De la redacción de L´Ombelico del Mondo
El oficialista Partido Socialista Obrero Español (PSOE), de la mano del actual presidente Pedro Sánchez, ganó las elecciones generales de España de este domingo pero deberá formar alianzas con partidos izquierdistas y nacionalistas para poder formar gobierno. Al finalizar la jornada electoral, el histórico partido logró 7.480.755 votos y llegó al 28,68%, de esta manera lideró el recuento con 123 parlamentarios.
El segundo lugar fue para el Partido Popular (PP) con el 16,7% y apenas 66 escaños, el peor resultado de su historia.
En tercer lugar quedó Ciudadanos, una formación de centro derecha y liberal lidera por Albert Rivera, con el 15,8% de los votos y 57 diputados. El cuarto puesto fue para Unidas Podemos, una alianza entre Podemos e Izquierda Unida que llevó la lucha del movimiento feminista español en su nombre, al obtener el 11,95% y 35 delegados. El quinto partido más votado fue Vox, el representante de la extrema derecha, que de esta manera ingresa por primera vez al parlamento nacional con el 10,26% y 24 parlamentarios. El resto de las fuerzas políticas independentistas, especialmente de Cataluña, y nacionalistas consiguieron 45 bancas.
España tiene un sistema de gobierno parlamentario por lo cual los partidos deben obtener el apoyo de 176 diputados, de un total de 350, para poder formar gobierno. El PSOE no lo podrá lograr solo por lo cual deberá recurrir a alianzas. Un posible acuerdo con Unidas Podemos, con el que ya forma gobierno en la actualidad, no será suficiente ya que se quedaría en 158. Una alianza con más de tres partidos políticos, especialmente nacionalistas de diferentes regiones del país, quedaría en la puerta de la mayoría.
Para ello, el PSOE debería enfrentar el dilema de tener que recurrir a los partidos independentistas catalanes, como Esquerra Republicana de Catalunya, para lograr su objetivo. A Pedro Sánchez le gustaría poder evitar una unión con los partidos que pugnan por la independencia catalana, principalmente por las denuncias de los partidos de la derecha que los rechazan totalmente.
La victoria electoral fue la primera desde el año 2008 para el PSOE. En las elecciones del 2016 el partido había obtenido su peor resultado histórico con el 22,6% de los votos y 85 parlamentarios. En comparación, obtuvo dos millones de votos y 38 escaños más, y con los números de ayer logró casi duplicar el resultado del PP.
El domingo el PSOE ganó en todas las comunidades autónomas del país salvo Cataluña, el País Vasco, Navarra y Melilla y logró la victoria en Madrid, algo que no conseguía desde 1986. Además, salió victorioso por primera vez desde el retorno de la democracia en Galicia.
El actual presidente, Pedro Sánchez, habló ante sus seguidores y aseguró que “ha ganado el futuro y ha perdido el pasado”. Y afirmó: “No queremos involución, queremos un país que avance”. Sobre las posibles alianzas de gobierno sostuvo que está dispuesto a gobernar con las fuerzas que “respeten la Constitución y promuevan la justicia social”. Durante su discurso, el público cantó “con Rivera no”, en rechazo a una posible alianza con la fuerza de centroderecha Ciudadanos, con la que alcanzaría a formar gobierno. “Creo que ha quedado claro”, respondió Sánchez descartando un posible pacto.
Por otro lado, el partido Vox (voz en latín) de extrema derecha logró ingresar al Parlamento nacional por primera vez pero no tendrá un papel determinante ya que las fuerzas de la derecha no logran formar gobierno. El líder de la formación, Santiago Abascal, prometió llevar el discurso machista, xenófobo y racista a la Cámara de Diputados y en su discurso les dijo a sus seguidores: “Bienvenidos a la resistencia”. Asimismo, el Secretario General del partido, Javier Ortega Smith, afirmó: “Es un día histórico, la marea verde (por el color partidario) ya es imparable”. De esta manera, España tendrá en su Poder Legislativo un partido representante de la ola de extrema derecha que ha logrado importantes cuotas de poder en el último tiempo en toda Europa.
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