Los preparados en base a aceites de esta planta han demostrado ser notablemente beneficiosos. Sin embargo, el marco regulatorio todavía no incluye a los animales no humanos. La agrupación Veterinarios Cannábicos Argentinos busca revertir la situación, brinda asesoramiento y apunta a un debate de fondo
Si bien Argentina avanzó en sus marcos regulatorios respecto al uso de cannabis medicinal con la modificación de la Ley 27.350 en noviembre del 2020 y el inicio del tratamiento en el Congreso Nacional del proyecto de ley para regular la industria cannábica en 2021, hasta el momento las terapias para animales no humanos en base a esta planta vienen quedando afuera de la normativa.
Es decir, una persona humana que necesite utilizar cannabis medicinal puede cultivar sus plantas, preparar sus propios medicamentos, o puede acceder incluso a la compra del mismo. En cambio, un tutor o tutora que necesite realizarle una terapia en base a esta misma planta a su perra o gato, no tiene hasta el momento un amparo legal para hacerlo.
Aunque la utilización del cannabis para tratamientos en animales no humanos pueda parecernos novedosa, existe desde hace más de 2.000 años. “Hay registros en la India que datan de esas fechas. Como todo en lo referente a esta planta, se frenó por la prohibición, y se está retomando ahora”, explicó a Pulso Noticias Nicolás Destéfano, veterinario platense que integra la Asociación de Veterinarios Cannábicos, agrupamiento que hoy en el Día del Animal está cumpliendo un año.
Desde hace alrededor de quince años, se está volviendo a utilizar y a estudiar su uso en animales a nivel mundial. Y los beneficios son evidentes: “Se ven mejoras de toda índole. Lo que tiene de beneficioso la terapia con cannabis es que es una terapia muy integral”, remarcó el profesional.
Todo en un solo preparado
“A diferencia de la medicina tradicional, donde cada medicamento cumple una función, con el cannabis en un solo preparado podemos atacar varios flancos. Por ejemplo, en un cuadro de un perro con dolor crónico por vejez, se usaría un antiinflamatorio, un analgésico y probablemente otro medicamento para ayudar a que el perro pueda dormir por la noche. Además, por utilizar esos combos probablemente tengamos que usar protectores gástricos y en algún momento protectores hepáticos”, graficó Destéfano.
“Todos estos medicamentos, corticoides o analgésicos generan mucho daño. Las terapias tradicionales nos juegan en contra desde ese lado. En cambio, con el cannabis en un solo preparado podemos tener todos estos efectos sobre el paciente. Efecto antinflamatorio, analgésico, modulador del sueño, estimulador del apetito. Se están viendo estudios que ayudan a la función hepática y otros que favorecen la función renal en algunas situaciones. Entonces, con un solo preparado reemplazaríamos lo que en la medicina tradicional hacemos con cinco medicamentos distintos”, aseguró.
El mismo sistema
El uso del cannabis medicinal en animales apunta a buscar los mismos beneficios que en los tratamientos para las personas humanas. “Porque compartimos el mismo sistema endocannabinoide, que es en donde actúan los preparados del cannabis”, indicó el veterinario.
“Se trata de un sistema de señalización endógena por el cual se comunican la gran mayoría de nuestros sistemas y órganos, con el fin de mantener el equilibrio. Cuando algo está trabajando de manera desequilibrada, de manera desmedida, de manera errónea, a través de este sistema parte de nuestro cuerpo se comunica para busca la homeostasis, que básicamente es buscar el equilibrio”, resumió Destéfano.
En ese sentido, indicó: “La terapia apunta a buscar modular ese sistema que se encarga de mantener el equilibrio de nuestro organismo, buscando los mismos beneficios en las mismas patologías”.
“Sirve para trabajar cuando hay dolor, para cuidados paliativos, en animales gerontes, en animales con enfermedades terminales, en pacientes oncológicos, en casos de epilepsia. Este último es el uso más conocido del cannabis porque es el primer uso que se habilitó para humanos”, afirmó.
