Después de cinco días, el debate está llegando al final. Escuchamos a 41 personas a lo largo de esta semana y se espera que el jueves de la semana que viene declaren ocho personas más; la mayoría pertenecientes al ámbito judicial. El viernes de la semana que viene será el turno de las últimas palabras y alegatos.
Editó: Paula Calgaro y Mariana Sidoti Gigli
Fotos: Camila Flores Catino
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–Acomódese mejor, que está muy encorvado–, dice Bernard y comienza la audiencia.
El que llega a declarar es el testigo al que la policía fue a buscar a su casa, porque no había participado del debate el miércoles ni el jueves ya que trabaja de noche. Cuenta que participó de un allanamiento a la casa de Ramos, que duró desde las seis de la tarde hasta las tres de la mañana, y que debajo del colchón encontraron “un libro para hacer trucos de magia negra, o algo por el estilo”. Después va a enumerar lo mismo que el resto: los preservativos en la salamandra, los cuchillos, la estrella en el piso, la sangre en la pared.
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Juan Pablo Díaz y Belén Gallego declararon juntxs porque son psicólogxs y escribieron el mismo informe: trabajan en el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, en el área de inteligencia criminal. Trabajan en casos de averiguación de paradero para “ver la dinámica de la conducta y establecer conductas típicas y atípicas anteriores al hecho y evaluar el riesgo a partir de estas características”. Pero luego de la presentación ante el estrado, el Tribunal duda:
–¿Cómo pueden explorar la psicología de una persona sin tener a esa persona presente?
–Se hacen entrevistas semidirigidas a familiares. Las personas nos relatan en entrevistas, características exploratorias ya que conocen a esa persona.
–¿Con quiénes se entrevistaron?
–Con Andrés, el papá de Tehuel; Norma, la mamá; una hermana, Verónica y Michelle, su pareja. Ellos nos fueron relatando los sucesos del día de la desaparición. Nos entrevistamos diez días después de la desaparición.
–¿Qué información sobre la personalidad de Tehuel pudieron recabar de esas entrevistas?
–Concluimos que era una persona tímida, retraída, tenía alguna dificultad para demostrar sus emociones y sentimientos. Estaba más preocupado que lo normal porque él intentaba ser el sostén económico de su familia, de su pareja, y no lo estaba pudiendo lograr porque no estaba encontrando trabajos formales o bien remunerados que le permitieran cumplir ese rol. Lo veían bastante preocupado.
–¿Cómo había elaborado la familia esa elección respecto a su identidad?
–La identidad fue un proceso, en los últimos años él había podido comunicarle a su círculo cercano el cambio de identidad, fue un proceso tanto para él como para su familia y estaban acompañándolo.
–¿A quién le preguntó eso para afirmarlo así?–, pregunta Bernard.
–Al papá, a la mamá y a la hermana.
La vicepresidenta pregunta por los círculos de personas más allá a su familia nuclear: ¿sabían lo que pasaba? Pero los peritos dicen que no saben. Lo que sí saben es que Ramos lo convocaba para empleos informales; “la convocatoria fue a ser mozo y eso es un trabajo informal”, dice Díaz. Y agrega: “De alguna manera esto cumple con el sueño que tenía Tehuel de ser proveedor de Michelle, que era su pareja. Ser un proveedor. Él se identificaba con eso. Eso de alguna manera consolida esa elección de género”.
–Dentro de ese vínculo, ¿se observa o se puede inferir alguna cuestión vinculada a un sentido de ascendencia que podría representarse en Tehuel para con Luis Ramos? -pregunta Juan Caniggia, el fiscal.
–En lo que se refiere a la relación que tenía con Luis, entendemos que, como relató la familia, Tehuel no quería llevar a su pareja a ese ámbito porque Luis usaba palabras inapropiadas.
–No recuerdo qué palabra utilizaba exactamente, pero sí había una percepción de que el entorno era misógino y no era el apropiado para una mujer, según Tehuel.
Pese a lo que dicen los peritos psicológicos, en la audiencia 1 de este juicio Michelle dijo lo contrario: que Tehuel sí quería llevar a Michelle y su hijito a la casa de Ramos, pero que fue ella la que se negó.
–¿La relación de Ramos y Tehuel era una relación simétrica?
–No, no era simétrica. Era una relación de poder a prima facie. Porque Tehuel tenía que cumplir con ese sueño o ese proyecto de ser proveedor o sostén de familia–, dice Díaz, el perito.
–¿Esto lo hacen siempre sin tener al interlocutor presente?–, repregunta Bernard, el Presidente del Tribunal.
–Sí, en diversas oportunidades. Lo hacemos en casos de averiguación de paradero, con entrevistas a las personas del círculo cercano.
Este viernes lxs abogadxs de la familia de Tehuel pidieron incorporar a una “experta trans” a la lista de testigxs: “Nosotros somos personas cis heterosexuales, no entendemos las vivencias de las personas trans, por eso la queríamos incorporar a Florencia Guimaraes García. Conocemos su cv, su trayectoria y su compromiso. Además, ya ha estado en juicios; estar delante de un Tribunal no es para cualquier persona”, dijo Cristian González uno de los abogados de Norma. Pero el Tribunal rechazó el pedido y este movimiento puede anticipar alguna perspectiva de cómo fallará a fines de agosto en el veredicto. El pedido de la Fiscalía había sido condenar a Ramos por homicidio agravado por el odio a la identidad de género; que corresponde al artículo 80 del código penal, inciso 4, y tiene una pena de prisión perpetua.
