Una mujer sufrió un robo a mano armada mientras cerraba el kiosco donde trabajaba. En tanto a tres cuadras de allí, en 13 y 43 una casa de sommiers fue asaltada durante la madrugada
Los dueños de la colchonería de una reconocida marca de sommiers se encontraron ayer con que su negocio había sido asaltado. La puerta de blindex de acceso al local estaba hecha añicos y adentro aún podía verse el desorden provocado por los tres ladrones.
“Vimos el video de seguridad y eran tres hombres adultos”, explicó Daniel el encargado de la casa de colchones de la esquina de 13 y 43 a Pulso Noticias. No tardaron más de 30 segundos en perpetrarlo: dos se subieron a una de las camas y comenzaron a sacar los acolchados y otro fue directo a la caja”, agregó. Antes, los tres hombres habían eyectado una canica a la puerta de vidrio macizo y luego la habían derribado de varias patadas.
En total, Daniel contó que se llevaron 8 colchas, 2 almohadas y 4 juegos de sábanas. “Más o menos unos 50.000 pesos”, dijo y agregó “que como las operaciones allí mayormente se realizan con tarjetas de crédito no había mucho en la caja chica”.
“Es evidente que la situación y el contexto son bastante desfavorables porque nosotros no habíamos sufrido robos hasta el momento, acá no tenemos dinero”, explicó el encargado.
El gesto que le valió un susto
Una joven vivió un mal momento el lunes cerca de las 21.30 cuando se disponía a cerrar la puerta del drugstore donde trabaja. Hacía frío, y no se pudo negar al pedido de un cliente que le pidió por favor que le vendiera unas golosinas. Confiada, lo dejo pasar, y justo cuando llegó al mostrador, el falso cliente desenfundó un arma y le exigió toda la recaudación del día a punta de pistola.
Sin dudarlo, la mujer le entregó el dinero y en menos de 20 segundos, el ladrón huyó por la persiana a media asta. El rostro del hombre quedó grabado en la cámara de seguridad del lugar aunque por el momento la policía no ha podido dar con él.
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