Se trata del sacerdote que estuvo a cargo del colegio San Vicente de Paul, del barrio Hipódromo de La Plata, desde 2002 hasta principio de este año. En las últimas semanas aumentaron las denuncias públicas contra el cura por acosos y abusos de ex alumnes
Este jueves por la mañana se presentó una denuncia penal contra el cura Raúl Anatolly Sidders por el delito de abuso sexual agravado. Los hechos denunciados transcurrieron entre 2004 y 2007 en el colegio San Vicente de Paul, ubicado en diagonal 80 esquina 115 de La Plata, donde el sacerdote –intimo amigo del ex arzobispo platense Héctor Aguer– aprovechaba su situación de guía espiritual para acosar, abusar y violentar a las y los alumnos de la institución.
La joven denunciante cursó su primaria y secundaria en dicho colegio hasta que comenzó a evitar la institución debido a las situaciones allí vividas. “A partir de los 11 años empezó a acosarme. En invierno, adelante de todos, me hacía poner mis manos en los bolsillos de su sotana porque decía que yo tenía las manos frías, y me hacía sentir su erección”, relató la joven a Prensa Obrera.
Raúl Anatolly Sidders estuvo a cargo del colegio platense desde 2002 hasta principio de 2020 que fue trasladado a la ciudad de Puerto Iguazú, Misiones, para cumplir funciones como secretario del recientemente designado obispo Nicolás Baisi (ex obispo auxiliar de La Plata desde 2010) y a la espera de ser nombrado capellán del Escuadrón XIII de Gendarmería Nacional en Puerto Iguazú. En Misiones se movilizaron en repudio de la asunción de Sidders, quien sigue en contacto con niños y niñas.
Las historias se repiten a pesar de los tiempos judiciales, y de la prudencia y el silencio que intenta imponer la Iglesia Católica, en este caso el Arzobispado de La Plata encabezado por Víctor “Tucho” Fernández. Fuentes allegadas al arzobispo Fernández aseguraron a este medio que no estaban enterados del caso.
Recordemos que el cura abusador Eduardo Lorenzo se mató impune tras diez años de que la fiscal Ana Medina tuviese la causa archivada y unos pocos meses desarchivada, Héctor Giménez esta siendo cuidado en un geriátrico, y los sobrevivientes del Instituto Próvolo de La Plata esperan que la fiscal Cecilia Corfield avance en la causa.
“Las acusaciones contra Sidders proliferaron en los últimos días en medios de comunicación y redes sociales, tras el enorme efecto que tuvo la publicación de un primer testimonio sobre su accionar como confesor en el colegio, incidiendo en la vida sexual de les alumnes y emitiendo cotidianamente juicios ofensivos y denigratorios contra mujeres, homosexuales y personas de menores recursos”, expresaron a través de un comunicado de prensa las personas autoconvocadas para reclamar la investigación de los abusos de Raúl Sidders.
La causa ingresó al Juzgado de Garantías N°2 de La Plata, a cargo del Dr. Eduardo Luis Silva Pelossi, y el fiscal interviniente es Álvaro Garganta, de la UFI N° 11.
En diálogo con Pulso Noticias, la abogada querellante Pía Garralda afirmó: “Esperamos que se investigue seriamente. Estamos hablando de situaciones de abusos, de acoso, de diferentes tipos de violencias ejercidas por el cura Sidders durante muchísimos años como cura de la escuela San Vicente de Paul”.
Dentro del mundo eclesiástico, Sidders es conocido como “frasquito” porque les decía a los alumnos que se masturbaran y guardaran el semen en un frasco de vidrio. La joven denunciante también relató que los hacía confesarse a solas, y recuerda: “Me preguntaba si sabía masturbarme y como le decía que no, me explicó con sus dedos, sin tocarme, cómo tenía que hacer. Me sugirió que lo hiciera pensando en él y que en la próxima confesión le contara cómo me había sentido”.
“En la siguiente confesión me preguntó si lo hice y le dije que no. Me preguntó por qué y respondí ´no se´. Se enojó y me dijo: ´¿por qué no lo hiciste si yo te dije que lo hagas? Vos tenes que estar preparada porque la mujer tiene que complacer al hombre siempre. Y preservativos no hay que usar, el fin de las relaciones sexuales es procrear´”, agregó.
Sidders fue denunciado en 2011 ante el Inadi debido a sus dichos misóginos y violentos en su programa de televisión en el canal local, “Ave María Purísima”. Durante una de sus emisiones, frente a niños y jóvenes que lo acompañaban, llamó a quienes habían participado de una movilización contra la violencia de género “loquitas”, “yeguas” y “chirusas”, que “pretenden matar bebitos que están por nacer”.
Para finalizar, la abogada Garralda señaló: “Queremos que las autoridades eclesiásticas también investiguen dentro de sus instituciones, lo que hicieron fue negar rápidamente todos los hechos y acusarnos de difamadores”. Y resaltó: “exigimos que el cura Sidders sea apartado de sus funciones públicas como eclesiásticas de misiones justamente para proteger a les niñes con los cuales pueda estar en contacto hasta se desarrolle la investigación”.
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