La selección masculina de fútbol jugó unos buenos 45 minutos iniciales en Los Ángeles pero no logró abrir el marcador. La segunda etapa fue más floja y Chile casi convierte en el arranque. El próximo partido será ante México en Texas
El seleccionado argentino mostró anoche ante Chile los primeros atisbos de lo que pretende su ahora confirmado entrenador, Lionel Scaloni, para definir el estilo de juego, y aún con la ausencia del suspendido capitán Lionel Messi, desarrolló unos 45 minutos iniciales muy prometedores dentro de un empate sin goles que no tradujo los merecimientos futbolísticos expresados por un equipo albiceleste que fue superior a su rival.
El primer tiempo, cuando el equipo titular que tiene en mente Lionel Scaloni y al que le faltarían Franco Armani, quizá Sergio Aguero y por supuesto el capitán Lionel Messi, tuvo en su desarrollo una cabal demostración de lo que pretende el técnico argentino.
Por primera vez desde que arrancó este ciclo que el entrenador pudo trabajar bajo la certeza de que su cargo no correrá riesgos de verse interrumpido hasta el final de las eliminatorias para Qatar 2022, salvo algún desastre futbolístico de esos que también nunca faltan. Y eso se notó en los 45 minutos iniciales.
Es que en ese lapso también por primera vez se empezó a insinuar con mayor nitidez el estilo que pretende inculcarle Scaloni al equipo, con presión alta, bien alta, un control de balón dinámico, con rotaciones permanentes y llegadas alternativas por el medio y los costados, buscando triangular en todos los sectores del campo rival.
Para eso el técnico nutrió al equipo de jugadores con excelente pie bajo un sistema 4-3-3, desde la salida clara de los defensores riverplatenses Gonzalo Montiel y el debutante Lucas Martínez Quarta, la presencia desde los costados hacia el medio de Rodrigo De Paul por derecha y Giovani Lo Celso por izquierda, y arriba Lautaro Martínez entrando y saliendo del área para “dialogar” y permitir las llegadas también diagonales de Paulo Dybala y el tucumano Joaquín Correa.
Claro que todo esto no podría ser sostenido sin la presencia de un “cinco”, que justamente debe ser “un cinco con presencia”, y ese papel lo cumplió a la perfección en esa etapa inicial Leandro Paredes, relevando hasta a sus defensores cuando se lanzaban al ataque tanto como trabajando esforzadamente en la recuperación y, por si esto fuera poco, sin renunciar a lo mejor que sabe hacer y por lo que en definitiva está en la selección, que es jugar.
A todo este compilado de buenos “tratadores” del balón se sumaba, por supuesto, el hoy capitán Nicolás Tagliafico, que al igual de Montiel marca y trepa, trepa y vuelve marcando sin solución de continuidad.
El único que está solamente para defender es Nicolás Otamendi, seguramente el menos dotado técnicamente de este grupo que hasta tuvo en el arquero Agustín Marchesín a un componente de buena expresión a la hora de tener que jugar con los pies, aunque con las manos también se lo vio muy eficiente cuando se lo exigió.
Así, las acciones de riesgo que Argentina generó frente al arco del retornado Claudio Bravo, que volvió a atajar por el seleccionado chileno después de dos años, fueron producto de un proceso de elaboración previo como la que el ex Barcelona le desvió a Dybala luego de una gran sesión de Lo Celso a Martínez que el delantero del Inter rebotó para la entrada franca del cordobés.
También hubo otra muestra de lo que quiere Scaloni cuando acto seguido Montiel trepó por su sector y lanzó un centro para que Lo Celso, ingresando por la izquierda, conectara de volea junto al palo derecho de un Bravo que ya no tenía historia si la pelota iba unos centímetros más adentro.
Pero Argentina no pudo quebrar, no pudo convertir ante un Chile por momentos impotente, que apeló muchas veces al juego brusco, algo que de haber estado el árbitro estadounidense Jair Marrufo tan severo como correspondía que estuviera, tendría que haber expulsado al ex Quilmes Charles Aranguiz ya en el primer tiempo.
Claro que tanto hincapié en resaltar las virtudes argentinas en el primer tiempo no contemplan un marco ocioso ni mucho menos respecto del segundo, sino que cuando estos enfrentamientos “a priori” interesantes por el contexto que recubre cada cruce entre argentinos y chilenos en los últimos años, toman el caracter de “muy” amistosos, todo lo bueno que se procura generar en un principio se termina deteriorando cuando se realizan media docena de cambios por lado, y peor aún cuando estos van sucediéndose cada cinco minutos promedio.
Todo eso provocó que el desarrollo se desluciera en los 45 minutos finales, donde la acción más clara la tuvo Chile a los cuatro minutos con un cabezazo de Eduardo Vargas que rebotó en el travesaño del arco defendido por Marchesín.
Después de esa acción Scaloni ya empezó a darles minutos de selección a algunos de sus preferidos como el volante riverplatense Exequiel Palacios, así como para hacer debutar con la camiseta albiceleste a otros jóvenes mediocampistas como el velezano Nicolás Domínguez y el boquense Alexis MacAllister.
Pero salvo por esas experiencias, el segundo período quedó para la anécdota, aunque lo saludable de este encuentro fue lo realizado en el primer tiempo, algo que conformó a Scaloni según lo confirmó el propio técnico al término del encuentro.
Ahora se vendrá el México del ex técnico del seleccionado argentino, uno de los antecesores de Scaloni como Gerardo Martino, en el que se anuncia un colmado estadio Alamodome, de San Antonio, Texas, un marco totalmente distinto al de Los Ángeles, donde “a gatas” 10.000 espectadores se acercaron a ver como Argentina empieza a tomar nueva forma mientras el capitán Messi purga los tres meses de suspensión que le aplicó la Conmebol por algunas declaraciones juzgadas inconvenientes por la dirigencia de esa institución.
Fuente: Télam
– Síntesis –
Argentina: Agustín Marchesín; Gonzalo Montiel, Nicolás Otamendi, Lucas Martínez Quarta y Nicolás Tagliafico; Giovani Lo Celso, Leandro Paredes y Rodrigo De Paul; Paulo Dybala, Lautaro Martínez y Joaquín Correa. DT: Lionel Scaloni.
Chile: Claudio Bravo; Óscar Opazo, Paulo Díaz, Sebastián Vegas y Alfonso Parot; Claudio Baeza, Charles Aránguiz, César Pinares y Ángelo Sagal; Eduardo Vargas y Alexis Sánchez. DT: Reinaldo Rueda.
Cambios en el segundo tiempo: Al comenzar Diego Rubio por Sagal (CH), 7m. Exequiel Palacios por Lo Celso (A), 9m. Tomás Alarcón por Baeza (CH), 11m. Lucas Alario por Correa (A), 21m. Nicolás Domínguez por De Paul (A) y Diego Valdes por Vargas (CH), 24m. Alexis MacAllister por Dybala (A), 29m. Marcos Acuña por Tagliafico (A), 36m. Ignacio Jeraldino por Pinares (CH), 39m. Guido Rodríguez por Paredes (A) y 42m. Igor Livchnovsky por Aranguiz (CH).
Amonestados: Paredes, Dybala, Tagliafico, Montiel, De Paul y Domínguez (A). Aranguiz, Baeza, Vegas y Pinares (CH).
Estadio: Memorial Coliseum (Los Ángeles).
Árbitro: Jair Marrufo (Estados Unidos).
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