Se utiliza como herramienta para analizar resonancias magnéticas. Ayuda a detectar el tumor más común en varones y a identificar casos de bajo riesgo que no requieren tratamientos ni biopsias. La experiencia de un centro argentino que ya la implementa.
La inteligencia artificial (IA) avanza en distintos campos de la salud. En el caso del cáncer de próstata —el más frecuente entre los hombres—, su aplicación en el análisis de imágenes médicas mejora la detección y permite evitar intervenciones innecesarias en pacientes con formas leves de la enfermedad. Esto repercute tanto en la calidad de vida de los pacientes como en la eficiencia del sistema de salud.
En Argentina se registran más de 12.000 nuevos diagnósticos y 4.300 muertes al año por este tipo de cáncer, según el Observatorio Global del Cáncer. Uno de cada ocho hombres lo desarrollará en algún momento de su vida. Por eso, en el marco del Día Mundial del Cáncer de Próstata, que se conmemora el 11 de junio, especialistas destacan la importancia de detectarlo a tiempo.
“El cáncer de próstata es una preocupación frecuente en varones. La detección temprana permite abordarlo con un tratamiento curativo”, afirma el oncólogo Juan Sade, jefe de la Unidad Genitourinaria del Instituto Alexander Fleming (IAF). En ese proceso, la resonancia magnética es clave, y la IA potencia su precisión.
“La inteligencia artificial mejora el análisis de imágenes y biopsias, y ayuda a diferenciar tumores agresivos de aquellos que pueden ser vigilados sin tratamiento inmediato”, explica Sade.
Evitar biopsias y tratamientos innecesarios
Lisandro Paganini, subjefe del Servicio de Diagnóstico por Imágenes del IAF, agrega: “La IA permite una lectura más precisa de la resonancia, lo que ahorra tiempo, estudios y evita procedimientos invasivos al paciente”.
Se calcula que entre el 20% y el 30% de los tratamientos podrían evitarse si se lograra identificar con mayor precisión los casos de bajo riesgo. En esos pacientes, la vigilancia activa —con controles médicos regulares— es una alternativa segura y eficaz.
El Instituto Alexander Fleming comenzó a usar el software QP-Prostate, basado en IA y aprobado por organismos internacionales, que permite detectar el cáncer en etapas tempranas. “Esta herramienta ayuda a reducir biopsias innecesarias y tratamientos que pueden generar efectos adversos como incontinencia urinaria o disfunción sexual”, señala el especialista Fernando Losada López.
Doble beneficio: para pacientes y profesionales
La detección temprana cambia radicalmente el pronóstico: cuando el tumor está localizado, la probabilidad de cura ronda el 99%. Los tumores de bajo riesgo se curan en el 90% de los casos. Por eso es fundamental el estudio de PSA a partir de los 50 años, y su seguimiento con resonancia. La IA permite seleccionar mejor a qué pacientes biopsiar y de qué zona exacta tomar la muestra.
También colabora en distinguir entre lesiones benignas y malignas, y en localizar el foco más agresivo del tumor, clave para definir el tratamiento. “Sobre todo en próstatas grandes o con hiperplasia, la IA mejora nuestra capacidad de diagnóstico”, sostiene Sade.
Además, mejora el trabajo de los equipos médicos. “La IA no reemplaza al médico, pero reduce tareas repetitivas y mejora la eficiencia”, apunta Daniel Mysler, jefe del Servicio de Diagnóstico por Imágenes del IAF. “Hoy el tratamiento del cáncer de próstata requiere un equipo interdisciplinario. La inteligencia artificial ya es una aliada, pero no reemplaza la experiencia y el criterio clínico”, concluye.
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