrio El Carmen (Berisso) que estuvo casi 10 meses presa por poner fin a la violencia que Walter Valdez ejercía sobre ella hacía cuatro años-, o con Higui -una joven lesbiana atacada por diez hombres que se defendió y terminó en el banquillo de los acusados-. Ahora sucede lo mismo con Soledad, quien está presa desde el domingo 2 de septiembre de 2018 por haber defendido a su hija de 14 años de ser abusada sexualmente por su padrastro, a la espera de que el juez Damián Véndola resuelva si confirma su prisión preventiva, tal como lo pidió el fiscal Carlos Riera.
Según expresó la organización feminista Futura a través de un comunicado, luego de nueve meses de violaciones sistemáticas intramaritales y de amenazas de abuso y acoso explícito a su hija, Soledad la defendió cuando su marido intentó violarla dentro de un auto en el que se encontraban los tres, ahorcando a su pareja con el cordón de su campera. Acto seguido, se entregó a la comisaría Cuarta de Berazategui.
“Lo vivido por Soledad es un caso de legítima defensa de terceros establecido en el Código Penal. Se dan todos los requisitos que exige el artículo 34: Soledad defendió a su hija de un ataque contra su integridad sexual. Ese ataque de su pareja hacia la niña era una agresión ilegítima, no provocada por Soledad; y la defensa fue racionalmente necesaria, porque ella estaba dentro de un auto con su hija y el agresor, cuando éste intentó violar a la adolescente (quien además no podía escapar por sus propios medios porque tenía un pie enyesado y no podía correr)”, expresaron. Y agregaron: “En la desesperación, Soledad se arrancó el cordón de la capucha de su campera y ahorcó a su marido. Ella sólo pensó en defender a su hija de la violación, no en matar a su pareja”.
Además, resaltaron que a Soledad –como a la mayoría de las mujeres que se defienden– se le exigen otras respuestas mágicas, hipotéticas y fuera de su alcance, como bajarse del auto y que su hija también se bajara y escapar de su pareja, a quien, sin dudas, seguirían viendo y quien había amenazado con matarlas.
“Llama la atención que si bien el Código Penal presume que “cualquier persona que mata a alguien que ingresa a su propiedad por la noche” actúa en legítima defensa, no presume lo mismo de una mujer que se defiende en un contexto de violencia machista o que defiende a su hija de un violador”, sostuvieron.
Mañana a las 11 horas se movilizarán a las puertas del Juzgado de Garantías Nº 4 de Berazategui exigiendo la libertad inmediata de Soledad.
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