Ante los reiterados episodios violentos entre alumnos y de padres y madres hacia docentes, la comunidad educativa del establecimiento ubicado en Los Hornos se manifestó este lunes
Docentes de la Escuela Secundaria N° 3 de Los Hornos manifestaron su preocupación por los reiterados hechos de violencia que a menudo suceden en el establecimiento ubicado en 140 y 62. A raíz de ello, esta mañana realizaron un abrazo simbólico en la puerta de la institución para pedir soluciones.
“Desde la Dirección General de Cultura y Educación nos dicen que ante cualquier conflicto debe mediar la palabra, y si bien coincidimos en que por medio del diálogo se logran los consensos, también es cierto que no alcanza para estar tranquilos”, explicó a Pulso Noticias Diana Murguía, delegada de SUTEBA Multicolor en el colegio.
“Las autoridades, en lugar de ir a lo profundo de estos problemas e investigar de dónde vienen, solo buscan los errores administrativos que tiene la escuela o ponen la lupa en los docentes”, señala Murguía, en sintonía con el reciente comunicado emitido recientemente por las y los trabajadores docentes de la institución.
En el documento, lxs docentxs hacen fuerte hincapié en la situación de precariedad que padecen y en un sistema que los culpabiliza: “Hace años que padecemos una campaña sistemática de desprestigio por parte de diferentes gobiernos y medios de comunicación. Se nos responsabiliza de todo lo que está mal en el sistema educativo. Somos quienes ponemos el cuerpo en primera línea, pero los últimos en consultar para realizar reformas educativas. Sus reformas fracasan una tras otra, pero la culpa es siempre nuestra, de quienes sufrimos esos cambios. Las condiciones de infraestructura, la sobrecarga laboral, las exigencias burocráticas administrativas, la sobreexplotación, los cargos sin cubrir, no nos ayudan a enfrentar estas situaciones”.
Las episodios de violencia en la Secundaria N° 3 son habituales. Murguía mencionó tan solo un ejemplo: “El año pasado una mamá le pegó a una profesora que había desaprobado a su hija. Después de lo que pasó hubo reuniones con esa madre, para analizar lo sucedido, pero en ningún momento se arrepintió. De hecho, le pareció que actuó correctamente”.
Asimismo, la representante gremial consideró imprescindible la creación de un equipo de orientación escolar por turno para abordar las situaciones de violencia: “Es imposible que sólo dos personas atiendan las problemáticas de una escuela tan grande. Falta inversión. Que todos los cargos faltantes de preceptor/a también sean cubiertos. Necesitamos que la DGCyE garantice la seguridad de todos sus trabajadores y trabajadoras. Que la ART cubra daños psicológicos y físicos generados por estos hechos. Que cuando amerite, se apliquen sanciones reales a las personas que cometen este tipo de hechos”.
Por último, las y los docentes pidieron no naturalizar el trabajo en condiciones de violencia que atentan contra su seguridad y la de las y los estudiantes: “Toda la docencia, los sindicatos, las familias tiene que acompañarnos y repudiar este tipo de hechos. Luchemos para que las escuelas vuelvan a ser el lugar al que todxs podemos ir de manera segura”.
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