Se trata de César Torillo, director asociado del nosocomio especializado en Odontología infantil dependiente de la Provincia de Buenos Aires. La joven acosada radicó las denuncias pertinentes, pero a causa de la falta de formación en materia de géneros -¿y de la falta de voluntad?- no han avanzado. Además, la referida a violencia la enviaron al Juzgado de Familia
Por Estefanía Velo y Camila Pérez Rodríguez
“Dejá de ponerte ese jean porque me sacás la mirada”, fue una de las tantas aberraciones que le dijo César Torillo, director asociado del Hospital Zonal Especializado en Odontología Infantil “Dr. Adolfo Bollini”, a la joven trabajadora que cumplía funciones en el sector de Economato (depósito de insumos) de dicho nosocomio.
Camila empezó a trabajar en el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires en marzo de 2015, y al año siguiente pasó a prestar servicio en Comisión al Hospital Bollini bajo la gestión de Mario Calcaterra como director ejecutivo. En octubre de 2016 asumieron las nuevas autoridades: Hernán Blasco como director ejecutivo y, como director asociado, César Torillo.
A partir de allí, ella tuvo que mantener un trato directo con Torillo quien, abusando de su poder, amenazó y acosó a la joven durante varios meses hasta que ella pudo hablarlo, contarlo y denunciarlo. Como sucede en esta sociedad patriarcal, la víctima es la “señalada” y “estigmatizada”. “¿Cómo manejo esto si es mi jefe?”, recordó Camila que se preguntaba todo el tiempo cuando tenía que cruzarse diariamente con Torillo. Esto duró hasta que pudo presentar una denuncia ministerialmente –frenada-, avanzar por la vía judicial y también hizo lo pertinente ante el INADI.
“Las pibas no nos callamos más”, así se tituló una denuncia pública a fines de 2017 en nuestra ciudad contra militantes políticos de izquierda por acoso y abuso. A partir de allí, surgieron decenas de denuncias y aún siguen apareciendo porque realmente ya no nos callamos más. Camila tampoco. El 26 de febrero, acompañada de su abogada, se acercó a la Comisaría de la Mujer para presentar la denuncia. “Hay una falta de formación en género importantísima. Trabajan todo el tiempo recibiendo denuncias y tuvimos que explicarle qué es una amenaza simple, aún cuando está tipificada en el código penal”, relató la letrada Nazarena Corvalán a Pulso Noticias.
Al haber un delito penal, inmediatamente desde la Comisaría de la Mujer se radica la denuncia en el Fuero Penal por un lado, y en el civil, por otro. Sin embargo, de éste último fue enviado al Fuero de Familia. “Esto muestra que hay mucha deficiencia sobre las leyes que hablan de violencia de género, y muchas deficiencias en la Comisaría de la Mujer que no sabe dónde encuadrar los hechos y siempre va a la Ley 12.569 que es de violencia familiar”, sentenció la abogada, remarcando que no existe ningún tipo de vínculo familiar en este caso.
Por ello, solicitan al Juzgado Nº 3 de Familia de La Plata que radiquen la denuncia “en sede contencioso administrativo o sede laboral” para abordar integralmente la causa por violencia de género. Mientras tanto la causa penal, radicada en la UFI Nº 7 a cargo de la fiscal Virginia Bravo, no ha tenido avances concretos. Una vez más, la Justicia se posiciona del lado del victimario encubriendo y revictimizando a la joven, que en cada institución debió relatar detalladamente las situaciones de acoso sufridas para ampliar sus denuncias.
De igual modo, Camila tuvo que detallar el acoso en la Dirección de Hospitales del Ministerio de Salud, encabezado por el funcionario Alejandro Ravecca, a quien la abogada de la joven solicitó una audiencia para abordar la situación. Pasan los meses pero las solicitudes quedan cajoneadas.
“A Ravecca lo llamamos diez veces al Ministerio, ahí nos habían dicho que volvamos a llamar para fijar una audiencia. Creíamos que era necesario un diálogo con él, marcándoles todo lo que pasó con el expediente, la tardanza del armado, y muchas otras cuestiones”, manifestó la abogada. Para ella, Ravecca tiene la obligación de tomar las “medidas necesarias para que la persona que es un acosador, un tirano dentro del Hospital Bollini, sea reubicado”.
Camila fue “trasladada” a la sede central del Ministerio, una “solución” recurrente a la hora de abordar las violencias hacia las mujeres. Lo más fácil: correr a la víctima, sostener al victimario. ¿Cuándo vamos a romper esa lógica patriarcal?
Además la letrada apuntó que lo terrible es “que tenemos un poder político que tiene como pilar de campaña la violencia de género y no hay un solo organismo municipal ni gubernamental que responda a situaciones como ésta”, y agregó que Torillo “es un violento, que hoy por hoy sigue violentando al personal”.
Dentro del establecimiento se conocen las violencias ejercidas por él, “siempre se comportó así”, aseguró la joven a Pulso Noticias, y explicó: “El 9 de abril decido ver el expediente que hicieron manual -ministerialmente-, cuando debía ser por el sistema de Gestión Documental Electrónica Buenos Aires (GDEBA), en el cual citan mi nombre erróneamente, lo que me hace presumir la intención de hacer que la denuncia no prospere”. En suma, lo caratularon como “solicitud” cuando debería ser “denuncia por acoso sexual, laboral, hostigamiento y amenazas”. A pesar de todo, Camila afirma: “Seguiré buscando los medios necesarios para que no sea un caso más, y llegar a una resolución justa de mi denuncia”. ¿Cuántas mujeres más deben atravesar lo que vivió ella para que la Justicia actúe?
Más conocida como “Tefa”, nació en Mar del Plata en 1989. Trabajadora de prensa, periodista y Licenciada en Comunicación Social (egresada de la UNLP). Buscadora de la aguja en el pajar: le apasiona el periodismo de investigación. Trabajó en prensa institucional, en diversos medios privados de La Plata, y colaboró en medios alternativos como ANRed. Actualmente escribe notas vinculadas a los derechos humanos, política y cada tanto entrevista a personajes de diversos territorios. También integra el área audiovisual, En Foco, como productora periodística. Siempre redactando con las gafas violetas puestas. Desde 2018 forma parte de la cooperativa Pulso Noticias, donde aprendió a vender publicidad, gestionar pautas y hasta armar un gran escritorio en madera.