Son un grupo de 20 personas entre las que se destacan estudiantes de pre y posgrado. Nicolás Jiménez y Eliana Noscué hablaron con Pulso Noticias y contaron el nacimiento de la agrupación Colombia Humana en la ciudad, que apoya la candidatura de Gustavo Petro
Por Matías Kraber
La Colombia Humana también existe en La Plata: son 20 estudiantes universitarios y de posgrado que comenzaron a juntarse a 7.000 kilómetros de su tierra natal para hacer pedagogía de la paz. “Evidenciar el conflicto, porque no se sabe demasiado sobre lo que ocurrió en Colombia. La mayoría que llega a la Argentina viene de sitios que no fueron zonas calientes, entonces desconocen la historia de violencia de su propio país”, cuenta a Pulso Noticias Nicolás Jiménez (22), un joven oriundo de Bogotá que vino a estudiar a la Facultad de Artes Audiovisuales de la UNLP.
“Nos empezamos a organizar siguiendo los ejemplos de las colectividades peruana y boliviana, que ya llevan más de tres generaciones aquí. Nosotros somos una migración reciente que aún está en proceso, pero comenzamos a organizarnos de manera espontánea cuando nos encontramos con otros colombianos en el marco de inscripción de la cédula, la cual nos permite votar en el consulado”, relata por su parte Eliana Noscué (32), alumna del doctorado en Comunicación de la UNLP y becada por el Conicet.
Colombia Humana en La Plata tiene una página de Facebook en la que sus integrantes exponen sus actividades pedagógicas y de organización. Hace seis meses largaron una convocatoria en otro grupo de la red social que se llama Colombianos en La Plata – que reúne a 6.119 miembros- y allí pudieron establecer la base de 20 personas que creen en el proyecto de Gustavo Petro y en la necesidad de aportar su granito de arena desde la distancia.
Dentro de sus actividades llevan adelante un ciclo de cine foro: “Resilientes, terrorismo de estado en Colombia”, que comenzó a realizarse en el Centro Cultural Olga Vázquez y que continuará el próximo jueves 21 a las 13:30 en la Facultad de Periodismo del Bosque. También han organizado eventos como el Azúcar Fest o Arepa al Parque, con los que juntaron los fondos que les permitieron sacar un micro con 40 colombianos que viven en la ciudad para ir a votar al Consulado Colombiano en Capital Federal.
Eliana Noscué, que en el próximo ciclo de cine de la organización presentará un cortometraje documental de su autoría sobre el desplazamiento forzado de siete mujeres afrocolombianas del Pacífico, explicó el contexto del que provienen los colombianos a nuestro país.
-¿El colombiano que viene a estudiar a la Argentina adhiere naturalmente a la Colombia Humana?
EN: Creo que los que hemos empezado a organizarnos es por algo que responde a nuestro aprendizaje de la vida política de Argentina. Hemos aprendido de acá. Generalmente, y eso es una característica que llevamos con nosotros casi endémica, los colombianos no sabemos mucho de organización porque no nos han permitido organizarnos. El universitario por ejemplo: la Universidad pública en Colombia ha sufrido al terrorismo de Estado y no es una cuestión menor. Yo sufrí a Uribe. Estuve en la Universidad en Colombia del 2001 hasta el 2012, así que me tuve que fumar a Uribe durante toda mi estadía, y en esos 10 años nos mató a seis compañeros de la Universidad del Valle.
Por su parte, Nicolás Jímenez presentará un cortometraje de ficción –Las Flores son para los muertos– en el que narra los casos de los “falsos positivos”: los campesinos o niños asesinados por el paramilitarismo que fueron exhibidos como guerrilleros durante el gobierno de Uribe. Nicolás nació en el distrito 11 de Bogotá, en la localidad de Suba, en el seno de una familia de obreros en la que aprendió de la política a través de su padre, que fue presidente de la junta comunal del barrio. Trabajó como vendedor ambulante, delivery y cocinero de comida rápida para lograr venirse a estudiar a La Plata.
-¿ Participabas en política en Colombia o comenzaste hacerlo en Argentina?
NJ: He tenido la política muy en la cabeza, sobre todo por mi papá. Asistí a marchas en mi país y todas fueron reprimidas por la Policía. Allí el campesinado o el estudiante quedaban tildados de delincuentes. Aquí es otro el modo: aunque exista un gobierno neoliberal, se puede participar sin quedar tan expuestos. En cuanto al movimiento Colombia Humana, me invitó una amiga para participar y apoyar a Petro desde acá. Yo había tenido la experiencia de conocerlo como Alcalde en Bogotá y entendí su proyecto: más allá de cualquier “ismo”, lo más importante es el ser humano. Comprender la humanidad es lo que hace Petro, y sobre todo el proyecto que maneja: la justicia social, una equidad de respetar al ser humano, al otro y a la naturaleza.
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