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Otra de las personas citadas a declarar fue Karina Sorokowki, trabajadora del Ministerio de Seguridad, perita psicológica, que tuvo dos entrevistas con Ramos. “Observamos una persona colaboradora, dispuesta, intentando agrandar y siendo empática con la causa. Locuaz y verborrágico, ubicado en tiempo y espacio, con un discurso lógico. Pero estas características son manipuladoras”.
–¿Cómo determinan si un discurso es manipulador?
–Por los quiebres del discurso. Él se manifestó amigo de Tehuel, se refería como amigo pero relatando vivencias, no emociones. No había angustia frente a la persona desaparecida.
–Podía relatar el vínculo de amistad pero en realidad la falta de empatía en relación al otro es un dicho, ¿es una puesta en escena? – preguntó la abogada de Ramos, Natalia Argenti.
–Tiene que ver con el vínculo, la dominación es en relación a las características de Tehuel. Esa dominación se pone en manifiesto por la personalidad de Tehuel, no siempre va a pasar porque depende del otro. Tiene que complementar al manipulador. La asimetría se profundiza con una persona vulnerable.
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Andrea es militante de un “movimiento socialista y feminista” y contó que conoció a Ramos primero, en 2018, cuando fue a pedirle trabajar en una cooperativa. Al tiempo, Ramos llevó a “una amiga”: era Tehuel. Andrea contó que activaban juntxs en la cooperativa. Luis era uno de los primeros en llegar e iba a las marchas, se encargaba de la seguridad o llevaba la bandera. Pero cuando a Andrea le llegó el rumor de que Ramos “consumía y vendía cocaína”, lo echó del movimiento. Y con él se fueron varias personas, entre ellxs Tehuel.
Andrea se volvió a cruzar a Tehuel al tiempo, cuando se le cayó la cooperativa. Tehuel quería volver a trabajar. Ella ya no estaba más en el movimiento, pero podía hacer que entrara en las cooperativas de barrido del municipio de San Vicente, donde trabajaba. Y así fue. Mientras trabajaba le preguntó si lo seguía viendo a Luis, si sabía algo de él; a Andrea le daba mala espina. Y Tehuel le dijo que sí, que cada tanto le daba plata, que se seguían viendo. “Le di entender que no vaya a ver a Luis porque él no la veía como hombre. Si una persona me dice a mí que alguien es un desperdicio de mujer, la ve como mujer, no la ve como un hombre o como un amigo”, agregó.
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Los abogados.
La Fiscalía.
Lxs trabajadorxs de la Justicia en plena Feria Judicial.
El Tribunal.
Los expedientes: seis pilas de papeles con carátulas amarillas;
que tienen informes,
actas de allanamiento,
actas de procedimiento,
actas de visualización,
declaraciones testimoniales.
Fojas y vueltas.
Que dicen “El citado en autos” y hablan de un pibito trans del conurbano que jugaba al fútbol.
Y dicen “El imputado”, a un tipo que vivía en Alejandro Korn.
Los testigos. Los que van porque quieren o porque lxs obligan. ¿Dónde están lxs amigxs?
Sólo policías, peritxs y familiares. Vecinxs de un mismo barrio, al que tienen que volver después de hablar en el sillón verde.
Y el particular damnificado: una mamá. Una familia que hace 3 años, cuatro meses y ocho días que no sabe nada de ese hijo. 1226 días después de esa noche del 11 de marzo de 2021 a las 00:24, cuando Google cortó el último registro en su celular.
Mientras, las organizaciones y amigues cruzan el océano y hacen el aguante afuera, organizan la vigilia de la semana que viene.
* Esta nota forma parte de una cobertura colaborativa sobre el juicio por el caso de Tehuel de la Torre, realizada entre varios medios de La Plata pertenecientes a la Red de Medios Digitales (RMD). Somos Pulso Noticias, Perycia, Otro Viento, AnRED, Nota al pie y Desde la raíz.
Traficante de stikers. Julia no se acuerda cuando decidió convertirse en periodista, pero a los 11 años escribió un cuento: un fideo de barrio armaba una revolución en la alacena para no morir en la olla. Ella cree que ahí empezó todo, y puede que tenga razón. Nació en Bahía Blanca, una ciudad donde hay demasiado viento, Fuerzas Armadas y un diario impune.
En 2012 recibió un llamado: al día siguiente se fue a Paraguay a cubrir el golpe de Estado a Fernando Lugo. Volvió dos meses después, hincha de Cerro Porteño y hablando en guaraní. Trabajó en varios medios de La Plata y Buenos Aires cubriendo géneros, justicia y derechos humanos. Es docente de Herramientas digitales en ETER y dio clases en la UNLP y en la UNLZ.
Tiene una app para todo, es fundamentalista del excel e intenta entender de qué va el periodismo en esta era transmedia.