También detalló que se utiliza mucho en problemas de comportamiento. “Actualmente se está analizando el uso de CBD obteniendo muy buenos beneficios con efectos ansiolíticos y moduladores del sistema nervioso. A su vez, se usa en problemas de piel, problemas osteoarticulares de toda índole y problemas inmunes”.
Autonomía para pacientes
Como estas terapias no están incluidas en los marcos regulatorios, el acceso a los preparados es limitado. “No es ilegal la prescripción porque no hay nada que lo inhabilite. Yo lo puedo indicar pero el tutor de mi paciente no va a poder acceder a la terapia de una forma legal”, señaló Destéfano.
En su veterinaria llamada Tricoma, ubicada en 25 entre 46 y 47, no comercializan el aceite. “Lo que nosotros hacemos es un asesoramiento, donde se hace un diagnóstico, luego se ve si es necesario algún estudio particular y una vez que tengamos un diagnóstico se evalúa el mejor tratamiento. Porque hay que ver qué tipo de aceite usar, qué preparación sería la más adecuada, qué tipo de concentración de cannabinoides se necesita, y en base a eso se evalúa qué productor es el que le va a proveer a ese paciente, o en el mejor de los casos se le orienta al tutor a cómo cultivar y cómo preparar”.
“Lo lindo de esta terapia es que le brinda autonomía al paciente. Si está dispuesto puede independizarse de necesitar conseguir, comprar, ir al laboratorio. La tarea es ir ayudando al tutor en el seguimiento y a cómo acompañar en la terapia, explicándole riesgos y beneficios”, detalló.
En ese sentido, aconsejó: “es importante que los tutores no se larguen solos, que se asesoren. Que no traten de buscar algún preparado en el mercado, porque lamentablemente hay un alto riesgo de estafas. Entonces no solamente no vamos a ver los beneficios de la terapia, sino incluso podemos ver efectos no deseados. Por eso es importante trabajar con preparados de confianza, para hacer un buen uso de la terapia”.
Foto: Popi Provenzano (Pulso Noticias)
El debate de fondo: una sola salud
En su corto año de existencia, la Asociación de Veterinarios Cannábicos se dedicó a concientizar y educar. Realizó gestiones con Universidades, con las autoridades del Registro del Programa de Cannabis (Reprocann), hizo capacitaciones gratuitas, participó de la Expo Cannabis y de cada evento relacionado con la temática.
Según relató Destéfano, si bien todavía no encontraron las respuestas que están buscando, sí están encontrando escucha y eco en sus planteos. Pero además, afirmó que la pelea va más allá de la regulación concreta de la terapia.
“Si bien nuestra lucha directa es porque incluyan a nuestros pacientes y a nosotros como profesionales en el marco regulatorio, eso indirectamente implica una lucha mayor: empezar a pensar en una sola salud”, expresó.
En esa línea, profundizó: “si evaluamos la situación en nuestro país, los animales no humanos no están incluidos en el debate de la salud pública. No están incluidos en los derechos a la salud. Hoy a la medicina veterinaria sólo se puede acceder en el marco privado”.
“Con el cannabis quedó en evidencia que no se considera al animal como un sujeto de derecho. Por eso hay que empezar a pensar en una sola salud, en donde tanto un perro como un gato o un animal de compañía ya son parte de la familia, con todo lo que eso implica. Todo lo que le pase a un animal también le va a pasar a la familia indirectamente”, aseguró y puntualizó: “obviamente, entendemos que el sistema de salud ya es complejo para las personas, pero al menos es necesario empezar a dar este debate”.
Periodista y Licenciado en Comunicación Social. Sagitario en casa diez, ascendente en Piscis y luna en Capricornio. Buena mano para el mate. Trabajó en Infoanpress; diario Hoy; Agencia La Provincia; revista Avanzada Sindical; revista La Tecla y colaboró en ANRed. Escribe en secciones como Política, Derechos Humanos, Interés General y Socio Ambiental. Un poco sindicalista. No es tímido, nomás le cuesta entrar en confianza.