En diálogo con Pulso Noticias, el analista internacional señaló los dilemas de la región y dijo que la política exterior de Trump es “peligrosa”, en medio de una nueva “guerra fría” que amenaza a Europa y al mundo
Después de doce años de estar al frente de las noticias internacionales en la pantalla más caliente de la TV argentina, Andrés Repetto tomó impulso y dio el gran salto. Estaba buscando independencia y crecimiento y, cuando todos pensaban que se estaba lanzando al vacío, logró reinventarse. Contando con la ventaja del nombre propio, incursionó en las plataformas digitales para seguir hablando de lo que le apasiona: los avatares de un mundo cada vez más convulsionado.
Con el aplomo y la seguridad que le da su recorrido, Repetto habló con Pulso Noticias y explicó por qué cree que estamos viviendo una nueva y peligrosa “guerra fría” entre Rusia y Estados Unidos. Además analizó cuál es el lugar de China como nuevo actor global, y nos ayudó a pensar la encrucijada en la que se encuentra Latinoamérica actualmente.
-Con elecciones en Colombia, Brasil y México, la región se debate entre proyectos progresistas o conservadores, ¿cuál es el principal problema de Latinoamérica, hoy?
-Lo que más me preocupa es la debilidad institucional en la región, donde la corrupción generalizada ha provocado que muchos presidentes o expresidentes estén prófugos, como en Perú, o presos, o como en el caso de Brasil, hayan caído en un entramado que ha minado la escena política, donde el Congreso que destituyó a Dilma Rousseff apaña a su reemplazante, Michel Temer. Pero la debilidad institucional también es un problema en Nicaragua, hoy en crisis, o en Honduras, donde el presidente ha manipulado la justicia para poder ser candidato y ganar la elección en medio de denuncias de fraude.
-Los militares han amenazado con un golpe en Brasil, ¿qué tan cierta es esta posibilidad?
-Antes de la detención de Lula da Silva, un general dijo que “sacarían los sables (si no era apresado)” y ahora, con el paro de los camioneros en todo el país, también se habló de una salida militar. Lo cierto es que, en estos años de democracia, los militares se mantuvieron al margen, incluso con la llegada de un Lula sindicalista a la presidencia. La democracia brasileña está muy golpeada, y tras las elecciones de octubre habrá un gobierno muy débil, pues el principal líder político está preso. Hay una debilidad institucional que será muy difícil de remontar.
-Por fuera de la región, ¿cómo ves la política exterior de Donald Trump?
-Es una política de show, que solo fortalece a Rusia y a China, que muestra cada vez más su poder. Claramente el emperador global es Vladimir Putin, un hombre que maneja muy bien los hilos. Trump, en cambio, da la impresión de vivir como en una serie, su vida aparece en capítulos (y en Twitter), es un permanente “yo, yo, yo, la tensión de todo pasa por mí”. Pero una potencia mundial no puede tener un presidente impredecible, es peligroso.
-¿Cómo se posiciona Europa en medio de esta nueva “guerra fría”?
-La imprevisibilidad de Trump debilita a Europa ante una Rusia que avanza. Por eso Angela Merkel, la canciller alemana, ha señalado que ya no puede confiar en Estados Unidos, entendiendo que las potencias europeas se van a tener que encargar de su propia seguridad, lo que es un cambio muy importante. Los europeos se dan cuenta de que no pueden seguir dependiendo de Estados Unidos, y van a tener que rearmar su propio ejército, tendrán que ver cómo resurgen como potencia militar. Detrás de las declaraciones cruzadas hay una latente tensión. Por eso Rajoy advirtió a los rusos que “no se metan en Cataluña”, e incluso los franceses han denunciado intromisiones rusas en sus elecciones. Hasta detrás del triunfo de Donald Trump hay una sospecha de manipulación por parte de los hombres del Kremlin. Estados Unidos parece un portaaviones apagado en medio de una tormenta, y esa tormenta la está generando Rusia.
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