En una histórica jornada por la alta participación y la gran presencia de jóvenes, la opción para cambiar la Constitución heredada de la dictadura triunfó con el 78% de los votos. Festejo popular en las calles
La opción “Apruebo” al cambio de la Constitución se impuso este domingo contundente en Chile y lograba un 78,27% de los votos, escrutadas más del 95% de las mesas de todo el país, por lo que ya era irreversible el inicio del proceso para cambiar la actual carta magna, impuesta en 1980 por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-90).
El “Apruebo” obtenía 5.618.644 votos, mientras que la opción “Rechazo” lograba 1.559.595, en una elección que tuvo mayor nivel de participación que la media en el país en anteriores elecciones.
Los sufragios válidos alcanzaban a 94,59% del total de votos emitidos, informó anoche el Servicio Electoral (Servel) en su sitio web.
Anoche mismo miles de chilenos y chilenas salieron a festejar masivamente a la Plaza Italia (lugar de encuentro y manifestaciones de la capital chilena). El rotundo triunfo permitirá iniciar el largo proceso para enterrar este legado político de Pinochet.
El presidente Sebastián Piñera, acompañado de todo su gabinete, reconoció en rueda de prensa en el Palacio de La Moneda el triunfo del “Apruebo” y de la Convención Constitucional. La misma se conformará en un 100% por ciudadanos electos para este propósito con composición paritaria entre hombres y mujeres, con el objetivo de redactar la nueva Constitución.
“Hoy los chilenos y chilenas han expresado libremente su voluntad a través de las urnas, eligiendo la opción de una Convención Constituyente, por primera vez con plena igualdad entre hombres y mujeres, para acordar una Nueva Constitución para Chile”, dijo el presidente.
“Este Plebiscito no es el fin. Es el comienzo de un camino, que juntos deberemos recorrer para acordar una Nueva Constitución para Chile. Hasta ahora la Constitución nos ha dividido. A partir de hoy, todos debemos colaborar para que la Nueva Constitución sea el gran marco de unidad, de estabilidad y de futuro”, vaticinó. Los festejos se repetían en las calles de todo el país, con vecinos celebrando desde los balcones de sus departamentos, en las puertas de sus casas y en autos con banderas y bocinazos.
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